Comentario a tres fragmentos de Nietzsche.
NIETZSCHE DIXIT: EL CRISTIANISMO COMO CABALLO DE TROYA DEL JUDAÍSMO EN EUROPA: "- ¿Pero no lo comprendéis? ¿No tenéis ojos para ver algo que ha necesitado dos milenios para alcanzar la victoria?... No hay en esto nada extraño: todas las cosas largas son difíciles de ver, difíciles de abarcar con la mirada. Pero esto es lo acontecido: del tronco de aquel árbol de la venganza y del odio, del odio judío -el odio más profundo y sublime, esto es, el odio creador de ideales, modificador de valores, que no ha tenido igual en la tierra-, brotó algo igualmente incomparable, un amor nuevo, la más profunda y sublime de todas las especies de amor: - ¿y de qué otro tronco habría podido brotar?... Mas ¡no se piense que brotó acaso como la auténtica negación de aquella sed de venganza, como la antítesis del odio judío! ¡No, lo contrario es la verdad! Ese amor nació de aquel odio como su corona, como la corona triunfante, dilatada con amplitud siempre mayor en la más pura luminosidad y plenitud solar; y en el reino de la luz y de la altura ese amor perseguía las metas de aquel odio, perseguía la victoria, el botín, la seducción, con el mismo afán, por así decirlo, con que las raíces de aquel odio se hundían con mayor radicalidad y avidez en todo lo que poseía profundidad y era malvado. Ese Jesús de Nazaret, evangelio viviente del amor, ese «redentor» que trae la bienaventuranza y la victoria a los pobres, a los enfermos, a los pecadores -¿no era él precisamente la seducción en su forma más inquietante e irresistible, la seducción y el desvío precisamente hacia aquellos valores judíos y hacia aquellas innovaciones judías del ideal? ¿No ha alcanzado Israel, justamente por el rodeo de ese «redentor», de ese aparente antagonista y liquidador de Israel, la última meta de su sublime ansia de venganza? ¿No forma parte de la oculta magia negra de una política verdaderamente grande de la venganza, de una venganza de amplias miras, subterránea, de avance lento, precalculadora, el hecho de que Israel mismo tuviese que negar y que clavar en la cruz ante el mundo entero, como si se tratase de su enemigo mortal, al auténtico instrumento de su venganza, a fin de que «el mundo entero», es decir, todos los adversarios de Israel, pudieran morder sin recelos precisamente de ese cebo? ¿Y por otro lado, se podría imaginar en absoluto, con todo el refinamiento del espíritu, un cebo más peligroso? ¿Algo que iguale en fuerza atractiva, embriagadora, aturdidora, corruptora, a aquel símbolo de la «santa cruz», a aquella horrorosa paradoja de un «Dios en la cruz», a aquel misterio de una inimaginable, última, extrema crueldad y autocrucifixión de Dios para salvación del hombre?... Cuando menos, es cierto que sub hoc signo [bajo este signo] Israel ha venido triunfando una y otra vez, con su venganza y su transvaloración de todos los valores, sobre todos los demás ideales, sobre todos los ideales más nobles. —" [sic].
Genealogía de la Moral, Tratado I, &8.
(...) "Nada de lo que en la tierra se ha hecho contra «los nobles», «los violentos», «los señores», «los poderosos», merece ser mencionado si se lo compara con lo que los judíos han hecho contra ellos: los judíos, ese pueblo sacerdotal, que no ha sabido tomar satisfacción de sus enemigos y dominadores más que con una radical transvaloración de los valores propios de éstos, es decir, por un acto de la más espiritual venganza. Esto es lo único que resultaba adecuado precisamente a un pueblo sacerdotal, al pueblo de la más refrenada ansia de venganza sacerdotal. Han sido los judíos los que, con una consecuencia lógica aterradora, se han atrevido a invertir la identificación aristocrática de los valores (bueno = noble = poderoso = bello = feliz = amado de Dios) y han mantenido con los dientes del odio más abismal (el odio de la impotencia) esa inversión, a saber, «¡los miserables son los buenos; los pobres, los impotentes, los bajos son los únicos buenos; los que sufren, los indigentes, los enfermos, los deformes son también los únicos piadosos, los únicos benditos de Dios, únicamente para ellos existe bienaventuranza, - en cambio vosotros, vosotros los nobles y violentos, vosotros sois, por toda la eternidad, los malvados, los crueles, los lascivos, los insaciables, los ateos, y vosotros seréis también eternamente los desventurados, los malditos y condenados!...» Se sabe quien ha recogido la herencia de esa transvaloración judía... A propósito de la iniciativa monstruosa y desmesuradamente funesta asumida por los judíos con esta declaración de guerra, la más radical de todas, recuerdo la frase que escribí en otra ocasión (Más allá del bien y del mal)25 -a saber, que con los judíos comienza en la moral la rebelión de los esclavos: esa rebelión que tiene tras sí una historia bimilenaria y que hoy nosotros hemos perdido de vista tan sólo porque - ha resultado vencedora...[sic].
