MUSSOLINI SEIS DÍAS ANTES DE MORIR
Palabras textuales del órgano político oficial de Benito Mussolini, fundador del fascismo y de la República Social Italiana (R.S.I.), sin más comentarios, porque se explican solas y no dejan ningún margen a la duda o a las manipulaciones de los evolianos (ultraderechistas, falsos fascistas) como Ernesto Milá.
Nuestros programas son decididamente revolucionarios, nuestras ideas pertenecen a lo que en un régimen democrático se llamaría "izquierda"; nuestras instituciones son una consecuencia directa de nuestros programas; nuestro ideal es el Estado del Trabajo. No cabe duda de esto: somos los proletarios que luchamos, a vida o muerte, contra el capitalismo. Somos los revolucionarios en busca de un nuevo orden. Si esto es cierto, dirigirse a la burguesía agitando el peligro rojo es absurdo. La verdadera pesadilla, el verdadero peligro, la amenaza contra la que luchamos sin descanso, viene de la derecha.
El órgano oficial de la República de Salò:
«I nostri programmi sono decisamente rivoluzionari, le nostre idee appartengono a quelle che in regime democratico si chiamerebbero “di sinistra”; le nostre istituzioni sono conseguenza diretta dei nostri programmi; il nostro ideale è lo Stato del Lavoro. Su ciò non può esserci dubbio: noi siamo i proletari in lotta, per la vita e per la morte, contro il capitalismo. Siamo i rivoluzionari alla ricerca di un ordine nuovo. Se questo è vero, rivolgersi alla borghesia agitando il pericolo rosso è un assurdo. Lo spauracchio vero, il pericolo autentico, la minaccia contro cui lottiamo senza sosta, viene da destra».
Enzo Pezzato, "Repubblica fascista", 22 de abril de 1945, en Ugoberto Alfassio Grimaldi, La stampa di Salò, Milán, 1979, p. 80.
Fuente: http://fncrsi.altervista.org/Piraino_estrema_destra_contro_il_fascismo.pdf Página 16, n. 21.
MÁS SOBRE DESTRA Y SINISTRA EN MUSSOLINI
Me niego a calificar de derecha la cultura que mi revolución ha originado. Cultura de derecha, enteramente respetable, es la que corresponde a la Action Française. Cultura de derecha es lo que hace la gente de Codreanu. Cultura de derecha debe considerarse aquélla en la que está trabajando mi amigo inglés Mosley. Pero la cultura fascista, que recupera valores del entero Novecento italiano, no es de derecha.
Las mismas consideraciones valdrían para los ultraderechistas Julius Evola y Ernesto Milá.
Texto original en italiano:
“Mi rifiuto di qualificare di destra la cultura cui la mia rivoluzione ha dato origine. Cultura di destra, del tutto rispettabile, è quella che fa capo all’Action Francaise. Cultura di destra è quella di cui la gente di Codreanu è fautrice. Cultura di destra è da considerarsi quella alla quale il mio amico inglese Mosley sta lavorando. Ma la cultura fascista, che recupera valori dell’intero Novecento italiano, non è di destra”.
Yvon de Begnac, Taccuini Mussoliniani, Bolonia, Il Mulino, 1990, p. 373, ibidem.
Véase:
La página personal de Jaume Farrerons en Facebook fue inhabilitada como consecuencia de las reiteradas denuncias de ultraderechistas cristianos y sionistas muy interesados en evitar que se difundieran ciertas informaciones sobre la procedencia socialista, es decir, izquierdista, de la ideología fascista. Como consecuencia de dichas inhabilitaciones, que afectaron a cinco páginas con 5000 seguidores cada una, se han perdido cientos de documentos que estamos intentando recuperar a través blogs amigos que los habían reproducido con el fin de difundirlos por la red, como es el caso de este artículo en https://ser1889.wordpress.com/2020/02/13/3456/
A tenor de lo que la derecha hizo con el fascismo antes y después de 1945, no consideramos, como opina Yvon de Begnac, que la destra sea algo al menos respetable, sino sólo digna del más absoluto desprecio. Los escritos, por llamarlos de alguna manera, de Julius Evola y Ernesto Milá u otros ultras sobre el fascismo constituyen un fraude al servicio de las cloacas del Estado, es decir, del Pentágono y, en última instancia, de sus amos de facto neocon sionistas, fundamentalistas evangélicos ("sionistas cristianos") e israelíes.
