jueves, octubre 21, 2010

El "ser para la muerte" y la negación del judeocristianismo


"Si los muertos no resucitan comamos y bebamos que mañana moriremos."
(Saulo de Tarso, 1ª Carta a los Corintios, 15-32)

Die Sein-zum-Tode Erfahrung (la experiencia del ser-para-la-muerte)

Nos encontramos en el centro mismo de Sein und Zeit, "Ser y tiempo", la obra cumbre de la filosofía del siglo XX que, de forma paradójica, recupera para el pensamiento la esencia moral de la primitiva religión germánica (precristiana). Véase en este mismo blog:

http://nacional-revolucionario.blogspot.com/2009/01/la-religin-germnica.html

La experiencia del ser para la muerte en cuanto vivencia originaria de la verdad, va acompañada de la superación del temor a la muerte, pero no porque uno no vaya a morir o haya sido salvado, sino porque el existente, lejos de contemplar ya la finitud como algo ajeno que afecta externamente a su felicidad o pervivencia futura, se identifica con la muerte, se deja poseer por ella  y deviene aquél ente abierto al ser que, en cuanto tal, ha superado el miedo y no puede ser sometido al despotismo de Yahvé:

"cuando el "ser ahí" (=el existente), anticipando la muerte, permite que ésta se "apodere" de él, se comprende, libre para ella, en la peculiar superpotencia de su libertad finita, para poder tomar sobre sí en ésta, que sólo "es" en el haber hecho la elección del caso, la impotencia del "estado de abandonado" a sí mismo, y para volverse, en esa misma libertad, clarividente para los accidentes de la situación abierta"
(Martin Heidegger, "El ser y el tiempo", FCE, p. 415).  

El fragmento se encontrará en la página 384 de la edición alemana y ha sido reproducido en su lengua original en la columna derecha de nuestro blog. La importancia de este pasaje de la filosofía de Heidegger en la historia de la cultura es tal, que no se puede entender el nuevo año cero de nuestra era, 1945, y todo aquello que vino después, sino a partir de la radical negación del judeocristianismo que dicho pensamiento supone por toda la eternidad.  Para hacernos una idea de las dimensiones de la ruptura y de la auténtica verdad oculta del "fascismo", basta leer el siguiente pasaje de Santo Tomás de Aquino:

"No hay en verdad cosa más difícil que la muerte (...) Siendo la muerte el mayor de los males, es el mayor ejemplo de paciencia el sufrirla sin turbación de espíritu (...) En consecuencia a esto, dice el Apóstol, hablando de la pasión de Cristo, en su Epístola a los hebreos: "Para destruir por su muerte al que tenía el imperio de la muerte, es a saber, al diablo"."
(Tomás de Aquino, "Compendio de Teología", Cap. CCXXVII).

En efecto, para el "fascismo" la muerte no es el mal absoluto, sino, antes bien, la condición de posibilidad de lo más alto, es decir, del acto ético. Por este motivo, a los ojos del judeocristianismo y mucho antes de que pueda hablarse de genocidio alguno a propósito del fascismo, éste ya se había convertido en Satán en el contexto discursivo y político de las versiones religiosa (derecha) y secularizada (izquierda) del sistema de valores judeo-cristiano.

Jaume Farrerons
21 de octubre de 2010

 

27 comentarios:

Anónimo dijo...

Sin embargo dentro de la tradicion judeo-cristiana tambien existe la idea del martir, o en el islam la idea de la guerra santa, aquel q comparte como fin supremo el acto etico de la muerte, q acepta la necesidad de la muerte para servir a un ideal. Obviamente me puedes alegar a esta afirmacion q en teoria se espera tambien una recompensa en el más allá q si paraiso o jardines del Edén... pero bueno lo q quiero decir es q nadie muere solo por morir, es necesario buscar un ideal real o imaginario. Si morimos por nuestro pais, o por un mundo mas justo, entonces q me vas a decir q estoy trasplantando directamente las bases de la filosofia judeo-cristiana al materialismo? El fascismo no es morir por morir, implica tambien morir por un ideal, no como vienes a decir tu q el ideal sea la muerte en si. Bueno, perdona si me he extendido, te agradeceria alguna aclaracion por tu parte, un abrazo Jaume...

ENSPO dijo...

Te voy a resumir la tradición judeocristiana en un pasaje de las denominadas Sagradas Escrituras: "Si los muertos no resucitan, comamos y bebamos que mañana moriremos" (1ª Cor, 15, 32). La relación judía con dios es un pacto comercial, en virtud del cual, la obediencia se recompensa con la salvación y la vida eterna.

El martir cristiano espera esa compensación y sus sufrimientos son sólo la parte del contrato mercantil que le toca cumplir a cambio de la felicidad en el más allá o en la todavía más materialista resurreción de la carne y disfrute del reino de Dios (de hecho, la vida eterna es una idea platónica, lo cristiano es la hebrea carne renacida que goza de los bienes terrenales para siempre).

Yo no he dicho que la muerte sea un fin en sí. Lo que he dicho es que representa la condición de posibilidad del acto ético. El acto ético es, él mismo, ese fin en sí. Aquéllo más alto. Está expresamente aclarado en el texto.

El acto ético da sentido a la muerte. Pero la muerte, por sí misma, no significa nada desde el punto de vista ético (un cobarde que huye y es abatido por la espalda también muere, no lo olvidemos). He subrayado esta cuestión: hagamos lo que hagamos, moriremos. La muerte nos ofrece una oportunidad de darle sentido a la vida finita, pero depende de nosotros, de nuestra libertad, realizar esa posibilidad abierta.

El fragmento de Heidegger implica, si se lo lee con detención, estas importantes distinciones.

Una cosa es un ideal y otra muy distinta una recompensa. En el heroísmo el ideal es la realización del acto ético como tal, y éste excluye, por principio, el pago o compensación de cualquier tipo, no digamos ya la felicidad eterna.

De ahí la ineludibilidad de la muerte. Condición necesaria, pero no suficiente de la existencia auténtica. La finitud constituye, en una palabra, el fundamento ontológico de la eticidad.

Existen una serie de cuestiones que iré aclarando en posteriores entradas, pero creo que he contestado a tu pregunta.