Op. cit., &7.
"- «Mas ¡cómo sigue usted hablando todavía de ideales más nobles! Atengámonos a los hechos: el pueblo -o «los esclavos», o «la plebe», o «el rebaño», o como usted quiera llamarlo- ha vencido, y si esto ha ocurrido por medio de los judíos, ¡bien!, entonces jamás pueblo alguno tuvo misión más grande en la historia universal. «Los señores» están liquidados; la moral del hombre vulgar ha vencido. Se puede considerar esta victoria a la vez como un envenenamiento de la sangre (ella ha mezclado las razas entre sí) -no lo niego; pero, indudablemente, esa intoxicación ha logrado éxito. La «redención» del género humano (a saber, respecto de «los señores») se encuentra en óptima vía; todo se judaiza, o se cristianiza, o se aplebeya a ojos vistas (¡qué importan las palabras!). La marcha de ese envenenamiento a través del cuerpo entero de la humanidad parece incontenible, su tempo [ritmo] y su paso pueden ser incluso, a partir de ahora, cada vez más lentos, más delicados, más inaudibles, más cautos -en efecto, hay tiempo..." (...) [sic].
Op. cit., &9.
El presente texto no tiene pretensiones teóricas o académicas. Su finalidad es puramente propedéutica: intenta aproximar al lector a un tema que sólo puede ser tratado sistemáticamente utilizando la jerga de la antropología. Para quienes aspiren a profundizar en el asunto, estamos preparando un segundo artículo, bastante más complejo, donde se indicarán exhaustivamente las fuentes bibliográficas. Entonces, las protestas vendrán quizá porque algunos lectores no entenderán nada y precisarán, para empezar, de algo más sencillo. Cuando eso ocurra, les remitiremos de vuelta al presente artículo. Mientras tanto, pueden ustedes visionar un debate en youtube donde amplío la información expuesta en el artículo. Gracias.
EL INDIVIDUALISMO Y SUS RAÍCES CRISTIANAS
Estamos ante un fenómeno histórico subterráneo de larguísima data ---y, por tanto, difícil de percibir a primera vista--- que comienza con la contraposición ontológica del "individuo" a la "comunidad". Su primera manifestación en Europa es el milenarismo apocalíptico, de procedencia judía, más conocido como cristianismo. Véase al respecto el artículo de Alain de Benoist: Cristianismo: el comunismo de la antigüedad.
El cristianismo primitivo es la verdad del cristianismo y el único cristianismo "auténtico". Los distintos cristianismos de la historia hasta hoy representan sólo las etapas del proceso en virtud del cual los valores cristianos empapan toda la sociedad europea, como una carcoma, hasta destruirla por dentro. El cristianismo es la respuesta judía a las repetidas derrotas militares de las rebeliones mesiánicas contra el imperio romano, léase: un Caballo de Troya espiritual cuyo objeto es convertir al legionario romano en un degenerado incapaz de luchar o simplemente defenderse; o, en otras palabras, ganar en el ámbito simbólico de la cultura lo que Judea no había podido ganar en el campo de batalla. Soft power ideológico. Y funcionó. En Dentro de cada cristiano hay un judío o el sionismo en la Iglesia católica queda evidenciado que el judaísmo en el cristianismo no es cosa sólo del protestantismo: estaba ya inviscerado en las Sagradas Escrituras, la Biblia, que el Papado, durante siglos, impidió leer a los fieles.
El catolicismo medieval es, para ciertos sectores políticos de extrema derecha cristiana, el cristianismo más atractivo de todos, precisamente porque constituye la primera etapa de penetración de los valores cristianos en la sociedad europea. Después de haber arrasado la cultura grecorromana, los postreros efectos morales del cristianismo todavía no se perciben a escala social. Cuando el milenarismo apocalíptico, que es la negación de toda forma de civilización (el creyente vive en la expectativa de un inminente fin del mundo), empieza a entender que el reino de dios se hace esperar demasiado, comprende también que, para perpetuar su ideología tiene que institucionalizarse. Entonces hecha mano de instituciones paganas (¡la antítesis del cristianismo originario!). Roma. El cristianismo en estado puro se conserva, protegido por dichas instituciones, en un lugar recóndito de la sociedad: los monasterios. Y será encarnado por la figura del monje, es decir, el cristiano primitivo emboscado dentro de las ruinas del imperio. En la Edad Media, sólo los monasterios son puramente cristianos. El resto es paganismo. De ahí el atractivo, para la extrema derecha, de los caballeros cruzados, de origen germánico-romano, cuyo cristianismo es únicamente la cruz que lucen en los escudos. Nada más.
