lunes, julio 31, 2017

LA ESENCIA ÉTICA DEL NR: LO SAGRADO



¿Por qué Excalibur ha de ser entregada a las aguas? Porque no hay guerreros dignos de ella, sino sólo cristianos pendientes de su contabilidad moral y de su "salvación personal". Mas sólo serán "salvos" aquéllos que no busquen salvarse, quienes luchen "a cambio de"... nada, sin compensación; que no concedan importancia alguna a su yo ---tampoco al olvido de los "méritos" de ese yo---; quienes ni siquiera abriguen esperanzas en la victoria e incluso combatan fríamente bajo la pesada certeza de la derrota, sólo por deber, lealtad y honor; porque, en nuestra fe trágico-heroica, única y exclusivamente ellos, los mortales, son capaces de experimentar lo Sagrado y compatriotas de la Nación. Su derecho a empuñar la espada ---para dar muerte a nuestros enemigos--- depende de esa condición.


viernes, julio 28, 2017

CONTRA LA ACTUAL POLÍTICA DE INMIGRACIÓN



CONTRA LA ACTUAL POLÍTICA DE INMIGRACIÓN. ¿Cuántas víctimas del yihadismo serán necesarias para que los políticos profesionales dejen de repoblar Europa con inmigrantes islámicos, los mismos que las mezquitas financiadas por Arabia Saudí en nuestro continente adoctrinarán y convertirán acto seguido en radicales salafistas?

Respuesta: a los políticos profesionales no les importan las víctimas, antes bien, organizan los atentados a través de su aliado saudí y ellos mismos promueven el terrorismo que dicen combatir. Por este motivo favorecen la llegada masiva y descontrolada, aparentemente incomprensible, de inmigrantes islámicos.

¿Por qué países europeos con millones de parados y sometidos a brutales recortes sociales se permiten el lujo de "acoger" a centenares de miles de supuestos refugiados que luego hay que mantener a costa del erario público?

Porque la crisis la han provocado los propios políticos profesionales con sus políticas financieras a fin de convertir a la gente (=gentiles) en siervos que trabajen al servicio de las élites (=pueblo elegido). Para que el valor de la mano de obra tienda siempre a cero es menester una enorme bolsa de desempleados dispuestos a vender su trabajo más barato que el último parado autóctono hasta alcanzar técnicamente el nivel de la esclavitud, a saber, trabajar a cambio de la mera subsistencia física. A esto llaman los "expertos" del sistema "economía moderna" y "liberalismo".

¿Tienen las autoridades dinero suficiente para los inmigrantes, pero no para quienes sufragan con sus impuestos esas ayudas sociales públicas?

Los politicastros oligárquicos utilizan los impuestos, nuestro dinero, para sufragar la inmigración y provocar la bancarrota el Estado social y democrático de derecho. Lo que viene después de esta quiebra es la dictadura del gran capital, cuya realidad ya empezamos a conocer en forma de "intereses de la deuda soberana".

¿Son quizá las propias instituciones "democráticas" las que promueven deliberadamente el racismo y la xenofobia con sus infames políticas discriminatorias en perjuicio de los trabajadores autóctonos?

La oligarquía implementa todo tipo de políticas de división del pueblo trabajador europeo: mujeres contra hombres, y viceversa, autóctonos contra inmigrantes, y viceversa, moros contra cristianos, y viceversa, independentistas contra unionistas, y viceversa. Etc. La cuestión, para "los de arriba" es que "los de abajo" visionemos siempre a un enemigo delante de nosotros (otro "de abajo"), el vecino, por así decir, para que no podamos detectar jamás al auténtico enemigo: la propia oligarquía judaica (legalmente amparada por la "ideología del Holocausto"). Ésta habita en barrios residenciales herméticamente cerrados y vigilados por guardias de seguridad, escapando así a nuestro campo inmediato de percepción tanto físico como intelectual. A fin de que el autóctono odie al inmigrante y no al oligarca judaico que mueve los hilos tras el escenario del terror, ha de escudar sus políticas criminógenas tras todo tipo de injusticias legitimadas mediante el discurso hipócrita del "humanitarismo" (por ejemplo, las políticas de género o de los "derechos de la mujer", cuyo verdadero sentido consiste en erosionar la familia europea y, por ende, la natalidad blanca). La llamada "discriminación positiva" en favor de los inmigrantes es sólo una de esas formas de división ("divide y vencerás"). Su objetivo: generar un odio genocida a los inmigrantes entre los europeos autóctonos.