Saludos y gracias.

Anónimo dijo...

Sinceramente no soy capaz de ver la diferencia entre un ideal y una recompensa, conste q no lo digo por llevarte la contraria. Nadie hace algo sin esperar una recompensa a cambio. Puedo aceptar e incluso compartir contigo q esa recompensa no sea de orden material o en un supuesto paraiso despues de morir. Resulta evidente q con Nietzsche el hombre ya ha alcanzado la madurez de su condición, es consciente de su finitud y a uno no le venderan la moto los curas nunca mas. Sin embargo la funcion de un ideal es precisamente la de una recompensa de orden psicologico. Al morir uno espera ayudar a corregir el ciclo de una injusticia, una asimetria de cualquier orden o como minimo ser un ejemplo para los demás, una forma de seguir viviendo en el recuerdo si se quiere. Aunque seamos racionales no por ello dejamos de ser animales y por ende en esencia egoistas por mucho q disfracemos esos deseos e inseguridades con grandilocuentes mitos e ideales. Por otro lado, tampoco entiendo esa fijación en la muerte de la filosofia alemana, mas q buscar una muerte etica lo q se debería perseguir es una vida util. Lo q se necesita aquí son soldados vivos y no heroes muertos. Un abrazo Jaume, me resulta muy agradable encontrar compañia inteligente...

ENSPO dijo...

Los esquemas judeocristianos han penetrado tanto en nuestra conciencia que ya no distinguimos entre el "ideal" y la recompensa.

Que la mayoría haga lo que tú describes (un hecho indicutible) no significa que la búsqueda del sentido se confunda CONCEPTUALMENTE con la compensación (material, psicológica o de cualquier tipo).

La ética nos dice lo que debe ser, no lo que hace un porcentaje muy elevado de personas; ésa es una cuestión estadística, de psicología, de sociología, etc., que no demuestra nada, excepto la forma de ser habitual de los "humanes". PERO NOSOTROS PROPONEMOS UN NUEVO CANON ANTROPOLÓGICO.

No hay "fijación" ninguna -no se me escapa la connotación patológica que rezuma la palabra- en la muerte, sino el reconocimiento de que la muerte es la condición de posibilidad del acto ético más excelso, a saber, el propio sacrificio sin compensación, sólo por deber, al servicio de la verdad.

Sin la muerte, dicha perfección moral no podría existir. De ahí que la muerte tenga un sentido Y NO SE PUEDA IDENTIFICAR CON EL MAL ABSOLUTO, como hacen los cristianos.

La realización del ideal ético es un fin en sí mismo que:

a/ acepta la muerte como condición de posibilidad del acto ético y la hace suya en cuanto tal;

b/ rechaza cualquier tipo de compensación como mácula a la dignidad heroica de ese acto, entendido como culminación del ser.

Por supuesto, para la mayoría de los humanes esto es imposible, impensable, absurdo, etc. Consciente de ello, he distinguido expresamente entre humanos y mortales. Unos y otros se oponen en un plano radicalmente ontológico.

Una vida útil, dices, pero ¿qué define lo útil? ¿La felicidad del mayor número?

Dime cuáles son los criterios para determinar la utilidad de un acto y de una existencia como articulación proyectual de actos con un sentido o fin.

El acto ético supremo, el sacrificio heroico, no excluye una vida inspirada en lo ético al servicio de la verdad, sólo define el caso límite de la ética. Aquí no se pide a nadie que muera de forma teatral o abandone gratuitamente la vida y sus responsabilidades, sino, antes bien, que, en todo momento, esté dispuesta a lo más grande si es necesario e inspire en dicha disposición heroica todos sus actos cotidianos como patriota, ciudadano, trabajador, militante...

Esa vida al servicio de "lo útil" de la que hablas me huele en cambio a chamusquina cristiano-americana.

Para nosotros lo supremo es la verdad y la vida que queremos es la vida en la verdad y por la verdad. En su defensa estamos resueltos a morir. ¿Te parece poco "útil" esta ética?

Anónimo dijo...

No busques conspiraciones cristiano-americanas detras de las cortinas, en esencia pienso en la misma linea q tu, yo tambien entiendo q despues de la revolucion francesa queda claro q el un valor supremo debe ser el de la busqueda de la verdad y que el ns encarna ese ideal. Te agradezco la aclaracion de la muerte heroica, ahora entiendo mejor el tema. Mencion aparte merecen algunas breves puntualizaciones. En mi opinion el ns exagera sobremanera la faceta racional del ser humano. El hombre es un compendio de la razon junto con un conplejo conglomerado de pasiones, instintos... consecuencia de su naturaleza animal. Pretender q alguien se mueva solo por deber al servicio de la verdad me parece completamente alejado de la realidad y por ende de la misma verdad. El ser humano quierase o no se mueve en gran medida bajo el esquema de estimulo-respuesta, se busca siempre una satisfaccion por bien q ésta no sea de orden material tal como apuntaba en mi anterior comunicación. Imaginate a Rudel en el momento de recibir la Ritterkreuz de las manos del propio H. Te lo puedes imaginar ahora rechazando la condecoracion con las siguientes palabras: -lo siento mein Führer pero ese pedazo de metal para mi no significa nada, es mas me resulta ofensivo, es una macula a mi dignidad heroica, toda esta escenificacion me resulta una escena grotesca pues yo no necesito de nada mas q de la propia satisfaccion personal del deber cumplido... Creo q fue Napoleon quien afirmo q el hombre se mueve por chucherias en alusion a la legion d´honneur. Con todo ello quiero venir a decir q me resulta imposible compartir el apartado b de tu tesis. Tu lo q haces Jaume, es crear una teoria basada en pensamientos abstractos, no en al realidad, en la verdad...
Por otro lado, obviamente te acepto y comparto como un ideal supremo el de la busqueda de la verdad, me resulta rocambolesco q la gente prefiera el vivir en la mentira perpetua por mucho q la testarudez de los hechos me lo demuestren cada dia a porrazos. Sin embargo pienso tambien q existen otras realidades supremas de igual valor q el de la busqueda de la verdad y que esas realidades se basan no en nuestro esquema racional de pensamiento sino en nuestra estructura psicologica irracional, por ejemplo el deseo de supervivencia... recordemos la pirámide de Maslow. Necesitamos pues a mi entender una teoria psicologica del ns y una teoria filosofica q sea integradora al objeto de dar satisfaccion a toda esta realidad tan plural en la q nos movemos. Muchas veces no hay suficiente con buscar la verdad, descrubrirla y ser consecuente con ella. Q hacer si choca por ejemplo la verdad con el instinto de supervivencia?
Quedo a tu disposicion Jaume...