La esencia del cristianismo, hemos dicho, es el individualismo, que en su forma radical, soteriológica y escatológica, resulta también incompatible con toda forma de civilización superior.
¿Por qué? Porque su finalidad última es destruir "la civilización", el "mundo" (para ellos, pecador), a la sazón el imperio romano. Pero si el individualismo pretende empapar completamente el tejido social de Europa, debe emprender un proceso milenario de aculturación que, expandiéndose desde los monasterios, destruya la sociedad en su totalidad. Para que este proyecto criptocrático ---Caballo de Troya--- se lleve a cabo hasta las últimas consecuencias, el individualismo cristiano adoptará distintas formas institucionales. La primera, insistimos en ello, la Iglesia católica, apostólica y romana, que incuba el huevo judío en sus entrañas pero, a la par, es una institución jerárquica en el meollo de una sociedad postpagana todavía holista. El individualismo comenzará a impegnar la sociedad cuando, en el Renacimiento, el cristianismo rompa el cascarón eclesial y surja la primera "sociedad individualista", es decir, el capitalismo, un círculo cuadrado condenado a la destrucción porque el sistema económico liberal opera como una máquina de destruir sociedad y terminará importando, para poder "funcionar", poblaciones enteras de otros continentes y razas. Fenómeno que, finalmente, sumergirá Europa bajo la ola de la sustitución étnica y cultural (plan Kalergi).
El individuo no es un ente físico u objetivo (los gatos, por ejemplo, no pueden ser calificados como individuos en este sentido), sino aquella construcción conceptual subjetiva que el cristiano denomina "el alma" (inmortal, por supuesto) y que no existe, por ejemplo, entre los griegos, los romanos o los germanos, sociedades holistas ---es decir, para que nos entendamos: "comunitarias". En la sociedad holista el individuo se subordina a la comunidad; en las sociedad individualista la comunidad se subordina al individuo (con lo cual, a la postre, perece la sociedad y, por tanto, también el individuo).
El yo es, a ojos del creyente, un ente anterior y más valioso que la propia comunidad. Sólo una cosa es importante para él: la salvación, estrictamente individual. El "yo" habría sido creado por dios ---no por la madre (matria) natural que lo parió--- a su imagen y semejanza ("yo soy dios"). Lo natural y mundano se vincula al "pecado" (la madre de dios será virgen, representación de un supuesto mundo sobre-natural). La vida del individuo está orientada a su propio provecho: el "negocio" de la salvación, personal e intransferible. Cuando el hombre piensa en tales términos en todos los ámbitos de la sociedad ---lo que sólo ocurrirá en las fases tardías del proceso de degeneración judeo-cristiano---, la comunidad nacional tiene los días contados. Europa, hoy, está ya madura para su desaparición. Y por eso podemos, por fin, percibir el gran proceso en el despliegue histórico, que nos rinde su sentido: destruir el odiado "imperio romano". La venganza de Judea.
Saulo de Tarso |
La iglesia es el "pueblo de Dios" (pueblo sobre-natural frente a los pueblos "carnales") y está formada por los "individuos" que Yahvé ha graciosamente elegido a capricho para dicha "salvación". Una salvación/traición ---a cambio de la sumisión gentil al dios judío--- que es "aire", verborrea, promesa huera de imposible fiscalización porque los estafados no pueden, en efecto, volver del cementerio una vez muertos a reclamar sus derechos adquiridos. Es la compensación contractual perfecta para el timador judío, porque quien se compromete por su parte no arriesga nada y todos los tontos viven felices en la mentira pero, como un buñuelo de viento, rellenos de "esperanza", o sea, de... nada. No otra era la fuerza del cristianismo, su primitiva capacidad de contagio entre los enfermos, los esclavos, los idiotas, los mezquinos y los cobardes: chusma iletrada y desarraigada lamentablemente muy abundante entre la población-masa urbana del imperio romano.
Surge el "catolicismo" (vocablo que procede del griego katholon, καθολικός, καθόλου, cuyo significado lo dice todo: "universal") y el "pueblo de Dios" diluye las distinciones nacionales, culturales, sexuales, raciales... Todos somos iguales, perora. Sólo cuenta el individuo y su "ego" sobrenatural obsesionado con "la salvación eterna" en "el paraíso" (más tarde, a tenor de las versiones secularizadas modernas, con "ser feliz" en la "sociedad de consumo", la "comuna" anarquista o la "utopía" ---"modo de producción comunista"--- del "final de la historia"). La iglesia universal de los individuos presuntamente inmortales, los elegidos, fija la base ontológica y axiológica de las futuras redes globalizadoras transnacionales. El "individuo" es sagrado e "igual", un "trocito" de Dios. Sus "deseos" significan lo más importante del mundo. ¿Para qué la verdad cuando frustra mis apetencias? Si "me gusta" ser mujer, soy mujer a pesar del pene. La "realidad" sobrenatural, mi "alma", es "más real" que la naturaleza. No otra será la fuente ontológica y axiológica de los otoñales "derechos humanos" laicos y "de género" en las sociedades occidentales que se precipitan hacia su extinción.
