viernes, enero 10, 2020

ROSENBERG NUNCA FUE EL IDEÓLOGO OFICIAL DEL NAZISMO (2)















ROSENBERG RECONOCIÓ QUE SU OBRA NO ERA IDEOLOGÍA OFICIAL DEL PARTIDO NACIONALSOCIALISTA. Se trata de un hecho que ya he demostrado en un hilo anterior. Ahora me limitaré a ampliar el comentario de la cita porque algunos neonazis de derechas y cretinos integrales ---neonazis evolianos, cómo no--- pretenden que la cita ampliada demostraría que Rosenberg, en realidad, está sosteniendo a la postre lo contrario de lo que afirma al principio. Así, Rosenberg actuaría de la siguiente manera: primero asevera que su obra El mito del siglo XX no es doctrina oficial del partido NS y, acto seguido, cuando despliega las razones por las cuales ha hecho dicha afirmación categórica ("absolutamente"), concluye que El mito del siglo XX sí es doctrina oficial del partido NS. De lo cual se desprendería que Rosenberg es un rematado imbécil ---o, más bien, que el neonazi de turno todavía no ha aprendido a leer.

LA CITA AMPLIADA DEL FRAGMENTO DE LA DENEGACIÓN


Transcribo a continuación el contexto de la cita, es decir, el parágrafo entero, cuya autenticidad ya demostré, traducido al castellano. Si apareciera alguna duda sobre la misma nos remitiríamos inmediatamente al original alemán:

Por numerosos que sean los que ya hoy aprueban en su interior estas palabras, no puede, pese a ello, ser comprometida ninguna comunidad en las ideas y las conclusiones expuestas en este escrito. Constituyen confesiones absolutamente personales, no puntos programáticos del movimiento político al cual pertenezco. Este tiene su gran tarea peculiar y debe, como organización, mantenerse alejado de las controversias de naturaleza religiosa y político-eclesiástica, al igual que del compromiso con una determinada filosofía del arte o con un especial estilo arquitectónico. No puede tampoco, por consiguiente, ser responsabilizado de lo aquí expuesto. Inversamente, las convicciones filosóficas, religiosas, artísticas, pueden ser fundamentadas con real seriedad solamente sobre la premisa de la libertad de conciencia personal. Tal es el caso presente. Sin embargo, la obra no se dirige a seres humanos que viven y actúan felices y bien afirmados dentro de sus comunidades religiosas, sino a todos aquellos que interiormente se han desligado de éstas pero aun no se han abierto paso, luchando, hacia una nueva concepción del mundo. El hecho de que éstos se cuentan hoy en día por millones, obliga a cada camarada de lucha, mediante reflexiones más profundas, a ayudarse a sí mismo y a otros buscadores. 
La famosa cita ampliada del "Dr." Petardo no acredita que la interpretación correcta del fragmento transcrito por mí ---en amarillo--- invierta su sentido unas líneas más abajo. Cualquier redactor racional, culto y en sus cabales desarrolla la afirmación hecha inicialmente explicando el porqué o fundamento de la misma. Y esto es lo que hace Rosenberg. En efecto, Rosenberg explica las razones por las cuales El mito del siglo XX no puede ni debe asimilarse a unos "puntos programáticos del movimiento al cual pertenezco". Por si quedara alguna duda, la cita ampliada contiene una postrera repetición de la cita reducida: "No puede tampoco, por consiguiente, ser responsabilizado de lo aquí expuesto".   En el original alemán: "Sie kann also auch für das hier Vorgetragene nicht verantwortlich gemacht werden" (op. cit., p. 3, véase el pasaje reproducido en foto aquí infra). La famosa cita ampliada abunda y confirma pues, antes bien, la aseveración inicial con una expresa insistencia en la denegación de todo reconocimiento oficial de la obra filosófica de Rosenberg como doctrina nacionalsocialista. 

Portada de la traducción castellana.
LOS CARGOS DE ROSENBERG EN EL PARTIDO

Con lo dicho debería ser suficiente para convencer a cualquier lector medio y honesto. Pero un retrasado mental evoliano todavía podría esgrimir, en el colmo de la tozudez y de la mala fe, el hecho incontrovertible de que Rosenberg ostentaba un cargo cuya titularidad le convertía de facto en ideólogo del partido. 