Anónimo dijo...

Usted se contradice, primero afirma que el instinto de supervivencia es más importante que la verdad, después sostiene que el autor del post construye argumentos abstractos ajenos a la verdad, o sea, a la realidad.

Pero la muerte es la verdad absoluta.

Heidegger no se utiliza un método constructivo-conceptual, sino descriptivo. El existente (Dasein) no es un montón de conceptos inventados, sino un fenómeno que muestra la fenomenología.

Una prueba de ello: todo lo que usted dice tiene que ser verdad para que lo aceptemos.

Usted es, ante todo, esa apertura a la verdad.

Fernando Marqués dijo...

Hola señor Farrerons, quería saber si me podría aconsejar algún trabajo de filosofía o extracto de algún autor acerca de 'la esperanza' que usted recuerde y que yo pueda añadir a un texto que forma parte de una propaganda de valores tradicionales.

El texto en cuestión está en

http://www.comunidadeidentidad.com.ar/oro-en-la-sangre/la-esperanza.html

Mi idea es agregarle algún material extra de lectura, pero como estudio en una facultad de exactas no leo seguido y de lo que conozco no recuerdo nada de utilidad.

En la parte que dice 'comunidad' del sitio hay imágenes de la difusión.

ENSPO dijo...

Yo no he hablado de ninguna "conspiración" cristiano americana. Primero me acusa de padecer una "fijación" con la muerte, ahora insinúa que veo conspiraciones... Mas para terminar, me da usted un abrazo.

!Qué cristiano!

Eso de la conspiración se lo inventa usted, hombre. Yo he dicho y subrayo ahora que sus valores de usted son los de la derecha cristiano-americana utilitarista (aliada al comunismo contra Alemania, y no por casualidad, créame); lo que usted nos ofrece aquí es más de lo mismo: la utilidad, el bienestar, la "esperanza", la vida eterna, el paraíso, etcétera. Ya sabemos a dónde nos ha conducido todo esto.

La demagogia discursiva derechista (propia de un cristiano, en esto la impostura es y será siempre un hecho estructural inherente a esta ideología) no tiene límites: se pretende incluso que, según mi planteamiento, un héroe habría de rechazar una medalla porque eso supondría una compensación.

Pero la cuestión, desde el punto de vista moral, no está en recibir o no una medalla, sino en si el presuto héroe ha actuado para obtener la medalla o si ha actuado por deber.

El tema es la motivación ética del acto.

¿Consideraría usted un héroe a alguien que realiza ciertos actos arriesgados o peligrosos al servicio de su patria con el fin de que lo condecoren?

Sobre esta parodia del pseudo héroe cristiano derechista hay una película que se titula "La cruz de hierro". Hasta el sentido común ve lo que es un acto ético si se apura un poco en los matices de hecho.

EL CRISTIANISMO ES PURO MATERIALISMO.

Ya he citado los pasajes de la Biblia, que usted ignora, donde queda claro que para el cristiano obedecer a Dios es una cuestión de utilidad, o sea, de recomensa: "si los muertos no resucitan comamos y bebamos que mañana moriremos" (1 Cor, 15-32). !No se puede hablar más claro! !Si dios no me "salva" me lleno la tripa y me emborracho!

El cristianismo es la ideología "judía" por excelencia; la matriz, dicho brevemente, del capitalismo y de la sociedad de consumo actuales. Nadie puede entender ya en qué consiste realmente la ética en un mundo así. O muy pocos lo entienden sin un esfuerzo de reflexión y honestidad existencial (el camino emprendido por Heidegger). Pero una vez lo entienden, todavía menos son capaces de asumir la gigantesca tarea. Por eso la derecha tradicional está podrida y entregada a los poderes yanquis existentes; en una palabra, entregada A LA EXTREMA DERECHA JUDÍA, que es la que gobierna el planeta gracias a que todas las derechas nacionales se contaminaron tiempo ha con el cristianismo. Porque las élites occidentales se han judaizado al cristianizarse y ha actuado ya siempre, desde la cuna a la tumba, por utilidad, un principio que aplican a todo, empezando por lo sagrado mismo, mero instrumento para la "salvación" y "vida eterna" del negociante de turno.

En esto consiste ser burgués. Un burgués es un conservador hedonista y, claro, para vivir bien necesita creer que la muerte no es el final, de lo contrario incluso la agenda de lujos y goces dejaría de serlo en la constante y angustiosa anticipación de la finitud. Hace falta embrutecerse con la mentira más flagrante -la idea de la resurrección DE LA CARNE-, manchar también el alma con la impostura, el autoengaño y la comodidad de lo útil, a efectos de poder DISFRUTAR lo que se le ha robado al pueblo mediante la usura y la explotación.

Cristiano-americano. No se trata de una conspiración, sino de una COINCIDENCIA DE IDEAS. La derecha; la religión: la mierda MATERIALISTA, habando claro. !Pero encima van de espirituales y desprecian al "pueblo"! !Se pasean en sus cochazos dando lecciones de espiritualidad, de moral, etc!

Derecha: explotación y materialismo sin piedad.

Religión: la mentira de los ricos, la terapia existencial de los poderosos.

Saludos y un abrazo.

ENSPO dijo...

A Fernando Marqués: le recomiendo "La espera y la esperanza", de Pedro Laín Entralgo.

Pero lo más granado sobre el tema esperanza nos lo ofrecen judíos como Emmanuel Lévinas.

Y la esperanza por excelencia, en su sentido secularizado, la analiza otro judío comunista, Ernst Bloch, en "El principio esperanza". Le dedicaré una entrada en este blog para que los auténticos patriotas (que NO PUEDEN SER DE DERECHA RELIGIOSO TRADICIONAL sin incurrir en contradicción) empiecen a pensar hasta dónde llega la plaga espiritual materialista.