Todo el discurso cristiano-gentil idiotizante de realización mágica de los deseos se contrapone en bloque a la verdad racional, al fundamento objetivo que está ahí "me guste o no" (idea griega, o sea, aria, del ser).
Lutero
CALVINISMO
La vida-micro cristiana en el monasterio católico medieval saldrá al exterior para universalizar (vida-macro cristiana) el milenarismo apocalíptico. El paso lo da Lutero, un fatídico monje alemán que se tomó en serio el cristianismo (los alemanes tienden a tomarse en serio todas las cosas, también, ¡ay!, las peores). Los creyentes todos, y no sólo unos pocos monjes, serán a partir de ahora una suerte de "monjes activistas": es el puritanismo protestante. Quieren rehacer el mundo (pecador, caído) a imagen de dios. La eficacia en lo mundano es un guiño de Dios. No has de esforzarte para ganar el premio, la fe sola justifica. El motivo de la elección divina resulta incomprensible y en nada depende del mérito (planteamiento ético católico): antes bien, el mérito deriva de la elección y la fe. No te salvas porque has sido "bueno", eres bueno porque ya has sido salvado por Dios.
El siguiente paso, después del catolicismo medieval, se dará pues con la escisión interna de la iglesia y contra ella, a saber: la Reforma en su versión, sobre todo, calvinista. La burguesía comercial se rebela contra la aristocracia con la Biblia en la mano. Literalmente. A partir de ese momento, los "salvados" por Yahvé son los propietarios de bienes muebles (dinero, no tierras) y el éxito económico representa para el creyente cristiano un signo teológico de elección que fomenta el ahorro y la reinversión perpetua del capital (véase Max Weber: "La ética protestante y el espíritu del capitalismo", obra fundamental para entender esta "fase" del "proceso"). Así, sobre el suelo de la primera red globalizadora católica (¡creada por España!) se asienta la segunda, puritano-calvinista y más individualista si cabe, porque, por su propia lógica, rechaza la autoridad eclesiástica. La intermediación del sacerdote entre el rebaño y su dios queda abolida. Cada individuo lee directamente la escritura (que la Iglesia católica había ocultado a los creyentes) y procura por su beneficio espiritual-material: una cosa y la otra van juntas. Es la institucionalización del milenarismo apocalíptico mediante una nueva fórmula que deja atrás el holismo pagano de la Iglesia católica. El individualismo cristiano-milenarista institucionalizado por la Reforma en las ciudades burguesas del norte de Europa parirá la sociedad liberal-capitalista.
El siguiente paso, después del catolicismo medieval, se dará pues con la escisión interna de la iglesia y contra ella, a saber: la Reforma en su versión, sobre todo, calvinista. La burguesía comercial se rebela contra la aristocracia con la Biblia en la mano. Literalmente. A partir de ese momento, los "salvados" por Yahvé son los propietarios de bienes muebles (dinero, no tierras) y el éxito económico representa para el creyente cristiano un signo teológico de elección que fomenta el ahorro y la reinversión perpetua del capital (véase Max Weber: "La ética protestante y el espíritu del capitalismo", obra fundamental para entender esta "fase" del "proceso"). Así, sobre el suelo de la primera red globalizadora católica (¡creada por España!) se asienta la segunda, puritano-calvinista y más individualista si cabe, porque, por su propia lógica, rechaza la autoridad eclesiástica. La intermediación del sacerdote entre el rebaño y su dios queda abolida. Cada individuo lee directamente la escritura (que la Iglesia católica había ocultado a los creyentes) y procura por su beneficio espiritual-material: una cosa y la otra van juntas. Es la institucionalización del milenarismo apocalíptico mediante una nueva fórmula que deja atrás el holismo pagano de la Iglesia católica. El individualismo cristiano-milenarista institucionalizado por la Reforma en las ciudades burguesas del norte de Europa parirá la sociedad liberal-capitalista.
Hete aquí la sempiterna astucia del judaísmo que en el catolicismo aún permanecía en estado embrionario porque, insistamos en este punto decisivo, la sociedad cristiana medieval es todavía una entidad holista, es decir, comunitaria, que opera como nido protector del huevo individualista para extenderlo luego por todo el planeta. El judeo-cristianismo medieval es también, en una palabra, la condición de posibilidad de capitalismo liberal, su etapa previa necesaria, de manera que restaurarlo carece de sentido como antídoto contra la decadencia.