¿Son judíos los oligarcas?

Sí. Pero ni todos los oligarcas son judíos, ni todos los judíos son oligarcas. La oligarquía no puede identificarse con "los judíos" en general, sino única y exclusivamente con la extrema derecha judía. La oligarquía, por otro lado, incluye a sionistas cristianos, fundamentalistas judeo-cristianos y jeques saudíes judeo-musulmanes (wahabitas = salafistas) que acatan la supremacía del "pueblo elegido". El judaísmo es pues una ideología, no una raza, y existen "judíos" (hijos de creyentes en el judaísmo) ateos que no comparten dicha ideología y que, por lo tanto, no pueden ser calificados rigurosamente de judíos sin incurrir en un infame antisemitismo. En este sentido, la pulsión antisemita constituye un instrumento de la propia ultraderecha judía para mantener cohesionada y asilada por el miedo (gueto) a la comunidad judía. Ahora bien, los ultraderechistas judíos consideran que todos los no-judíos existen sólo para servir a los judíos. Los oligarcas son, por tanto, estos sí, racistas y supremacistas judíos o filo-judíos. Un ejemplo claro de lo dicho es el actual presidente de los EEUU, el ultraderechista y sionista cristiano Donald J. Trump.

¿Representa el mestizaje forzado una política racial de la oligarquía?

Las políticas de mestizaje son racistas porque responden a los intereses del racismo oligárquico: disolver las identidades nacionales que puedan ofrecer una resistencia organizada a la oligarquía, reducir la población mundial a una masa de individuos mestizos, sin familia ni raíces culturales, aislados e impotentes, desvinculados, como meros productores/contribuyentes/consumidores, de toda comunidad nacional.

¿Son nuestros políticos "democráticos" los verdaderos responsables del crecimiento electoral de la extrema derecha?

Los políticos profesionales actuales trabajan al servicio de la oligarquía judaica. La función reservada a los islamófobos y ultraderechistas, que gozan de total impunidad judicial y, en la mayoría de los casos, ni siquiera son conscientes de para qué los están utilizando, consiste en encender por el lado europeo la chispa de la guerra civil mediante ataques a mezquitas que se puedan justificar como una respuesta a los atentados yihadistas.

¿Buscan estos políticos oligárquicos desencadenar una guerra civil de religión en Europa para beneficio del Estado de Israel?

El Estado de Israel y el lobby proisraelí de EEUU, que controla la política exterior de la primera potencia mundial, trabajan conjuntamente con sus cómplices musulmanes de la Casa de Saud para promover el terrorismo yihadista y justificar así las intervenciones "humanitarias" (=imperialistas) occidentales en otros países, como ocurrió en Irak con las supuestas (y totalmente inexistentes) "armas de destrucción masiva" de Sadam Hussein. Todo ello en beneficio del delirante proyecto mesiánico sionista de Eretz Israel.  
 
CONTRA LA OLIGARQUÍA

La oligarquía promueve la inmigración islámica, el terrorismo yihadista y los partidos ultraderechistas islamófobos para que los europeos odiemos a los inmigrantes árabes y consintamos de buen grado el exterminio impune del pueblo palestino, objetivo final de toda la operación.
Una vez perpetrado dicho genocidio, Israel extenderá sus fronteras por Oriente Medio desde el Nilo al Éufrates: Eretz Israel (el Gran Israel). Los creyentes judíos esperan que en ese momento se produzca la llegada del Mesías, que coincide también con construcción del Tercer Templo en Jerusalén.

Conclusión: busca a los culpables entre las élites financieras o sus testaferros institucionales, y no, como éstos pretenden, entre los inmigrantes, los "rojos", las feministas, los fachas, los separatistas u otros chivos expiatorios tan manipulados como tú. Que no te engañen.