!Pasen y vean!

Ernst Bloch:

"El principio esperanza", Ed, Trotta (tres tomos).

En los Col·loquis de Vic a los que asistí hace poco, uno de los ponentes, filósofo, afirmó que la herencia europea se compone de tres ingredientes:

a/ la racionalidad, aportada por los griegos;

b/ la técnica, aportada por los romanos;

c/ la esperanza, aportada por... los judíos.

Inmediatamente, propuse que, para re-europeizar Europa, suprimamos el filón hebreo.

Algunos empiezan a entenderme ya.

Anónimo dijo...

Entiendo su critica a el judio-cristianismo, pero no creo en mi lineamientos nacional revolucionarios, a pesar de que no soy catolico (nunca lo e sido) que todo lo catolico sea malo.
Claro la critica al Tomismo y claro a el protestantismo encabezado por Lutero y Calvino son parte de un problema mayor.
Aún así considero que dentro del catolicismo San Agustín y San Buenaventura son herederos de Platon que toca leer y observar. Gracias gran labor la realizada por ud.

Anónimo dijo...

P.D El comentario anterior lo realizo de acuerdo a las lecturas que he hecho de un NR de mi país, que compara al tomismo, a Lutero y luego los engloba en un mismo paquete ideológico de Capitalismo, comunismo y nazismo, es decir la herencia materialista que claro está nosotros combatimos.

Él luego aborda el tema luego del extenso libro, muestra como San Agustín y otros de la herencia platonista le sirven a nuestros lineamientos NR gracias. Me agradaría una respuesta.

Fernando Marqués dijo...

Yo pensaba que lo que decía el rabino lamm

http://www.tora.org.ar/contenido.asp?idcontenido=1085

era una fanfarronería:

"Debido a que el Judaísmo habló de un Dios en el cielo a Quien podía la gente dirigir sus sueños con mucho entusiasmo, y Quien respondería positivamente a sus llantos, convirtió la Esperanza de un mito nebuloso, gaseoso, fantasioso, y hasta peligroso (como lo catalogaron los griegos) en la práctica seria, estructurada y espiritual que éste pregonaba. "

y luego continúa

"Estas ilustres culturas (griega, romana...) trajeron al mundo una cornucopia de sensibilidad, poesía, lógica y filosofía, aunque sustrajeron de la humanidad un elemento rudimentario de vivir que mantiene a la gente en sus quehaceres diarios. [...] La religión monoteísta se convirtió en la cuna del optimismo, mientras que el paganismo sufrió una crisis de melancolía, para finalmente desaparecer. "

Siempre pensé que había una Esperanza al modo precrisitiano, activa-heroica, y otra esperanza al modo evangélico pasiva-sumisa,
y que el judaísmo tenía a su vez su Esperanza activa-heroica, sólo que reservándosela celosamente. Quedando sólo el judeo-crisitanismo, resultaba la esperanza (en minúscula) pasiva, viva en el estómago lleno de la burguesía. Una Esperanza negada.


Voy a ver si consigo las obras que citó. Muchas gracias.

E20109060 dijo...

"Sinceramente no soy capaz de ver la diferencia entre un ideal y una recompensa"

Pues amigo a ver si una repasadita a un diccionario te lo aclara, una es por deber, un deber superior que uno hace propio sin esperar nada, la otra es simple conveniencia, esperas algo a cambio.er

ENSPO dijo...

En efecto, lo que digo no es una teoría rebuscada sacada de los libros, sino el retorno a nosotros mismos, a lo que todos, en el fondo, ya sabemos pero no hacemos más que ocultarnos. Pues la verdad es lo más duro que existe.

No otra cosa significa la "hermenéutica de la facticidad" o de la "existencia histórica".

La auténtica amistad sólo puede brotar de ese suelo rocoso de la verdad que nos constituye y que hemos de recuperar más allá de las "ideas" que nos han metido en la cabeza unos poderes harto interesados en manipularnos con la "esperanza".

Los auténticos luchadores NR no pueden llevar la palabra "amor" o "felicidad" en la boca.

!Basta ya de mentiras!

Gracias camaradas.

ENSPO dijo...

Yo no niego que en la tradición platónica, cristiana o católica podamos encontrar algo valioso. De hecho, los principios a los que apelo han sobrevivido en los textos de forma velada, subterránea, oblicua, que conviene interpretar. De ahí la necesidad de la exégesis (hermenéutica) de la herencia metafísica, en la que Heidegger trabajó durante décadas, Un ejemplo es Kant, autor de la ética del deber.

Pero nosotros somos ya conscientes de lo que significa el cristianismo. Estamos en el final de los tiempos de occidente. La civilización cristiana muestra sus frutos seculares en la sociedad de consumo y en lo que va a ser nuestra extinción como pueblo: la globalización. Los valores hedonistas conducen a la aparición de un tipo humano despreciable, repugnante, mediocre, sólo preocupado por el beneficio, por su pequeña felicidad. El último hombre del que hablaba Nietzsche.

Afirmar esto es perfectamente compatible con la lectura de Platón, San Agustín y tantos otros autores filósofos, siempre que sepamos y seamos capaces de distinguir, de separar el grano de la paja...

En respuesta a uno de los anónimos.

Recomiendo la comprensión del concepto heideggeriano de Destruktion (destrucción, en el sentido de de-construcción) de la tradición filosófica occidental, para poder remontarnos a la "pureza ética" de presocráticos como Heráclito. Allí donde existe sólo el suelo rocoso de los fenómenos desnudos, de la verdad.

"Muerte es cuanto vemos despiertos, cuanto vemos durmiendo es sueño" (Heráclito).

Anónimo dijo...