Calvino |
La tercera fase será, en efecto, el liberalismo, rama secular del cristianismo reformado calvinista que constituye el fundamento ideológico y político del capitalismo. Papel fundamental en esta fase de la degeneración judeo-cristiana lo desempeña la masonería, forjadora del mundo pseudo moderno cristiano-secularizado. Aquí ya no se presenta la ideología individualista como un fenómeno religioso, sino como una doctrina de derecho civil por encima de las religiones, una alternativa a las guerras de religión que define la libertad como tal y, por tanto, justifica la "democracia". La cual, a su vez, se nos vende como el criterio de legitimidad de la política y del Estado. Falsa democracia que nada tiene que ver con el concepto griego de la misma porque está inspirada en el modelo del sanedrín y la sinagoga. Relativizados quedan los dogmas sectarios, en última instancia irrelevantes, para que puedan imponerse masivamente los valores judeo-cristianos subyacentes, idénticos en todas las sectas bíblicas.
El proyecto liberal-capitalista de libertad religiosa y de laicidad instituye, así, los fundamentos axiológicos judeo-cristianos como imperativos políticos procedentes del individualismo soteriológico-escatológico. El "reino de Dios" deviene estadio último de la historia entendida en términos de progreso (como un coito que culmina en el orgasmo) y la palabra "felicidad" (meta existencial ilusoria del "individuo") aparece en los frontispicios de las constituciones protestantes en calidad de valor supremo de la sociedad liberal toda.
GLOBALIZACIÓN
Quien dice "humanidad", quiere engañar, afirmó Proudhon, pero "la humanidad" es un concepto cristiano que hace posible la globalización y la oligarquía transnacional. Todos somos hijos de Dios, luego hermanos. El judío permanece nacionalista (Antiguo Testamento); el gentil (sinpatria) pertenece, en cambio, a la Iglesia, protoforma del "ciudadano del mundo" (Nuevo Testamento). Sólo en el último estadio de la enfermedad degenerativa judeo-cristiana aparece la oligarquía financiera que actualmente controla el hemisferio occidental (a la espera de poder someter a todo el planeta). La globalización consuma el capitalismo en forma de "mercado mundial/paraíso". Sus raíces judeo-cristianas, liberales y masónicas son obvias, pero los cristianos y, singularmente los católicos de extrema derecha, parecen incapaces de captarlas. Este dispositivo de dominación está formado por una élite (=elegidos, judíos) que se opone a la gente (=gentiles, arios u otros pueblos). Se auto-cumple de esta suerte la profecía judía. Tal presunta humanidad es aquel "pueblo de Dios" que Saulo de Tarso, el fundador histórico de judeo-cristianismo, buscó entre los gentiles para desnacionalizarlos y, en un sentido muy concreto, judaizarlos. El cristianismo, como puede verse, es un proceso, no un estado. Y un proceso dual con dos mensajes contrapuestos y antagónicos que fundamentan el liberalismo (para los gentiles, NT) y el sionismo (para los judíos, AT = Torah).
A fin de captar el significado de la palabra "cristiano" o, mejor, "judeo-cristiano", hay que recorrer el devenir histórico y observar las mutaciones del filosofema individualista, así como su conexión con el dogma del alma inmortal, del "yo puro" "sobre-natural" separado del cuerpo, es decir, la sustancia ontológica del individuo como un ente autónomo, hegemónico, sobrenatural y metafísicamente anterior a la comunidad nacional. La suma de los individuos des-nacionalizados forma "la humanidad", correlato social simétrico de la oligarquía transnacional.
Rothschild |
PROGRESISMO
No obstante lo cual, los "patriotas" cristianos (extrema derecha Gladio) sólo tienen una obsesión en la cabeza, a saber: la "amenaza comunista", los rojos, el feminismo, la masonería, el movimiento LGTB... A los que acusan de "judíos". No se dan cuenta de que los movimientos de izquierda cosmopolita son también, como Nietzsche explicó de forma insuperable, secularizaciones del judeo-cristianismo. La ideología libertaria o anarquista resúmese, en efecto, en la siguiente fórmula: un liberalismo para pobres, imagen invertida del eleccionismo judío. La creencia de un proletariado como pueblo elegido no es, en lo esencial ---los valores---, distinta de una oligarquía como pueblo elegido. Depende del momento histórico y de la posición relativa del pueblo judío (abajo o arriba) en la escala social. El judaísmo se derechiza a medida que asciende. Los que ayer eran trotskystas se convierten mañana en sionistas.
La izquierda cosmopolita, universal y anti-nacional, individualista apátrida pro-inmigración, tan odiada por los ultras, resulta pues, también, la consumación del judeo-cristianismo secularizado en forma de milenarismo utópico profético proletario de "la humanidad", ideario barato, de mercadillo, al igual que las primeras "comunidades cristianas", que no en vano fueron descritas como un "bolchevismo de la antigüedad" (Hitler dixit).
