EL OCASO DE LOS DIOSES. Ragnarök en germano antiguo, Götterdämmerung en alemán. Significa aquí que, si todos los dioses mueren, la "muerte de dios" (Nietzsche), léase: de Yahvé, del dios judío -pero no de lo Sagrado- y, de iure, el fin de la opresión judaica, aparece como oportunidad histórica, pero también, si no somos capaces de estar a la altura del desafío, como caída en la subhumanidad hedonista. Por eso Nietzsche hablaba del Übermensch (ultrahombre), que no es un "superman", sino un estadio superior de la evolución espiritual humana: el cumplimiento del deber sin recompensas basadas en ilusorios cuentos infantiles. Hay que elegir entre este libre sacrificio esencial y la animalización más abyecta. La verdad y la libertad pocas veces coinciden venturosamente con la felicidad o el bienestar subjetivo (Heidegger). Es menester ganarse la dignidad con la lucha y preferir la muerte a la esclavitud (Hegel). Esta conversión nada tiene que ver en principio, por tanto, con el ruido de las armas, sino que constitiye un proceso estrictamente ético, interior, del que aquéllas representan sólo la imagen metafórica. La cuestión: ¿quién es digno de portar armas y matar (el Occidente = ente donador de la muerte)? Sólo el depositario de la auctoritas, aquél que ya ha matado a su propio yo como sacrificio anticipado por toda la sangre que va a derramar.
El alarde de los medios británicos delata a los autores intelectuales del
asesinato de Kirillov
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Igor Kirillov investigaba la red secreta e ilegal de laboratorios de armas
biológicas dirigidos por el Pentágono en Ucrania. Sus informaciones
proporcion...
Hace 3 horas
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