El ser para la muerte de Heidegger es autenticidad y realismo no cristiano. El que se da cuenta de que tiene que morir (morir del todo:, no hay inmortalidad, no hay más) empieza a plantearse la vida con un radicalismo que no tenía antes de darse cuenta de esto. Pues bien, la verdadera ética comienza aquí, en este radicalismo de reconocer lo que verdaderamente se es. Kant decía que no hay ética sin libertad. Cierto. A esto podemos añadir también que no hay ética sin este reconocimiento de la muerte absoluta. La muerte para un cristiano no es verdaderamente muerte.
Nos hacemos un proyecto existencial de nosotros mismos teniendo en cuenta que somos mortales. Como somos mortales y tenemos sólo una vida nos da tiempo a hacer esto y lo otro. Este proyecto existencial ya no es lo mismo para uno que crea en la muerte absoluta y para otro que crea en la inmortalidad. El que cree en la muerte absoluta está ligado ineludiblemente a lo terrestre. El que cree en la inmortalidad corre el riesgo de no vivir esta vida, porque está esperando la otra. Este es uno de los reproches que Nietzsche hace a los cristianos.

Anónimo dijo...

He comprado el libro de Laureano Luna “La insuficiencia del discurso racional” y lo estoy leyendo. Francamente complicado; veo mucha confusión e ideas poco claras. La parte interesante sobre fundamentación metafísica y moral empieza en la página 267. Viene a decir más o menos lo siguiente. Platón y el cristianismo creen en la inmortalidad del alma particular de cada uno. Aristóteles sin embargo no cree en la inmortalidad del alma personal. Sin embargo dice que hay una especie de alma común a todos, llamada “intelecto agente”, que funciona en todos igual y que sí sería inmortal (pero no personal). A través de un ejemplo: cuando Juan y Pedro piensan en sus respectivas vivencias de un fin de semana lo piensan de diferente manera; pero cuando piensan que 2+2=4 lo piensan igual. Hay procesos mentales comunes a todos los hombres, lo cual justificaría una especie de alma común superior al mero yo-individuo-razón del racionalismo y del individualismo moderno. Esta especie de alma colectiva se convertiría en una nueva fundamentación o nuevo tribunal último.
Veo al menos 3 problemas: 1) no asegura la eliminación del racionalismo. Al contrario, los procesos comunes a todos son los racionales en el sentido del racionalismo. Con este alma superior común habría que hablar de una razón colectiva y no de una razón individual, pero razón al fin y al cabo. 2) Se mete de lleno en lo común y en lo universal, que es tanto como decir que se aleja de la vida. Bajo esta perspectiva del intelecto agente se sobrevalora lo común y no lo individual e irrepetible de cada uno. Con lo cual estamos de nuevo en el igualitarismo, cristianismo e ilustración. Pienso que a la realidad se llega desde lo individual y a lo alejado de la realidad desde lo universal. Naturalmente la persona de la que hablo no tiene porqué ser un individuo-razón ilustrado, ni el individuo aislado de la política moderna. 3) La matemática y la lógica se basan en axiomas y, como señala Laureano, ¿por qué iba yo a fiarme de los axiomas? Los axiomas no se demuestran, simplemente se ponen ahí porque interesa. Ahora lo que queda es elegir entre un sistema de este tipo (axiomas en matemáticas, postulados en física) o de otro. Todo esto lo admito. Solo nos queda ver las ventajas que ofrecen uno y otro comienzo, y sobre todo ver cuál de ellos se acerca más al principio ontológico básico de dejar que las cosas sean como son (Heidegger). Dicho esto no veo que una intuición mística hegeliana, cristiana o hindú esté más justificada que la reflexión crítica clásica (incluida la ciencia –no la ciencia aplicada al servicio del dominio, sino la ciencia de investigación pura–)
Hay todavía otro aspecto importante sobre el contenido y la forma de la racionalidad lógico-matemática. La lógica y la matemática no tienen contenido por sí mismas x+x=2x no tiene porqué significar peras, ni manzanas. Pero se le puede asignar contenido a las x y convertirlo en una fórmula acerca de velocidades, bultos en un camión, ... Es aquí, en la asignación del contenido, donde se puede imponer a la realidad algo que la realidad no tiene. Sin embargo a nivel de pura forma la racionalidad lógico-matemática es absolutamente inocente y el razonamiento lógico clásico (deducción) se funda precisamente en esta racionalidad inocente. No se puede eliminar toda la racionalidad de un plumazo.
Pienso que, efectivamente, el discurso racional del racionalismo es insuficiente y está manejado, pero el lugar en el que hemos de permanecer después de esto no está todavía claro y hay que pensarlo más.

Anónimo dijo...

He comprado el libro de Laureano Luna “La insuficiencia del discurso racional” y lo estoy leyendo. Francamente complicado; veo mucha confusión e ideas poco claras. La parte interesante sobre fundamentación metafísica y moral empieza en la página 267. Viene a decir más o menos lo siguiente. Platón y el cristianismo creen en la inmortalidad del alma particular de cada uno. Aristóteles sin embargo no cree en la inmortalidad del alma personal. Sin embargo dice que hay una especie de alma común a todos, llamada “intelecto agente”, que funciona en todos igual y que sí sería inmortal (pero no personal). A través de un ejemplo: cuando Juan y Pedro piensan en sus respectivas vivencias de un fin de semana lo piensan de diferente manera; pero cuando piensan que 2+2=4 lo piensan igual. Hay procesos mentales comunes a todos los hombres, lo cual justificaría una especie de alma común superior al mero yo-individuo-razón del racionalismo y del individualismo moderno. Esta especie de alma colectiva se convertiría en una nueva fundamentación o nuevo tribunal último.
Veo al menos 3 problemas: 1) no asegura la eliminación del racionalismo. Al contrario, los procesos comunes a todos son los racionales en el sentido del racionalismo. Con este alma superior común habría que hablar de una razón colectiva y no de una razón individual, pero razón al fin y al cabo. 2) Se mete de lleno en lo común y en lo universal, que es tanto como decir que se aleja de la vida. Bajo esta perspectiva del intelecto agente se sobrevalora lo común y no lo individual e irrepetible de cada uno. Con lo cual estamos de nuevo en el igualitarismo, cristianismo e ilustración. Pienso que a la realidad se llega desde lo individual y a lo alejado de la realidad desde lo universal. Naturalmente la persona de la que hablo no tiene porqué ser un individuo-razón ilustrado, ni el individuo aislado de la política moderna. 3) La matemática y la lógica se basan en axiomas y, como señala Laureano, ¿por qué iba yo a fiarme de los axiomas? Los axiomas no se demuestran, simplemente se ponen ahí porque interesa. Ahora lo que queda es elegir entre un sistema de este tipo (axiomas en matemáticas, postulados en física) o de otro. Todo esto lo admito. Solo nos queda ver las ventajas que ofrecen uno y otro comienzo, y sobre todo ver cuál de ellos se acerca más al principio ontológico básico de dejar que las cosas sean como son (Heidegger). Dicho esto no veo que una intuición mística hegeliana, cristiana o hindú esté más justificada que la reflexión crítica clásica (incluida la ciencia –no la ciencia aplicada al servicio del dominio, sino la ciencia de investigación pura–)
Hay todavía otro aspecto importante sobre el contenido y la forma de la racionalidad lógico-matemática. La lógica y la matemática no tienen contenido por sí mismas x+x=2x no tiene porqué significar peras, ni manzanas. Pero se le puede asignar contenido a las x y convertirlo en una fórmula acerca de velocidades, bultos en un camión, ... Es aquí, en la asignación del contenido, donde se puede imponer a la realidad algo que la realidad no tiene. Sin embargo a nivel de pura forma la racionalidad lógico-matemática es absolutamente inocente y el razonamiento lógico clásico (deducción) se funda precisamente en esta racionalidad inocente. No se puede eliminar toda la racionalidad de un plumazo.
Pienso que, efectivamente, el discurso racional del racionalismo es insuficiente y está manejado, pero el lugar en el que hemos de permanecer después de esto no está todavía claro y hay que pensarlo más.