En el cristianismo primitivo, utopía y profecía, el inminente "reino de Dios" en la tierra (la "esperanza"), van juntas. Las comunidades de dios cristianas (y de hecho asociaciones de "salvados") se pretendían comunistas pero universales, "humanas" (a diferencia, por ejemplo, de Esparta, comunista nacional y holista). Más tarde, ambos segmentos ideológicos se separan porque el judeo-cristianismo erígese en religión oficial del Estado imperial que legitima el poder del patriciado romano y de los ricos en general. A las comidas en común cada uno asiste entonces con sus propias viandas y no las comparte ya con sus hermanos en la fe (=cosmopolitas). ¡Un proceso muy similar al del comunismo (almacenes especiales para la nomenklatura) que tanto le reprocha la derecha cristiana a los rojos! Iglesia (ecclesía) significa "asamblea", pero una asamblea universal, mundial, sin límites, de los que donan sus posesiones a quienquiera que pretenda robárselas, aman a sus enemigos y ponen la otra mejilla... ¡El súbdito perfecto de la oligarquía! No parece difícil, por tanto, detectar la figura de la izquierda cosmopolita y anti-nacional "progre" en el embrión del imaginario judeo-cristiano originario.
El cristianismo, divide y vencerás del judaísmo, desarma y luego diluye "las Naciones" en pedacitos ya inseparables como los granitos de arena de una playa: en "individuos", masa amorfa de cobardes hedonistas ("quiero ser feliz") que, encima, imagínanse también "pacifistas" y renuncian a "la violencia": ¿cabe, en efecto, concebir algo tan prometedor y útil como esta "ética del Sermón de la Montaña" para los siervos del más supremacista y criminal de los nacionalismos, a saber, el sionismo?
Georg Soros, neoliberal financista de la izquierda cosmopolita |
Los "patriotas" cristianos no pueden enfrentarse realmente a dicha izquierda porque eso supondría tener que cuestionarse a sí mismos su propio sistema de valores de forma radical y, ¡ay!, para ellos aquéllo que cuenta, lo más importante en sus vidas, no es otra cosa que la propia supervivencia personal (en el más allá, en el "reino de Dios", la vida eterna en el paraíso...), es decir, esa esperanza cobarde y anti-heroica que les permite ser felices en el más acá... "aunque sea mentira". Como en el caso del varón con vulva o la mujer con pene: importa la felicidad del individuo, valor supremo tanto para el activista LGTB cuanto para los zánganos parásitos de derechas llamados "inversores". La verdad, en definitiva, se sacrifica a la dicha, a la "ilusión" (estar "ilusionado") y en esto consiste precisamente la fe, léase: el judaísmo esencial en cuanto poder de la mentira sobre aquél ente, el hombre, el Dasein, cuya posibilidad fundamental consistiría bien al contrario, precisamente, en "poder fundar (=institucionalizar) la verdad" (Heidegger) en la razón. La verdad absoluta de la muerte.
No son pues patriotas, sino traidores, quienes apelan a la patria desde la derecha. La derecha cristiano-burguesa, también la más ferozmente anticomunista, puede condensarse en la siguiente metáfora: un banderín de enganche donde los grandes empresarios, usureros, políticos corruptos y saqueadores de la nación se incorporan al servicio (y servidumbre) de la oligarquía. De ahí su fijación patológica en el dinero, peaje simbólico y ritual (litúrgico) masónico-protestante de incorporación/iniciación a la élite, los "elegidos". Tras la Segunda Guerra Mundial, vemos que las burguesías se han desnacionalizado sin pudor alguno para incorporarse a la oligarquía. Porque no es cierto que la oligarquía esté formada sólo por judíos étnicos, sino, antes bien, ocurre que los candidatos a oligarcas se convierten al judaísmo para devenir miembros del "pueblo escogido".
El judaísmo para gentiles ---en definitiva: el judeo-cristianismo--- no es hoy sólo una raza, una etnia o una religión, sino ante todo el común denominador de cierto sistema de valores infra-ideológico que recorre la historia y, en consecuencia, ostenta nombres diversos en cada fase del proceso:
cristianismo, catolicismo, calvinismo, capitalismo, comunismo...
No obstante lo cual, el beneficiario final de todo el proceso es el sionismo, es decir, un nacionalismo judío de extrema derecha (racista, supremacista y genocida) que aparentemente resulta muy difícil de distinguir de la ultraderecha cristiana antisemita standard; que pretendía supuestamente combatirlo en calidad de New Israel, "nuevo pueblo escogido" (un puro plagio del Antiguo Testamento que no puede competir con el original). En todo caso, el judaísmo sí es esencialmente distinto del cristianismo en su sentido y consecuencias: promueve el sionismo desde una comunidad holista que derrota desde dentro todos los nacionalismos gentiles, disueltos por el judeo-cristianismo liberal-progresista en el ácido corrosivo del individualismo globalizante. De ahí que la ultraderecha occidental sirva de facto al sionismo (incluso cuando es antisemita opera dentro del universo cultural judío): es el sionismo cristiano, el creyente gentil arrodillado ante el "pueblo elegido", un fenómeno "asombroso" que, empero, sólo puede "sorprender" a quienes desconocen la naturaleza del propio cristianismo.