LA IDEOLOGÍA OLIGÁRQUICA

Palabras de la más alta autoridad religiosa del Estado de Israel, el supremo rabino sefardita Ovadia Yosef:
“Los no-judíos son animales y sólo existen para servir a los judíos”:
“Los árabes deben ser exterminados”:
Más de 800.000 israelíes asisten al funeral del rabino racista y genocida:
Resoluciones de la ONU violadas por Israel:

Stop racismo. Stop xenofobia. Stop islamofobia. No a la guerra. Contra la actual política de inmigración.

Por una izquierda nacional. Por la patria, el pan y la justicia. En pie trabajadores frente a la oligarquía genocida. 


jueves, julio 27, 2017

PREPARAOS PARA LA BATALLA





PREPARAOS PARA LA BATALLA. Sólo en el sacrificio absoluto brota lo Sagrado. Arturo dixit: "ignoraba lo vacío de mi espíritu hasta que lo he llenado". Me remito a lo dicho sobre los yoes hueros. Observen que mientras la columna cabalga, la naturaleza florece a su paso. Es una afirmación de la religión aria de la inmanencia. No tiene otro significado. Por tanto, los caballeros han aceptado la finitud del ser, se han liberado del veneno trasmundanista e infinitista judío, que les mantenía postrados y enfermos a la espera del más allá ("muero porque no muero", que dijera la judía Santa Teresa de Jesús), y avanzan voluntariamente hacia la muerte. Pues morir, moriremos todos, se trata sólo de cómo vamos a vivir, si en cuanto libres o en cuanto esclavos. Véase lo expuesto en el post anterior sobre la Entschlossenheit ("resolución") y el Sein zum Tode ("ser para la muerte") en la filosofía de Martin Heidegger. Debe quedar claro, finalmente -aviso para posibles aprendices de skin-heads-, que la escenificación épico-militar del tema es completamente simbólica y que estamos ante un fenómeno de carácter espiritual y ético. Pues sólo quien ha realizado la conversión del alma-yo en Dasein, es decir, la des-cristianización interna que nos devuelve al fundamento de la comunidad originaria (Volksgemeischaft), está en condiciones de vestir, si llegara el caso, el uniforme de la milicia nacional.


domingo, julio 16, 2017

EL OCASO DE LOS DIOSES



EL OCASO DE LOS DIOSES. Ragnarök en germano antiguo, Götterdämmerung en alemán. Significa aquí que, si todos los dioses mueren, la "muerte de dios" (Nietzsche), léase: de Yahvé, del dios judío -pero no de lo Sagrado- y, de iure, el fin de la opresión judaica, aparece como oportunidad histórica, pero también, si no somos capaces de estar a la altura del desafío, como caída en la subhumanidad hedonista. Por eso Nietzsche hablaba del Übermensch (ultrahombre), que no es un "superman", sino un estadio superior de la evolución espiritual humana: el cumplimiento del deber sin recompensas basadas en ilusorios cuentos infantiles. Hay que elegir entre este libre sacrificio esencial y la animalización más abyecta. La verdad y la libertad pocas veces coinciden venturosamente con la felicidad o el bienestar subjetivo (Heidegger). Es menester ganarse la dignidad con la lucha y preferir la muerte a la esclavitud (Hegel). Esta conversión nada tiene que ver en principio, por tanto, con el ruido de las armas, sino que constitiye un proceso estrictamente ético, interior, del que aquéllas representan sólo la imagen metafórica. La cuestión: ¿quién es digno de portar armas y matar (el Occidente = ente donador de la muerte)? Sólo el depositario de la auctoritas, aquél que ya ha matado a su propio yo como sacrificio anticipado por toda la sangre que va a derramar.


viernes, julio 07, 2017

INDIVIDUALISMO ALTRUISTA Y NACIONALISMO EGOÍSTA O LA VERDAD VUELTA DEL REVÉS

Soldado alemán con gatos.