Jaume Farrerons
La Marca Hispànica, 9 de septiembre de 2020.
22 comentarios:
¡Enhorabuena, cuanto se extrañaba su persona don Jaume! Gracias totales por el material tan esclarecedor de siempre.
Un abrazo desde Chile.
Gracias a usted, amigo, por su interés. Seguimos en la brecha. Un abrazo desde España.
Muy esclarecedor el texto de la entrada donde se explica el origen ideológico del fascismo por parte de su creador, Benito Mussolini, comparto dicho análisis. Pero hay que mencionar que Mussolini subió al poder puesto por el rey Victor Manuel III, con lo cual gobernó bajo la monarquía italiana,o sea, con el apoyo de la oligarquía italiana, dejando de lado el carácter revolucionario del fascismo. Posteriormente en 1943(Una vez que los alemanes lo liberaron de los partisanos)creó la "República de Saló", que no fue otra cosa que volver a los orígenes socialistas y revolucionarios del fascismo, aunque esto también se puede interpretar también como un intento de querer ganarse a la clase trabajadora cuando el fin de su régimen estaba cada vez más cerca.
Sobre los ultraderechistas cristianos o fundamentalistas evangélicos(Sionistas cristianos), que están muy ligados a Israel solo comentar que para mí no son cristianos, como protestantes que son, yo no considero al protestantismo como una confesión del cristianismo, fue una confesión creada por Martin Lutero, un monje franciscano alemán, cuyo objetivo era dividir al cristianismo.
Un saludo.
De acuerdo en todo lo que dice sobre Mussolini, siempre y cuando quede claro que, a efectos ideológicos, el fascismo es siempre revolucionario ---o sea, de izquierdas--- a despecho de las concesiones tácticas y estratégicas que todos los movimientos políticos ---sin excepción--- están obligados a realizar, les guste o no. La sinceridad o insinceridad de Mussolini durante la República de Salò es una pincelada psicológica que no afecta al meollo de la cuestión, aunque en mi opinión Mussolini, con todas sus limitaciones, fue siempre un revolucionario sincero y fueron más bien sus "ras" regionales quienes le arrastraron a los vergonzosos pactos con la derecha, la iglesia, la aristocracia y demás escoria. Por lo que respecta al cristianismo, discrepo de usted. Lo más alejado del cristianismo es precisamente el catolicismo romano (que fue ya una escisión del ortodoxo), por cuanto aceptó, sin dejar de ser una secta judía, algunos elementos estéticos e incluso doctrinales del paganismo y de la filosofía griega. A eso se llama "doctrina" de la iglesia y teo-logía, una institución que no en vano prohibía leer la Biblia. El protestantismo representa en cambio retorno, restauración y reiteración de la esencia judaica del cristianismo. Lutero tradujo la Biblia a una lengua vernácula de manera que el creyente podía leer directamente (sin mediación sacerdotal y de la "doctrina católica"), por primera vez, las "sagradas escrituras", que incluyen el Antiguo Testamento, es decir, la Torah, la ley judía. O sea que en realidad se trata de todo lo contrario que usted pretende: el verdadero cristianismo, el judeo-cristianismo, es el protestantismo; y no en vano los países protestantes anglosajones han terminado todos desembocando en el sionismo cristiano, de tal suerte que ---gracias a la Biblia--- sus países están dominados por oligarquías financieras judeo-cristianas.
Cabe añadir al debate que las posturas proisraelíes no son exclusivas del protestantismo evangélico, también se pueden encontrar en determinados medios católicos radicales. Un ejemplo claro sería Blas Piñar, integrista católico y más destacado líder de la extrema derecha española durante la Transición, que no ocultaba sus simpatías por el estado de Israel (y al que, sorprendentemente, ciertos NR y NS consideran un referente político).
Por otra parte, me gustaría preguntar a ENSPO en qué estudios u obras basa su argumentación de que Mussolini pactó con fuerzas conservadoras empujado por las jefaturas locales del movimiento fascista. Es una cuestión que me interesa vivamente.
Si tan izquierdista y marxista era el señor Mussolini no me cuadra entonces porqué le declaró la guerra a la URSS, el centro de acción de la teoría de Carlos Marx.