Jaume Farrerons
La Marca Hispánica, 9 de agosto de 2017
Editado el 6 de octubre de 2024.
30 comentarios:
"No se dan cuenta de que los movimientos de izquierda cosmopolita son también, como Nietzsche explicó de forma insuperable, secularizaciones del cristianismo".
En todo caso se entiende que dichos movimientos de izquierda coinciden con el cristianismo en su carácter universalista,internacionalista, porque luego esa izquierda cosmopolita se declara atea, que en realidad no lo son porque mientras rechazan e intentan marginar al cristianismo, al mismo tiempo cínicamente le hacen el juego al islam, no les importa que se extienda por Europa. Así pues, no son ateos, son anticristianos, esta es la gran contradicción en caso de que Nietzsche tuviera razón, ya que la izquierda cosmopolita es anticristiana. Obviamente si usted habla con estos izquierdistas sobre el tema le dirán que no están de acuerdo con el planteamiento de Nietzsche, le dirán que son coincidencias, que ellos tienen otro concepto diferente del universalismo que defiende el cristianismo. Con esto ocurre algo parecido al concepto de internacionalismo que tienen el liberalismo y el anarquismo, los ácratas le dirán que su concepto de internacionalismo es muy diferente, que ellos son partidarios de globalizar la "solidaridad" y no el capitalismo.
Un saludo.
No veo que la izquierda pretenda, excepto en casos anecdóticos, islamizar Europa. La izquierda laica tiene su propia sustancialidad y radicalidad milenarista. Esa izquierda ha SECULARIZADO los valores y los teologemas del cristianismo: el apocalipsis se convierte en revolución, el reino de dios se convierte en paraíso comunista, la salvación en redención del pueblo de dios o proletariado, la comunidad de creyentes en supresión comunista de la propiedad privada, la superación de la ley étnica judía en cosmopolitismo universalista, el sermón de la montaña jesusiano en pacifismo, el Jesús que saca la espada en el templo en agresividad anticapitalista, la bienaventuranza en hedonismo, la fe religiosa soteriológica en esperanza revolucionaria, la tierra prometida en patria del proletariado... Etc. Hete aquí la verdadera doctrina de la izquierda antinacional, la cual no necesita para nada al islam y, mucho menos, promover ninguna religión alternativa al cristianismo. Así ha sido durante dos siglos y sólo ahora reaparece el islam, que imprime otra dinámica desecularizadora completamente nueva.
"No se dan cuenta de que los movimientos de izquierda cosmopolita son también, como Nietzsche explicó de forma insuperable, secularizaciones del cristianismo".
En todo caso se entiende que dichos movimientos de izquierda coinciden con el cristianismo en su carácter universalista,internacionalista, porque luego esa izquierda cosmopolita se declara atea, que en realidad no lo son porque mientras rechazan e intentan marginar al cristianismo, al mismo tiempo cínicamente le hacen el juego al islam, no les importa que se extienda por Europa. Así pues, no son ateos, son anticristianos, esta es la gran contradicción en caso de que Nietzsche tuviera razón, ya que la izquierda cosmopolita es anticristiana. Obviamente si usted habla con estos izquierdistas sobre el tema le dirán que no están de acuerdo con el planteamiento de Nietzsche, le dirán que son coincidencias, que ellos tienen otro concepto diferente del universalismo que defiende el cristianismo. Con esto ocurre algo parecido al concepto de internacionalismo que tienen el liberalismo y el anarquismo, los ácratas le dirán que su concepto de internacionalismo es muy diferente, que ellos son partidarios de globalizar la "solidaridad" y no el capitalismo.
Vamos a ver, usted afirma que la izquierda ha secularizado los valores del cristianismo, el universalismo, la lucha por los pobres, el anticapitalismo,etc... Esto es algo circunstancial y coincidente viendo la postura de la izquierda durante muchos años frente a la iglesia cristiana. Explíqueme entonces el por qué durante el siglo XX en especial el cristianismo ha sido perseguido duramente por la izquierda, podemos hablar de la antigua URSS y la brutal persecución sobre los cristianos por parte de los bolcheviques y después en toda la Europa del Este, durante el dominio soviético de esos países. Podemos hablar de lo que ocurrió aquí en España durante la segunda república y la guerra civil, como la izquierda persiguió con saña y de forma sanguinaria a la iglesia cristiana, incendiando iglesias a mansalva y asesinando a miles de clérigos cristianos, está catalogada como la mayor matanza de cristianos en Europa de todos los tiempos.