Anónimo dijo...

He comprado el libro de Laureano Luna “La insuficiencia del discurso racional” y lo estoy leyendo. Francamente complicado; veo mucha confusión e ideas poco claras. La parte interesante sobre fundamentación metafísica y moral empieza en la página 267. Viene a decir más o menos lo siguiente. Platón y el cristianismo creen en la inmortalidad del alma particular de cada uno. Aristóteles sin embargo no cree en la inmortalidad del alma personal. Sin embargo dice que hay una especie de alma común a todos, llamada “intelecto agente”, que funciona en todos igual y que sí sería inmortal (pero no personal). A través de un ejemplo: cuando Juan y Pedro piensan en sus respectivas vivencias de un fin de semana lo piensan de diferente manera; pero cuando piensan que 2+2=4 lo piensan igual. Hay procesos mentales comunes a todos los hombres, lo cual justificaría una especie de alma común superior al mero yo-individuo-razón del racionalismo y del individualismo moderno. Esta especie de alma colectiva se convertiría en una nueva fundamentación o nuevo tribunal último.
Veo al menos 3 problemas: 1) no asegura la eliminación del racionalismo. Al contrario, los procesos comunes a todos son los racionales en el sentido del racionalismo. Con este alma superior común habría que hablar de una razón colectiva y no de una razón individual, pero razón al fin y al cabo. 2) Se mete de lleno en lo común y en lo universal, que es tanto como decir que se aleja de la vida. Bajo esta perspectiva del intelecto agente se sobrevalora lo común y no lo individual e irrepetible de cada uno. Con lo cual estamos de nuevo en el igualitarismo, cristianismo e ilustración. Pienso que a la realidad se llega desde lo individual y a lo alejado de la realidad desde lo universal. Naturalmente la persona de la que hablo no tiene porqué ser un individuo-razón ilustrado, ni el individuo aislado de la política moderna. 3) La matemática y la lógica se basan en axiomas y, como señala Laureano, ¿por qué iba yo a fiarme de los axiomas? Los axiomas no se demuestran, simplemente se ponen ahí porque interesa. Ahora lo que queda es elegir entre un sistema de este tipo (axiomas en matemáticas, postulados en física) o de otro. Todo esto lo admito. Solo nos queda ver las ventajas que ofrecen uno y otro comienzo, y sobre todo ver cuál de ellos se acerca más al principio ontológico básico de dejar que las cosas sean como son (Heidegger). Dicho esto no veo que una intuición mística hegeliana, cristiana o hindú esté más justificada que la reflexión crítica clásica (incluida la ciencia –no la ciencia aplicada al servicio del dominio, sino la ciencia de investigación pura–)
Hay todavía otro aspecto importante sobre el contenido y la forma de la racionalidad lógico-matemática. La lógica y la matemática no tienen contenido por sí mismas x+x=2x no tiene porqué significar peras, ni manzanas. Pero se le puede asignar contenido a las x y convertirlo en una fórmula acerca de velocidades, bultos en un camión, ... Es aquí, en la asignación del contenido, donde se puede imponer a la realidad algo que la realidad no tiene. Sin embargo a nivel de pura forma la racionalidad lógico-matemática es absolutamente inocente y el razonamiento lógico clásico (deducción) se funda precisamente en esta racionalidad inocente. No se puede eliminar toda la racionalidad de un plumazo.
Pienso que, efectivamente, el discurso racional del racionalismo es insuficiente y está manejado, pero el lugar en el que hemos de permanecer después de esto no está todavía claro y hay que pensarlo más.

Anónimo dijo...

Otra vez le comenta el que le respondió como NR.

Entiendo su punto en cuanto que los valores que actualmente sostiene la sociedad de confort y consumo parten de valores secularizados que provienen de santo Tomas de Aquino y otros filósofos de la tendencia materialista y hedonista. Claro que muchos ideológos del sistema sostienen sus mismos pensamientos y los defienden secularizados.

Pero no extendería todo el problema del individualismo en busca de la felicidad pasajera a todo el cristianismo y entiendo que ud no lo hace, o no es propiamente lo que se debería hacer.

Pero no es tanto separar el grano de la paja, creo que la filosofía que sostiene la revolución de sacrificio, heroismo y voluntarismo espiritualista, sobrevivió en ciertos pensadores y se vio reflejado luego.

Considero también que la trascendencia de dichos pensadores llego a expresiones posteriores igualmente revolucionarias en cuanto a sus teorías por ejemplo la "ciudad de dios" es un buen ejemplo de ello, en cuanto a sacrificio y traer valores inquebrantables e incuestionables al mundo terrenal.

Como vera repito que no soy catolico, pero eso no me lleva a negar que dentro de el hubo expresiones importantes.

Aún así los paises en los que vivimos nuestro campo de acción es muy limitado.