Ser nacionalista no significa necesariamente amar única y fanáticamente a la propia nación, como ser individualista no significa tampoco necesariamente amarse sólo a sí mismo. Uno podría amar las naciones todas, que constituyen una suerte de sujetos colectivos, o las naciones en cuanto tales, cada una en su valor y diferencia. Los individualistas pretenden que ser individualista equivale a respetar al individuo en general como valor supremo. Altruismo, pues. Derechos humanos (=individuales, no nacionales). Nunca aceptarían que ser individualista signifique colocar al propio yo por encima de todo el universo, aunque dicha perversión axiológica también podría existir y, de hecho, constituye la enfermedad moral característica del sistema capitalista. Pese a ello, los sofistas liberales, ignorando los hechos y la lógica, insisten en imputar al nacionalismo que ser nacionalista representa una variante colectiva de la hemiplejía moral por excelencia, es decir, del egoísmo, pero elevada a la escala del grupo étnico-cultural o religioso. Y niegan que un nacionalista pueda ser aquél que reivindica 1/ la dignidad de las naciones, en tanto que entes históricos supra-indivduales formados por millones de personas, y 2/ el nacionalismo como concepción doctrinal seria y respetable con derecho a ocupar un lugar en la política democrática. Este dogma oligárquico, actualmente muy en boga, como todo lo anti-nacional, comporta un abuso intelectual, una trampa retórica que sólo pone en evidencia la endeblez ideológica del liberalismo y su afán de manipulación abyecta y sin escrúpulos. Basta formular la idea con un poco de detenimiento para percibir dónde radica el fraude e intuir los oscuros intereses globalistas que promueve.