Y las filias mussolianas con el 'Impero' y toda su parafernalia tampoco me las explico yo desde una perspectiva 'izquierdista'. ¿Por qué marxistas como Gramsci estuvieron en contra de Mussolini si este supuestamente era seguidor de las teorías del rabino de Tréveris? Algo no me cuadra.
Ex-marxistas como Nicola Bombacci que terminaron haciéndose fascistas, renegaron de sus antiguas doctrinas marxianas y declararon al fascismo como «única verdadera revolución y realización del triunfo del trabajo» ¿El 'triunfo del trabajo' es algo de izquierdas o de derechas? Desde sitios como el Club de los Viernes dirán que eso es algo propiamente de derechas, yo no lo veo así, pero tampoco que sea algo necesriamente 'izquierdista'.
Y qué decir de los Pactos de Letrán ¿fueron izquierdistas? Parece que la época de 'mangiapreti' del Duce se quedó oxidada conforme pasó el tiempo.
En fin, lo más sensato es calificar al fascismo italiano como tercerposicionista, intentar pegarle la etiqueta de izquierdista, aparte de ser algo poco atento al consenso historiográfico, queda en entredicho por los numerosos ejemplos que pueden ponerse en contra del tal supuesto pedigrí 'izquierdista'.
Interesante debate el que plantea A. Según entiendo, considera que la tendencia hacia la izquierda que presenta el programa fascista "se quedó oxidada conforme pasó el tiempo". ¿Cuál sería para usted, por tanto, el papel de la República de Saló dentro de esa evolución?
Infiero de sus palabras que usted considera —al igual que muchos antifascistas— que el Fascismo auténtico sería el de los años 20 y 30, el que pactó con los poderes de la Italia de la monarquía de los Saboya (la Iglesia, la aristocracia terrateniente, el empresariado). ¿Considera que las medidas de la República de Saló eran elementos propagandísticos y tácticos y no respondían a la verdadera esencia política fascista, tal como hace el anónimo de arriba?
Hasta donde yo sé, Bombacci no renegó de las concepciones marxistas, sino de la interpretación que Stalin hizo de ellas (muchos comunistas lo han hecho sin dejar de ser marxistas). De hecho, no tuvo una implicación directa con el Fascismo hasta la proclamación de la RSI, aunque hubiera coqueteos intelectuales previos.
Por otra parte, eso que dice sobre que la Unión Soviética era "el centro de acción de la teoría de Carlos Marx" es algo que muchos comunistas podrían discutir. ¿La China de Mao era antimarxista? recordemos que estuvo a punto de entrar en guerra con la URSS y hasta tuvieron su pequeña Guerra Fría particular, con el conflicto bélico de la Camboya de Pol Pot con el Vietnam prosoviético. Eso por no mencionar las prolongadas e intensas disputas doctrinales entre ambas corrientes, que duran hasta nuestros días.
Sobre el Imperialismo y el Colonialismo, creo que son antiguallas de la Historia que habría que enterrar en el baúl de los recuerdos y que actualmente representan procesos condenables contra la libertad de los pueblos. Pero es que también los regímenes comunistas han practicado el Imperialismo, ¿Stalin no se anexionó los estados bálticos, media Polonia, Azerbayán y partes de Rumanía? ¿qué ocurrió en el Tíbet?
Las relaciones del fascismo con la Iglesia ya se han tratado en este blog desde hace años y no veo el sentido a añadir nada a lo explicado y comentado hasta la saciedad. Mussolini gobernaba una población mayoritariamente católica, y eso marcaba su política para bien o para mal.
En lo tocante a la idea de Tercera Posición, creo que es muy necesario para el debate que se defina bien ese concepto. Pues actualmente es una extrañísima ensalada ideológica donde cabe prácticamente de todo: reaccionarios evolianos junto a nacionalistas, tradicionalistas católicos junto a musulmanes conversos, nostálgicos de viejas monarquías junto a revolucionarios...
Creo que el término "izquierda" que propone ENSPO resulta mucho más concreto y compresible que un fenómeno político que hoy nada en la más completa indefinición. Y ahorra muchos debates innecesarios a estas alturas.