NR se han dedicado a expandir la ideología pero sin financiación es imposible y el sistema avanza implacable hasta evitar cualquier forma de expresión que podemos llegar a querer.

Es allí donde entra ese catolicismo o esa expresión anti-sistema que rescata el sindicalismo obrero católico y posteriormente sirve como vinculo para rescatar las otras experiencias sindicalistas y revolucionarias, lo que nos puede llegar a servir como vinculo para llegar a nuestros fines máximos y sostenerlo y hacerlos adecuados ante las sociedades que nos enfrentamos.

No hago apología a ninguna religión podría ser el Islam, pero en cuanto exista algo espiritual en ellas y expresión de sacrificio diario, desinteresado, creo y estoy seguro que hay que defenderlas. Aún así su trabajo filosófico es interesante, Gracias.

ENSPO dijo...

En primer lugar considero muy acertado el comentario anónimo que entiende la finitud de la vida como una de las condiciones del valor de cada momento y de cada acción que realizamos. !Una incitación a vivir, no a suicidarse o cosa por el estilo! Pero a vivir de forma única y auténtica porque esa forma será lo que quede de nosotros, nuestra obra, y no se repetirá nunca más.

ENSPO dijo...

Al usuario que se presenta como NR:

Mi postura es la siguiente y quiero dejarla clara de forma sincera, sin ofender a nadie, pero con firmeza.

Aunque haya podido haber héroes cristianos, cosa que no niego, lo han sido a título individual y A PESAR DE SER CRISTIANOS.

Quizá hubo -!los hubo, no me cabe duda!- cristianos que actuaron sin esperanza de compensación, aunque el cristianismo la ofrezca siempre y nos insulte ya sólo con su nauseabunda pretensión comercial.

Un cristiano que actuara así, no por compensación, no por la vida eterna prometida, no por la felicidad, sino sólo en honor a Dios, merece mi respeto, se lo reconozco a usted, NR, sin empacho.

Yo mismo estuve antaño a punto de convertirme al cristianismo CON ESA CONDICIÓN, pero los sacerdotes me rechazaron, intuyeron en mí al enemigo. Les dije: no quiero la salvación, sino sólo OBEDECER A DIOS. !!!Inaceptable!!! !!!Orgullo, me espetaron!!!

Pero por lo mismo que reconozco esa realidad histórica accidental, no esencial, del cristianismo heroico, también le digo que ese hombre leal a Dios hasta la muerte NO ES CRISTIANO en substancia, sino sólo en forma, y más valdría que no entregara su sangre por la causa de Yahvé, un ente omnipotente que o nos atemoriza o intenta sobornarnos.

A ese cristiano le diría: deja de ser cristiano, pues no buscas la salvación, sino el HONOR, algo que el tirano del erial hebreo odia y quiere arrebatarte a cambio de que te le sometas. Pues Yahvé es,e n realidad, el DIABLO.

Lucha pues por un dios del honor y no por el dios que compra o intimida a quienes le siguen, como el dios judío, el déspota asesino, genocida, arrogante y fatuo del Libro de Josué.

Aquél OTRO dios no judaico aparece como cifra de la finitud misma, el dios germano. Porque el mundo es finito y lo amamos igual que amamos a una mujer, tal como es, no abstrayendo lo que nos gusta e hipostasiándolo frente a lo que no nos gusta para que ésto último sea liquidado. La vida es finita. Vida y muerte: lo mismo. Quienes niegan la muerte HAN TRAICIONADO LA VIDA. Por eso su mundo, el cristiano cielo, es el "más allá", una ficción de cobardes y villanos que temen la vida finita, la única vida posible, hermosa, sagrada y real.

Así pues, pido respeto para los cristianos honestos. Déseles una oportunidad de unirse a nuestras filas. Pero recuérdeseles en todo momento que ellos, al aceptar la muerte, ya están por encima del dios al que pretenden servir si ése fuera Yahvé.

También soy consciente de que ha habido confesiones, de procedencia luterana o reformada, que han reivindicado la lealtad a Dios como una exigencia independiente de la salvación, una salvación a la que el fiel renuncia sin renunciar al mismo tiempo, por ello, a lo sagrado.

Es que en los luteranos hablaba el dios germano que había en ellos como alemanes que eran. Un dios de honor.

Pero no era el dios judío. Abraham NO CONOCE EL HONOR. Analícese el personaje bíblico. Compáresele con Aquiles, por ejemplo, o con Hagen. !Maravillosos malvados trágicos, heroicos, como la naturaleza misma! !Como ese mundo natural que el judaísmo desprecia porque Yahvé nació en el desierto, no en los frondosos bosques de la Germania! ------En nuestra amada Europa que ya perece.

!!!Luchemos pues, y que, habiendo llegado al parecer la hora del fin, nuestra sangre les salga cara a los canallas usureros!!!

!!!En pie, amigos, camaradas!!!

!!!Honor a Europa!!!

Saludos.

ENSPO dijo...

Respuesta al usuario que ha leído el libro de Laureano Luna:

La obra de Luna "La insuficiencia del discurso racional" es seria e implica grandes conocimientos y un rigor innegable.

El problema de Luna no es intelectual (está capacitado de sobras), sino moral. Luna teme a la muerte como mal absoluto y ha retorcido todos sus procesos mentales de razonamiento de manera que le conduzcan a una conclusión tranquilizadora para su yo personal. Ha ultrajado la verdad a fin de producir un ansiolítico teórico. En suma, ha incurrido, por cobardía, en la mayor villanía que puede cometer un filósofo: vender la verdad a cambio del bienestar propio.

La idea de que las estructuras matemáticas, por ejemplo, 2X2=4, son universales y, por lo tanto, correlato de un sujeto que no es el yo individual sino un ser subjetivo pero abstracto de la razón pura, procede de Edmund Husserl, el maestro de Heidegger. NO ES UNA IDEA DE LUNA.

Toda la obra de Heidegger arranca con la crítica de ese Ego Trascendental (al que apela Luna sin tener la honestidad de reconocer de dónde vienen las doctrinas que reivindica), el cual depende de las famosas reducciones fenomenológicas y trascendentales. Las mismas implican poner entre paréntesis la realidad y quedarnos sólo con los fenómenos que se muestran a la conciencia sin distinguir entre los que son "reales" y los que son "irreales". Sólo quedaría e "campo de conciencia", sonbre el que como tal tenemos plena certeza cartesiana.