Jaume Farrerons
La Marca Hispánica, 2 de julio de 2017


miércoles, julio 05, 2017

LA INCURABLE ESTUPIDEZ DE LA EXTREMA DERECHA CATÓLICA

El papa Francisco con el supremo rabino genocida Ovadia Yosef






















Decláranse patriotas y heraldos de la identidad europea frente al judaísmo, el cual representaría nada menos que el demonio, Satán, el mal absoluto. Pero los ultraderechistas católicos encarnan en verdad lo contrario. Créanme, como ya dije, y ahora desarrollo la idea, si uno desconoce el judaísmo, se puede encontrar algún día con la sorpresa de que era judío sin saberlo. Aquéllo que la extrema derecha reivindica normalmente, incluso en términos virulentamente antisemitas, no son otra cosa que milenarias ideas judaicas. La fe en un dios todopoderoso, la vida eterna, la resurrección de la carne, el desprecio de la sexualidad, el machismo y el patriarcalismo, la creencia en el alma individual (el ego, inmortal por supuesto), la deshumanización y diabolización del enemigo, el racismo supremacista, el elitismo, el ocultismo, el irracionalismo, el autoritarismo político... Todo, todo, todo, judaico de raíz, pero esgrimido contra "los judíos".
Por otra parte, ¿qué pretenden los ultra-católicos erradicar? La democracia, el estado de derecho y, en resumidas cuentas, la modernidad, que incluye: la ilustración, la revolución, el laicismo, el ateísmo, la ciencia, el progreso, el socialismo, la izquierda, la racionalidad...; instituciones que proceden de la herencia greco-romana, es decir, europea. Peroran los ultra.católicos, empero, que todo eso, tan "decadente", apareció en la historia en forma de conspiración contra la Iglesia católica (tesis del abate Barruel) y constituye esencialmente una amenaza para los supuestos "valores cristianos" que sustentan la "civilización occidental". ¿Se puede ser más inepto?
Pues realmente "eso" re-apareció en la historia durante el Renacimiento, que se auto-interpretó como un retorno a Grecia y Roma después de siglos de oscurantismo medieval. Surgió además, también, cuando Lutero, tras visitar Roma, se dio cuenta de que el Papado y la iglesia en general se habían convertido en un lupanar donde los sacerdotes traficaban con el más allá y el perdón de los pecados ("indulgencias") a cambio de dinero. Eso no ocurrió por influencia de la masonería ni de "los judíos", sino que la propia institución católica se cubrió de infamia (a los ojos de su rebaño) como consecuencia de la dinámica interna de los valores cristianos, es decir, judaicos, que secularmente la rigen. Y continúa haciéndolo como queda en evidencia, entre otras cosas, por los miles de casos de pederastia consentida y ocultada por el Vaticano. ¿Qué autoridad, qué ejemplaridad, puede en efecto ostentar la institución católica para presentarse como depositaria de unos valores "morales" frente a hechos como la extensión ideologizada y politizada de la homosexualidad, por poner un ejemplo sabroso, cuando la propia Iglesia practica y luego encubre el abuso sexual a niños? Pero, por otra parte, ¿debe sorprender que sea así desde el momeno en que el cristianismo, esto es, desde los mismísimos orígenes de la comunidad apostólica, no fue otra cosa que una particular secta judía y nunca una genuina alternativa, una enmienda a la totalidad respecto del judaísmo?
EL FRACASO DE LA MODERNIDAD MASÓNICA
Pero, se dirá, la modernidad ha fracasado. La modernidad conduce a la disolución de la sociedad y al derrumbamiento de la civilización occidental, o sea, de la civilización por excelencia. Ciertamente, es así, pero no por culpa de la propia modernidad, sino porque la modernidad ha sido incapaz de asumir y llevar hasta sus últimas consecuencias los imperativos de valores que han hecho posible el progreso desde los "buenos tiempos" católicos medievales del siervo de la gleba y el derecho nobiliario de pernada a los "malvados tiempos" de la seguridad social, la igualdad ciudadana ante la ley y los derechos de la mujer. Porque la modernidad, en lugar de asumir la verdad racional en tanto que valor supremo, ha secularizado los valores judeo-cristianos y teológicos. ¡En eso ha consistido esta "modernidad" por lo que atañe a los valores últimos de la vida humana! No ha tenido el coraje de consumar la racionalización, sino que ha pretendido bajar el imaginario reino de dios del cielo a la tierra erigiendo, en definitiva, la actual e infame "sociedad de consumo" como sucedáneo del "paraíso" soteriológico. Para decirlo muy brevemente, la herencia judeo-cristiana envenenó la modernidad ilustrada desde su (re)-nacimiento europeo y, por tanto, el antídoto contra la decadencia no puede buscarse, sin actuar como un rematado cretino, en esa misma herencia.
A fin de sabotear la modernidad, la fe ha utilizado instrumentos como, verbi gratia, la masonería. Se cuenta entre la ultraderecha católica contemporánea, los sectarios del abate Barruel, que la masonería promueve el ateísmo, pero esto es falso: la masonería es teísta y su proyecto se resume en un intento de coordinar las tres religiones abrahamánicas o noájidas de procedencia judaica (judaísmo, cristianismo e islam) utilizándolas como un arma para que la modernidad auténtica, de entraña grecorromana y germánica, no pueda realizarse jamás. La masonería es así tan creyente en el dios Yahvé como los propios ultras católicos que la denostan con fruición.