No estoy de acuerdo en que haya consenso historiográfico en contra de la conexión entre Fascismo e Izquierda. Le recomiendo la lectura de dos libros al respecto, escritos por académicos (ya han sido citados varias veces en este blog, pero parece que hay que seguir haciéndolo): "El nacimiento de la ideología fascista" de Zeev Sternhell y "Los rostros de Jano. Marxismo y fascismo en el siglo XX" de A. James Gregor
https://www.casadellibro.com/libro-el-nacimiento-de-la-ideologia-fascista/9788432308550/445903
https://www.casadellibro.com/libro-los-rostros-de-jano-marxismo-y-fascismo-en-el-siglo-xx/9788470309717/824845
Bueno, observo que no hay mucho interés por continuar con el debate. Aunque se trata de un tema que me resulta muy importante si se quiere dilucidar la verdadera naturaleza del fenómeno fascista.
Respecto al "consenso historiográfico" que menciona A, el conocido historiador Stanley G. Payne señala que Mussolini declaraba en privado durante sus años de gobierno que no había sido posible realizar la revolución fascista, ni se había logrado crear un "hombre nuevo"; pero que confiaba en que la doctrina del fascismo acabase impregnando al pueblo italiano mediante la educación, la propaganda y la actividad cultural.
Si aceptamos esa idea y consideramos que el régimen mussoliniano representaba una praxis incompleta —e incluso frustrada— de lo que la ideología fascista proponía, ¿cuál sería, por tanto, la verdadera propuesta política, económica y social del Fascismo? En ese sentido creo que ENSPO tiene razón cuando afirma que para desentrañar esa cuestión hay que recurrir a los textos originarios del Fascismo, los previos a la táctica pactista con la oligarquía italiana tras la Marcha sobre Roma.
Y también a través del estudio de la República de Saló, cuando se rompen esos pactos y los viejos poderes deponen a Mussolini para colocarse del lado de los Aliados.
Usted no se explica que Mussolini fuera marxista y le declarara la guerra a la URSS. Curioso. Sería como decir que los trotskystas no son marxistas porque combatieron el estalinismo. Además, el argumento se puede revertir: ¿por qué pactó Hitler con Stalin? No confunda usted la ideología con la estrategia y la táctica política, mucho menos con la geoestrategia. Este blog ha dejado claro que pretende recostruir la ideología fascista. Mussolini, además, no era un simple "marxista", era un fascista, el fundador del fascismo, algo así como un hereje dentro del predominante marxismo-leninismo de los años 30. El fascismo no es, en defintiva, un marxismo a secas. Lo he explicado muchas veces en este sitio. Marx + Nietzsche = fascismo. Esta fórmula significa algo, ¿no? Y usted me atribuye Marx = fascismo, lo que es absurdo y jamás he defendido. En todo caso, lo que no puede ser un fascista es derechista y evoliano. La obsesión de los "neofascistas" con el marxismo y la izquierda no es fascismo, sino ultraderechismo puro y duro. La derecha vista desde el fascismo es una perspectiva que quienes utilizan sus argumentos no pueden adoptar jamás porque son derechistas ---y creyentes cristianos--- antes que fascistas.
El fascismo de la República de Salò recuperaba los elementos ideológicos del genuino fascismo sacrificados por Mussolini durante el Ventennio. De alguna manera, la traición de la derecha liberó a Mussolini del pacto que había diluido y ensuciado su causa durante todo ese tiempo. No fue sólo táctica, sino una feliz confluencia entre exigencias estratégicas e ideológicas que en el pasado no había podido producirse por las mismas razones que han afectado a todos los proyectos políticos, a saber, la necesidad de hacer concesiones a la realidad en perjuicio del purismo ideológico.
Para Celtix: Estoy completamente de acuerdo con su último post. Pero no es por falta de interés que no he respondido antes a sus comentarios, sino por cuestiones de fuerza mayor que me han impedido dedicarme al blog. Saludos cordiales.
ENSPO
Me temo que ha cometido un error. La primera cita que usted pone en su comentario sí reproduce mis palabras, pero la segunda pertenece al comentario de alguien que se identifica como A y al que yo, precisamente, pretendía rebatir. No hay contradicción por mi parte.
UN saludo.
Respondo al comentario de A, que es el siguiente:
"Anónimo A dijo...
