Conocer al enemigo no es sólo importante, sino que constituye un
requisito o condición necesaria para poder derrotarlo. En primer lugar,
conviene advertir a los ingenuos que no se trata aquí de verdadero terrorismo
"islámico", sino de acciones de falsa bandera cuyos autores, en EEUU
y Europa, forman parte de la misma "civilización occidental" que sus
víctimas. Al igual que el señor X de los GAL fuera Felipe González aunque el ex
presidente del gobierno español no colocara personalmente las bombas o
disparase las pistolas de sus mercenarios, el "autor intelectual" de
estas acciones "yihadistas" es algún o algunos miembros de la
oligarquía, formada por una minoría elitista de un 1% de la población que controla,
sin embargo, el 50% de la riqueza planetaria. Los oligarcas, en efecto, no
conforman una mera estadística de multimillonarios, sino que, en su mayor
parte, se han organizado, constituyen logias o sociedades secretas de diversos
tipos y con distintos objetivos, han acuñado un proyecto, tienen unos fines y
responden a una ideología que no aparece nunca en los medios de comunicación de
mayor alcance porque con su poder financiero la oligarquía los controla casi
todos.
LA TEORÍA DE LA
CONSPIRACIÓN: INTOXICACIÓN OLIGÁRQUICA EN LA RED
La oligarquía no sólo
se sirve como un juguete de la prensa, televisión y radio corporativas
supuestamente "libres", sino, obviamente, también de la red, donde,
entre otras cosas, ha difundido las llamadas "teorías de la
conspiración", cuya finalidad es reducir los hechos reseñados a una
historieta ridícula y un tópico que, a fuerza de caricaturizado y repetido,
deje indiferente a la gran masa de la gente, acostumbrada a oír todo tipo de
estupideces y absurdos al respecto.
En realidad, como hemos
expuesto ya aquí en otros artículos, no existe ninguna conspiración en sentido
estricto, porque las conspiraciones son actuaciones de grupos que pretenden la
conquista del poder, pero la oligarquía ya tiene el poder desde hace décadas y
en la actualidad sólo aspira a consolidarlo y ampliarlo desde el hemisferio
occidental hasta países que todavía no controla como Rusia, China, Irán o
India.
Los oligarcas no
manipulan la realidad, sino que prácticamente la producen, fabricando o
recreando a la medida de sus intereses incluso la propia presunta
"oposición al capitalismo": la "izquierda", el
"islam", la "extrema derecha", el "populismo", la
"iglesia católica", etcétera. Un ejemplo muy claro de ello es Georg Soros, multimillonario judío que financia a la izquierda anti-sionista siempre
y cuando acuse a Israel de ser "fascista" y favorezca la inmigración
árabe a Europa. Todos aquellos que aspiran a luchar contra la oligarquía
terminan así ubicándose en campos políticos previamente acotados, diseñados y
controlados por la propia oligarquía, es decir, trabajando al servicio de
intereses oligárquicos, un hecho muy ostensible entre los terroristas del
artificial "Estado Islámico".
EL NACIONALISMO RADICAL SIONISTA Y LA EXTREMA DERECHA JUDÍA
La oligarquía responde a una ideología sionista, mesiánica y
fundamentalista bíblica, que apela a la superioridad racial teológica de un
presunto "pueblo elegido" por Dios. En el eje político derechas/izquierdas,
la oligarquía ocuparía el espacio de la extrema derecha nacionalista judía. Por
este motivo, los oligarcas han fabricado un "falso enemigo", el
musulmán o "islamo-fascista", para desviar el odio reactivo de las
masas a las atrocidades que las élites están perpetrando contra la humanidad
toda. En la actualidad, casi ninguna de las víctimas de los oligarcas -millones
de personas- conoce la identidad de sus auténticos verdugos. Éstos están muy
interesados en fomentar el odio al inmigrante árabe e introducen grandes masas
musulmanas en occidente con este fin.
La serie de artículos que iniciamos con esta entrada tiene
como finalidad explicar el funcionamiento del falso y fraudulento terrorismo
"islámico" de EI/ISIS/EIIL/Daesh y Al Qaeda. Demostraremos que los
verdaderos autores de los atentados, los señores X del "yihadismo",
son países aliados de occidente como Arabia Saudí y Qatar, y que los atentados
se producen en connivencia con servicios de inteligencia de, como poco, Estados
Unidos, Gran Bretaña e Israel. Por las razones expuestas, el verdadero
beneficiario de la guerra de Oriente Medio es el Estado de Israel, a cuyo
servicio trabajan los gobiernos de la OTAN. Las consecuencias últimas de esta
auténtica "conspiración", pasan de forma necesaria por el exterminio
de buena parte del género humano y la esclavización del resto. El objeto último
de la agenda oligárquica es la clausura de la modernidad ilustrada y la
instauración de una nueva edad media ---de ideología talmúdica--- a escala
mundial.
Publicado por INTRA-Figueres el 26 de diciembre de 2016
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