Por otra parte, tampoco los nacionalistas judíos, a diferencia de los judíos asimilados, querían una modernidad cuya consumación, la muerte de Dios, habría acabado con la nación judía tal como ellos la entienden. Así que la extrema derecha judía ha hecho todo lo posible, en colaboración con la masonería, para hacer fracasar el proceso de modernización y llevarlo al callejón sin salida en el que finalmente se encuentra atascado. Hoy, cuando ya el tiempo comienza a correr hacia atrás y, en vez de progreso, vamos de regreso a la Edad Media, el judaísmo ha ganado. La Edad Media, sí, pero esta vez conscientemente cabalista y talmúdica como la quiere el filósofo judío Emmanuel Levinas.
EL RETORNO DE LA EDAD MEDIA ESTÁ OCURRIENDO ANTE NUESTROS OJOS
Al descrédito moral del mundo moderno subyace la promoción de versiones pervertidas y caricaturescas de la modernidad para que la propia masa ciudadana se vuelva contra ella y suscriba el "retorno de las religiones" fundamentalista que se está ya produciendo a escala mundial. Con él va también, en el mismo paquete, el desmantelamiento de los derechos sociales y de la democracia, que la oligarquía, con pasos de paloma, está perpetrando ante nuestros propios ojos. En ello consiste la esencia de la política neoliberal, que es de sustancia religiosa, no económica, como nos pretenden hacer creer.
Tampoco puede ocultarse que la Iglesia católica colabora con el judaísmo para facilitar este desmantelamiento del proyecto ilustrado. Aunque la estupidez ultra no lo pueda entender, el Papa es perfectamente consecuente cuando se sienta, en calidad de humilde ayudante, a la derecha del supremo rabino sefardita de Israel. "Nuestros hermanos mayores en la fe", así se refirió a los judíos el papa Benedicto XVI, como antes Juan Pablo II y convalidó el papa Francisco. Porque la Iglesia católica es tan judía como la Iglesia evangélica y la consumación mesiánica de los tiempos coincide para ella con la mostración expresa de su oculta matriz original.
El Papa sería también consecuente por su presunto filomasonismo, si lo hubiere, debido a las similares razones, ya expuestas. Diría yo que, no se sorprendan, el Papa es consecuente incluso cuando encubre la pederastia, porque, en el fondo, los valores hedonistas del materialismo terrestre y los valores hedonistas del materialismo celeste son sólo dos variantes teológicas de una axiología común, la judaica, que pone el "bienestar" del yo por encima de la verdad. Una forma de hacer, ésta, que los ultracatólicos, cuyo desprecio por la verdad es poco menos que idiosincrásico, practican con abundancia torrencial. Esta axiología o escala de valores se resume en un pasaje bíblico, el cual explica cómo funciona la plataforma giratoria del judeo-cristianismo en tales periódicas oscilaciones entre el materialismo celeste y el materialismo terrestre o mundano: "Si los muertos no resucitan comamos y bebamos que mañana moriremos" (1ª de Corintios 15,32). O sea que si resucitan nos esperamos al paraíso para disfrutar del festín, pero si no resucitan lo celebramos ipso facto porque no tiene sentido demorarse más. Hete aquí la "diferencia" entre "materialismo" ateo y "espiritualismo" cristiano: en última instancia, ninguna. una cuestión meramente circunstancial o accidental de oportunidad, un cálculo de my business..
Por lo que atañe al islam, y precisamente en él como en ninguna otra confesión, evidénciase el carácter axiológico unitario de la fracasada modernidad y de las religiones neo-fundamentalistas que en nuestros días intentan finiquitarla. Cuando un terrorista islámico ataca un hotel de rameras que, como tal, es considerado un lugar de "pecado" para "infieles", el guerrero de la yihad pretenderá matar a todos los clientes e inmolarse por Alá, sin embargo, ¿adónde espera elevarse inmediatamente después? Pues al paraíso de las huríes, otro hotel, aunque en este caso "celeste", donde podrá gozar de los mismos placeres; por si fuera poco, multiplicados hasta el infinito.
Buena contabilidad moral y negocio del "creyente", que es "judío" incluso cuando no cuenta las monedas de Judas y asalta un supermercado kosher. Hete aquí, en efecto, el fin, el motivo, aquéllo que tiene en la cabeza dicho energúmeno, quien se siente moralmente superior a los adolescentes de la discoteca antes de asesinarlos. ¿Lo será al menos por su fe? No, en absoluto: antes bien, es igual que ellos, quiere lo mismo que ellos e incluso acrecentado, pero es además un rematado idiota, o sea, peor que sus víctimas, porque el hotel celeste ni siquiera existe y, al menos, los ateos de la discoteca no fueron estafados cuando disfutaron de esa cópula tras el abono de una cantidad pecuniaria. En consecuencia, los mismos valores imperan entre fervorosos terroristas de la fe y ciudadanos consumistas demócratas sin alma. Ninguna diferencia fundamental separa tampoco en este aspecto al yihadista y, en general, al musulmán, de los creyentes cristianos y judíos.