"Si tan izquierdista y marxista era el señor Mussolini no me cuadra entonces porqué le declaró la guerra a la URSS, el centro de acción de la teoría de Carlos Marx.
Y las filias mussolianas con el 'Impero' y toda su parafernalia tampoco me las explico yo desde una perspectiva 'izquierdista'. ¿Por qué marxistas como Gramsci estuvieron en contra de Mussolini si este supuestamente era seguidor de las teorías del rabino de Tréveris? Algo no me cuadra.
"Ex-marxistas como Nicola Bombacci que terminaron haciéndose fascistas, renegaron de sus antiguas doctrinas marxianas y declararon al fascismo como «única verdadera revolución y realización del triunfo del trabajo» ¿El 'triunfo del trabajo' es algo de izquierdas o de derechas? Desde sitios como el Club de los Viernes dirán que eso es algo propiamente de derechas, yo no lo veo así, pero tampoco que sea algo necesriamente 'izquierdista'.
Y qué decir de los Pactos de Letrán ¿fueron izquierdistas? Parece que la época de 'mangiapreti' del Duce se quedó oxidada conforme pasó el tiempo.
"En fin, lo más sensato es calificar al fascismo italiano como tercerposicionista, intentar pegarle la etiqueta de izquierdista, aparte de ser algo poco atento al consenso historiográfico, queda en entredicho por los numerosos ejemplos que pueden ponerse en contra del tal supuesto pedigrí 'izquierdista'."
Fin de la cita de A (un perfil cuyo nombre no es muy visible y se confunde con una letra del escrito).
Debería explicar usted por qué el propio Mussolini se declara de izquierdas. Todo socialismo o es "de izquierdas" o se convierte en una farsa. Las "parafernalias" imperiales son perfectamente compatibles con el izquierdismo. La bandera roja es el signo romano de la guerra. El estalinismo ostenta parafernalias imperiales notorias y nadie negaría por este motivo que Stalin era un izquierdista.
Respuesta a Celtix, reproducimos su mensaje para evitar más confusiones:
"Celtix dijo...
"ENSPO
"Me temo que ha cometido un error. La primera cita que usted pone en su comentario sí reproduce mis palabras, pero la segunda pertenece al comentario de alguien que se identifica como A y al que yo, precisamente, pretendía rebatir. No hay contradicción por mi parte.
"UN saludo."
Hasta aquí el mensaje de Celtix.
Tiene usted razón, el nombre del perfil A se confunde con una letra del texto. Saludos. Elimino el comentario erróneo.
Estimado Camarada: muy esclarecedor el texto del Duce sobre derecha y fascismo. Le saludo con un abrazo fraterno desde Argentina y siempre en el combate. Guillermo Rojas.
Hola Guillermo, me alegro de saber algo de ti después de tanto tiempo. Si te parece, podemos hablar por Telegram o VKontakte, ya sabes que me han expulsado hace años de Facebook. Un fuerte abrazo.
Me expulsaron de todas las redes. No tengo telegram. Dime que red social tiene y si no estoy prohibido hablamos. Te mando un abrazo camarada.
Hola Guillermo, disculpa la tardanza. En Telegram no hay, que yo sepa, censura. Sólo has de bajarte la aplicación al teléfono o al ordenador:
https://es.blogup.io/t/telegram-en-espanol/?unit=4542290797&gclid=CjwKCAiAm7OMBhAQEiwArvGi3Enk3KkquufAXzSERlR4Dwe3nxL6wAG4dMHiaJ5D7y0nVtAbc5GXMBoC0KcQAvD_BwE
Si no puedes descargarte Telegram por la razón que fuere, envíame un mensaje sms o de otro tipo al 660236502 y te daré un email para que podamos hablar.
Saludos cordiales, Guillermo.
Por cierto, ya que en el comentario de A se da tanta significación ideológica a la declaración de guerra que Italia hizo a la Rusia de Stalin, tal vez resulte adecuado apuntar un hecho: Mussolini abogó por un armisticio con la Unión Soviética durante una entrevista con Hitler en el palacio de Klessheim (7-4-1943), para así centrar el esfuerzo bélico en contra de ingleses y estadounidenses.
Es un dato encontrado en la Wikipedia, pero creo que no carece de interés en relación a la argumentación de A.
Gracias por el comentario, Celtix.
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