Es cierto que Rosenberg fue el responsable de los asuntos ideológicos del NSDAP, pero eso no significa que las ideas oficiales del partido fueran creaciones suyas ---no lo fueron los célebres 25 puntos---, mucho menos que el partido asumiera sus doctrinas de El mito del siglo XX, sino que realizaba tareas administrativas en relación con las ideas oficiales del partido. Confundir una cosa con la otra sería tan ridículo como pretender que el tesorero de un partido administra las cuentas de la organización como cuentas privadas y el dinero en ellas depositado es de su propiedad. El tesorero administra el dinero del partido en cuentas del partido que no son sus cuentas privadas. Todos los partidos nombran secretarios de estudios y programas (o antaño de asuntos ideológicos), pero este hecho no implica necesariamente que tales funcionarios de la organización sean los creadores y autores privados del programa o de la ideología correspondiente. Quien afirma que Rosenberg era el ideólogo del partido porque desempeñaba una función burocrática relativa a los documentos ideológicos del NSDAP sólo pone de manifiesto su total desconocimiento del funcionamiento de un partido. Y, singularmente, del partido en cuestión, donde únicamente hubo un ideólogo tácitamente reconocido, a saber, el mismísimo Adolf Hitler. 

Portada del original alemán.
En cualquier caso, ¿por qué debatir hasta el agotamiento sobre un extremo que el propio interesado aclaró de forma categórica?  ¿Sólo para satisfacer el ego herido de ciertos ignorantes que pretendían pontificar sobre Rosenberg pero ni siquiera se habían leído la Introducción de su obra principal e incurrieron con ello en el ridículo más espantoso? Se vieron forzados, sí, entonces, a negar la realidad y hacerle decir a Rosenberg justo lo contrario de lo que había expresamente manifestado con insistencia. Lo mismo que, además, sería confirmado por Hitler en las Tischgespräche. Para "tener razón" a cualquier precio, el "Dr." Petardo se ha visto forzado a negar, acto seguido, las conversaciones de sobremesa de Hitler, que también desconoce, todo ello basándose en el primer resto flotante que encontró por casualidad en internet, vale decir, un artículo de una neonazi revisionista cristiana estadounidense ---de nombre y cualificación desconocidos--- escandalizada por las declaraciones del Führer contra la religión bíblica. Así, intentando presuntamente defender las ideas paganas de Rosenberg ---en el fondo intentando restaurar su propia imagen de un bochorno monumental---, el Petardo analfabeto termina echando agua en el molino de los neonazis bíblicos. Una consecuencia que, sin duda, Alfred Rosenberg le habría amargamente reprochado. 

Conviene dejar claro que nuestra postura ---a saber: las doctrinas de Rosenberg, singularmente las de El mito del siglo XX, nunca fueron doctrina oficial del partido nazi--- no supone, en principio, ninguna valoración ---positiva o negativa--- sobre la obra literaria privada o personal de Alfred Rosenberg. Ni niega, aunque tampoco afirma, que esas doctrinas neopaganas ---vamos a designarlas así--- tuvieran alguna influencia en determinados sectores anti-cristianos, muy poderosos, del partido nazi. Nuestra postura es la que es y los rasgamientos de vestiduras y "defensas" de Rosenberg ante mi presunto "ataque" son invenciones del Petardo evoliano para encubrir su ineptitud y egocentrismo enfermizos mediante una suerte de causa moral sobrevenida y hasta una plataforma de afectados reivindicativa del "mancillado honor" de Rosenberg. Quien más daña, empero, el sentido de las doctrinas de Rosenberg es aquél que cuestiona las conversaciones de sobremesa de Hitler y sus declaraciones anticristianas, las cuales, en tanto que tales (pero no en lo que respecta al paganismo de El mito del siglo XX), están en la misma línea que la propugnada por Rosenberg y Bormann (principal avalador de las Tischgespräche) contra los sectores pro-cristianos del partido. 


Alfred Rosenberg reitera la denegación. 
El nacionalsocialismo no produjo una "filosofía oficial" y todo lo que pueda afirmarse en esta materia ---la filosófica--- pertenece a la "filosofía" de Adolf Hitler expresada en sus celebérrimas conversaciones de sobremesa u otros textos. Allí el Führer se explayó libremente ante sus íntimos sin las restricciones impuestas por la táctica y la estrategia políticas del partido, manifestando un pensamiento filosófico claramente anti-cristiano, como el de Rosenberg pero ---a diferencia de Rosenberg--- tampoco pagano o neopagano. El propio Rosenberg reconoce este hecho con sorpresa ---¡¡¡Hitler no es pagano!!!--- y se lamenta por ello, como acreditaremos en posteriores entradas de esta bitácora. 

Ph. Dr. Jaume Farrerons
Figueres, la Marca Hispànica, 10 de enero de 2020