La verdadera diferencia es la que opone Grecia vs. Judea. Brilló un momento con el surgimiento de la democracia ateniense, la ciencia, la filosofía y la figura del héroe trágico. Allí, y no en la iglesia católica, duerme la espada del rey, el verdadero modelo de los nacional-revolucionarios europeos, que espera al ente capaz de empuñarla para poder reconstruir en Europa la autoridad y, con ella, el fundamento moral de la vida civilizada.
LA ALTERNATIVA NACIONAL-REVOLUCIONARIA NEO-MODERNA A LA VETERO-MODERNIDAD FRACASADA
La alternativa a la vetero-modernidad cristiano-secularizada se resume en un nuevo Renacimiento de Grecia, una neo-modernidad post-monoteísta radical. Precisamente aquéllo que filósofos como Levinas (y sus seguidores actuales en las universidades católicas) quieren impedir. Pero el Vaticano, la iglesia, no tiene que arder como en el 36, sino quedarse vacía, y vaciarse también la sinagoga y la mezquita. O convertirse en aulas universitarias para el pensamiento ilustrado, un monumento en honor de la mayoría de edad del hombre. Pues el hombre debe aceptar su finitud y en ello consiste el principio de la civilización superior en todos los órdenes de la cultura y de la política.
Matar por la salvación y la vida eterna constituye, ante todo, una vergonzosa estupidez que degrada a quien la comete por debajo de los animales. Idéntica cobardía espiritual impregna, empero, la mentalidad de la extrema derecha europea, siendo así que todos los idearios soteriológicos de oriundez abrahamánica (como documenta e ilustra el famoso episodio de Isaac) son ultras, violentos e intolerantes por naturaleza. "Matar al moro", incluso matar al yihadista, significa hacer lo que éste espera de nosotros: que nos convirtamos también en terroristas. Y no en vano a tales efectos le paga la oligarquía judaica que promueve los atentados. Nada más fácil para los ultras católicos (quienes llevan décadas deseando una nueva cruzada y en el fondo deberían agradecer a la yihad la oportunidad de satisfacer por fin sus deseos) que dar ese paso hacia la anhelada guerra civil de religión. Porque integristas islámicos y ultras católicos son "lo mismo": el odio y el miedo a cualquier forma de laicidad ilustrada y pensamiento libre que no encubra la verdad de la existencia. Los ultracatólicos aplauden así cada atentando llenos de ilusión y esperando el día en que ellos mismos puedan perpetrarlo contra las mezquitas con total impunidad.
Ser europeo no es una identidad basada en la raza. Tampoco ser judío. El judaísmo poco tiene de étnico-racial aunque lo quiera creer y hacer creer en su imaginario nacionalista; y el blondo Trump es un judío en el sentido más exacto y profundo de la palabra mientras que Marx no lo fue o sólo lo fue a su pesar.
GRIEGO O JUDÍO: HETE AQUÍ LA CUESTIÓN
Griego o judío. Hete aquí la cuestión. Y ser griego consiste en actuar de una determinada manera. El antisemita por excelencia, el antisemita cristiano que acusa a los judíos de demonios y mal infernal, es así un judío. De hecho no difama a los judíos, sino a los fariseos, otra secta judía y tan judía como la suya. Cristianos y fariseos, insisto en este punto, son únicamente dos sectas judías. Nada más. Ya de tales sectas hubo y hay todavía unas cuantas otras (saduceos, zelotas, sicarios, escribas, terapeutas, samaritanos, esenios, hasidim...). Violentándose entre ellas, las sectas judías actúan como judías y se acusan mutuamente de encarnar el demonio. Otro tanto ocurre en el seno del islam entre chiítas y sunitas. Es la forma judía de existir. Pero, precisamente por ello, actuar así resulta incompatible con ser europeo en el sentido radical y axiológico del término. Las pautas de conducta que nos convierten en griegos son las que corresponden a la racionalidad, la verdad, la democracia, la ciencia, el pensamiento ilustrado y la ética trágico-heroica resumida en la máxima "la verdad hasta las últimas consecuencias".
Ahora bien, la verdad absoluta es la muerte, filosofema que funda el "fascismo" para horror de todas las sectas de Yahvé. Las cuales designan dicho filosofema ("Auschwitz") con las sobadas denominaciones sectarias de la demonología bíblica. La verdad significa, también, que es menester arrancar del solar histórico europeo, y hacerlo de raíz, el tronco del árbol monoteísta (las religiones judía, cristiana e islámica son sólo sus ramas) si queremos que algún día nuestros bosques sagrados vuelvan a florecer.
¿Cómo se conseguirá eso? ¿Por la violencia? No. ¡Jamás! Sino haciendo predominar la filosofía, la ciencia, la democracia y la razón como pautas de conducta en nuestras existencias individuales y colectivas. Será la verdad, es decir, la muerte misma y la muerte en cuanto verdad, la que liquide silenciosamente a Yahvé y vacíe a la postre las sinagogas, las iglesias y las mezquitas del continente europeo. Hete aquí el verdadero "exterminio" del judaísmo, no hay otro. Y tiene que acontecer primero en nuestros corazones, en los corazones de los propios judíos y en los corazones de los presuntos adversarios antisemitas de Sión, los ultraderechistas cristianos, quienes en realidad, como resulta tan fácil de demostrar, se cuentan entre los más fanáticos seguidores del cruel y genocida dios de la Biblia.