El segundo momento reductivo de Husserl consiste en pasar de los fenómenos individuales a las esencias, es decir, no nos interesan las sillas en concreto, sino la idea universal de silla. Con ello cree Husserl haber encontrado la certeza absoluta: un campo de conciencia que capta lo esencial, es decir, lo que no puede modificarse, lo que siempre es al margen del tiempo, de la caducidad, del sufrimiento, de la muerte. Tal campo de conciencia eidético sería "dios". Y, de hecho, el judío Husserl se convirtió al cristianismo con la esperanza de haber dado un fundamento fenomenológico sólido a la religión católica (=universal), frente al particularismo hebreo.


(sigue)

ENSPO dijo...

En este concepto, no nos interesa la imagen del dios cristiano, sino la esencia de lo divino, es decir, lo abstracto. El dios cristiano deviene así anémico concepto. Nietzsche describe muy bien este proceso en "El Anticristo": "su reino mundial es el reino del mundo subterráneo, el reino del ghetto... Y él mismo es tan débil, tan pálido, tan decadente... Hasta los más pálidos entre los pálidos se hicieron dueños de él; los señores metafísicos, los albinos de la idea. Éstos tejieron lentamente entorno a él su telaraña, hasta que él, hipnotizado por sus movimientos, se convirtió a su vez en una araña, en un metafísico. Y entonces tejió el mundo, sacándolo de sí mismo -sub specie Spinozae-; entonces se transfiguró en un ser cada vez más sutil y pálido, se convirtió en ideal, se hizo espíritu puro, llegó a ser lo absoluto, la cosa en sí... Decadencia de un Dios: Dios se hizo cosa en sí" (aforismo 17).

Para el "yo" que ante todo teme la muerte, esta supervivencia como Ego Trascendental, que Nietzsche ha caricaturizado tan ricamente, es suficiente. Cualquier cosa antes que aceptar la desaparición total del propio y amado ego. Luna se ha aferrado así a la tesis de Husserl y la ha convertido en solución personal que además ha de proporcionarle poder, porque además, afirma Luna haber gozado de una experiencia de la suprema identidad con la que habría estado en contacto DIRECTO con ese Ego Trascendental, como si se tratara de un ser "realmente" existente y no de una mera IDEA.

Mas, recordémoslo, con la doble reducción husserliana, que hemos señalado más arriba, nos habíamos despedido del mundo. !!!El Ego Trascendental no es una cosa o un algo real con el que nos podamos comunicar!!!! Las reducciones de Husserl excluyen esa posibilidad.

Para Husserl se trataba de dar una sutil esperanza a la fe, pero a Husserl no se le habría ocurrido afirmar que había de alguna manera de entrar en contacto con el Ego Trascendental de su filosofía.

(sigue)

ENSPO dijo...

Por su parte, Heidegger critica a Husserl lo siguiente: que al pretender atenerse a los fenómenos, ha olvidado y "reducido", suprimiéndolo de un plumazo, el fenómeno más importante, a saber, el fenómeno de la EXISTENCIA o Dasein.

El Ego Trascendental de Husserl y el Dasein de Heidegger se oponen como la conciencia abstracta del intelectual que en su despacho aprehende las entidades matemáticas y las ideas puras, frente a la experiencia de un soldado del frente que vive apertura al ser y a la verdad que nos angustia porque podemos morir.

Ahora bien, precisamente porque el Ego Trascendental se ha colocado en un plano donde no se distingue entre realidad e irrealidad, resulta del todo absurdo pretender que ese mismo Ego Trascendental,el sujeto de las estructuras matemáticas y de las valideces abstractas de la teoría pura, pueda ser concebido como un ser existente y eterno que nos salvaría de la muerte.

La cuestión es que el Ego Trascendental NO ES REAL, no existe. !Claro que se distingue del yo individual! Éste es concreto, fáctico y finito. El Ego Trascendental ostenta por sí mismo la misma existencia que una entidad matemática o conceptual, o sea, ninguna. Las entidades matemáticas sólo existen para un Dasein, de la misma manera que Husserl sólo pudo pensar el Ego Trascendental en la medida en que, como indivuduo, Husserl era un existente fáctico y finito (que ya ha muerto, como volis nolis morirá Luna).

La única universalidad que nos interesa, después de la crítica heideggeriana a Husserl, es precisamente la del Dasein como apertura a la verdad del ser, a la comprensión preteórica del ser, o, en otros términos, a la vivencia de la vida tal como se muestra.

Ahí empieza Heidegger su trabajo en tanto que filósofo: !dejando atrás a Husserl! (del que sólo conserva el método fenomenológico PERO aplicado al fenómeno de la existencia).

Heidegger pretende que esa vivencia de la vida o comprensión del ser manifiesta unas constantes, unas estructuras permanentes que son las de la "realidad radical". Si queremos empuñar nuestra propia existencia y ser verdaderamente libres, hemos de volvernos hacia dichas extructuras o redes de sentido básicas e ineludibles y asumirlas de forma expresa. El acto de asunción de nuestro propio ser como existentes es el ser-para-la-muerte. Justamente aquello que Luna niega, refugiándose cobardemente en la torre de marfil abstracta de un Ego Trascendental universal que no muere porque no es real, porque nunca ha "nacido" y no es más que la sombra de la masa adocenada donde nadie es alguien y todos son como los otros (igual que los números de una serie matemática).

Espero haber respondido, sin pretender ser exhaustivo, a los posts del lector de Luna, que me han parecido muy interesantes pero que a mi entender no aciertan con el problema principal de Luna, un problema que no es intelectual sino MORAL: LA NEGATIVA A ASUMIR LA VERDAD DE LA MUERTE.

Saludos.

ramiro dijo...

no dejen de ver este video camaradas,

LO QUE SE VIENE !!!

http://www.youtube.com/watch?v=5EqUFXbV6Lg&feature=player_embedded#!

ENSPO dijo...

Van a desencadenar una guerra racial, lo están deseando. Pero no debemos caer en su provocación. El nazismo lo hizo y lo estamos pagando muy caro.