Jaume Farrerons
La Marca Hispánica, 29 de junio de 2017

FILOSOFÍA ALEMANA Y MITOLOGÍA GERMÁNICA



FILOSOFÍA ALEMANA Y MITOLOGÍA GERMÁNICA

El destino de la filosofía, institución fundada en la antigua Grecia y que sólo culmina en la
Alemania contemporánea, constituye la articulación conceptual y racional de la
mitología germánica originaria, un imaginario social anterior a todo contacto con la infección moral bíblica del Sermón de la Montaña y las ideas o promesas judías de redención. 

La noción filosófica central, que aflorará finalmente en Heidegger, es el Ragnarök como Entschlossenheit ("resolución") y Sein zum Tode ("ser para la muerte"), es decir, la batalla del final de los tiempos.

Quien comprenda esto, podrá convocar a los caballeros para una lucha sin esperanza, en la cual los que acuden por nuestro bando no esperan ninguna recompensa y perecen única y exclusivamente en el cumplimiento de un deber irrecusable de lealtad ("mi honor se llama fidelidad").

Sólo estos caídos serán, así, salvados en la forma que admiten los cánones éticos de los pueblos arios. Doctrina de tremenda dureza trágico-heroica, que ningún "hombre" actual sería capaz de soportar. O, en otros términos, simplemente, la verdad

El llamado fue realizado, en efecto, hace ya mucho tiempo. 

Pero nadie acudió. 

De manera que los europeos no sólo conoceremos la humillación de la derrota, la esclavitud y el exterminio, sino que a dicha debacle se añadirá la ignominia más vergonzosa, la cobardía, el deshonor y la merecida desmemoria respecto de aquéllos que son indignos de ser recordados porque no fueron ni siquiera capaces de defenderse.

Desenlace histórico que nos hemos ganado por la traición esencialísima ---el "olvido del ser" (Heidegger)--- a los valores supremos de nuestra estirpe.

Sea, pues.

https://nacional-revolucionario.blogspot.com.es/2017/07/la-esencia-etica-del-nr-lo-sagrado.html

martes, julio 04, 2017

LA FE, LA DROGA Y LA VERDAD













LA FE, LA DROGA Y LA VERDAD. ANTES DROGODEPENDIENTE QUE CREYENTE. La religión es el instrumento con que los débiles, es decir, quienes no pueden soportar la verdad de la existencia, logran cierta estabilidad psicológica a efectos de continuar sobreviviendo como sea. Más o menos igual que los drogadictos: su esencia es la mentira en cuanto forma de vida. Sin embargo, prefiero al drogadicto que al creyente y os diré por qué. El drogodependiente se mancilla a sí mismo, y lo sabe, y sufre por ello, pero continúa siendo un hombre, porque reconoce la misma verdad que quiere olvidar o minimizar, y no aspira a convertir su ignominia personal en una causa universal de salvación. En cambio, el creyente salpica con su cobardía a la humanidad toda al comprar el bienestar al precio de la verdad y al intentar extender el fraude con la pretensión de imponerlo como un dogma incluso a los valientes que no necesitan de las mentiras religiosas para existir con dignidad.




Creedme: antes un drogodependiente que un creyente. Y frente a ambos, el héroe, solitario, conmovedor, valeroso, en medio de la tempestad.

"El héroe es aquél que osa ser, el que se atreve con la verdad y la experimenta en la forma de la ruina, la oscuridad y la muerte" (Felipe Martínez Marzoa).