Por otro lado usted no puede negar que la izquierda en la actualidad no está apoyando a la expansión del islam en Europa, ahí está su actitud contra todo el que se oponga a dicho proceso(Aún razonando de forma coherente), tachándolo de islamófogo y demás sandeces, esa izquierda que odia a la iglesia cristiana y luego manda un saludo a la comunidad musulmana. Es la izquierda política actual, la que controla la oligarquía globalizadora, todo en pos de acabar con la cultura y tradiciones europeas para avanzar en la nefasta globalización.
La izquierda continúa teniendo mucha fobia al crucifijo.
"Así ha sido durante dos siglos y sólo ahora reaparece el islam, que imprime otra dinámica desecularizadora completamente nueva."
Usted esto ¿Cómo lo ve?,¿Positivo o negativo?.
Que la izquierda persiga al cristianismo no demuestra nada. También los cristianos se han perseguido entre ellos: recuerde las luchas entre católicos y protestantes. Y los izquierdistas se persiguen, así mismo, entre ellos, piense en las luchas, hasta el asesinato, entre comunistas y anarquistas, o entre estalinistas y trotskystas. La oligarquía actual no es izquierdista, sino judeo-cristiana. ¿Son izquierdistas los neocon sionistas, Bush, Rockefeller y Soros? Yo soy favorable a la democracia, la ilustración y la verdad racional, por tanto, el giro desecularizador representa para mí el peor desastre.
Una cosa es enviar dos veces el mismo comentario, y otra muy distinta que responda con el mismo comentario a mi réplica. Mantengo lo dicho al respecto.
Como usted indica, el cristianismo y posteriormente la modernidad liberal y la postmodernidad han supuesto un proceso continuo de devaluación de la idea de comunidad nacional, por no decir de devaluación en general de cualquier idea de colectividad más allá de un agregado coyuntural y voluntario de individuos con un interés común (los excesos de los regímenes totalitarios del siglo XX también contribuyeron, en parte y de forma involuntaria, a que esto ocurriera, según mi opinión).
Conocido el mal, ¿cuáles son los remedios? ¿Cómo instaurar una neomodernidad que restaure la idea de comunidad nacional, de estado, de colectividad y antiindividualismo meramente hedonista; desechando las utopías totalitarias; y combatiendo activamente tanto al credo religioso tradicional como a las supersticiones y pseudociencias con la que la postmodernidad pretende sustituirlo?
No es una pregunta retórica, verdaderamente no tengo demasiada idea de cómo se lograría ese objetivo, aunque intuyo que la tarea de "kulturkampf" es imprescindible y que blogs como el suyo contribuyen a dicha labor.
Saludos, un placer leerle como siempre.
José Antonio O.R.
No es imposible recuperar el sentido de la comunidad nacional si tenemos en cuenta que la individualización se apoya en mentiras, en creencias religiosas y en mitos perfectamente susceptibles de crítica científica y filosófica. Para empezar, luchar contra la creencia en la inmortalidad personal. Este es el tronco del árbol. Una vez quebrado, caen todas sus ramas ideológicas y el individuo se queda solo frente a la muerte. Lo segundo es la identificación de verdad y muerte como algo "positivo", como condición de posibilidad del acto ético y no como mera carencia en términos nihilistas, de manera que ese mismo individuo pueda experimentar el fenómeno de la finitud no sólo como una idea abstracta o intelectual, sino como una vivencia potenciadora de sus posibilidades existenciales. Llegados a este punto hay Kulturkampf pero también necesidad de un sistema educativo. El individualismo es siempre el resultado de un determinado proceso de socialización que sólo se ha dado en occidente y que hay que detener como sea. La sociedad o, mejor dicho, la comunidad precede siempre al individuo. La sociología es aquí unánime y sólo los ideólogos liberales sostienen el fraude del "contrato social". Un movimiento político que asuma explícitamente tales conceptos, requerirá sólo de una generación para reconstruir desde sus fundamentos el sentido lo comunitario y lo nacional. La lucha inevitable que la oligarquía emprenderá contra el Estado que ose presentar semejante desafío hará el resto. Sólo un Estado Nacional Europeo podría, por otro lado, ser capaz de adentrarse en dicho proceso con posibilidades de éxito. En todo caso, nosotros no vamos a conocer esa etapa y tenemos que comenzar por el principio. E insisto en que si no se erradica la creencia judeo-cristiana occidental en la vida eterna o la resurrección de la carne y este precepto impregna implícitamente los valores y la ética militante del movimiento-base, los esquemas individualistas volverán a reproducirse tan pronto como el mismo alcance el poder. El primer paso es ése y a ello nos entregamos con todas nuestras fuerzas y la férrea oposición de las ultraderechas cristiana y evoliana.
Comprendido. Muchas gracias por su respuesta, bastante esclarecedora.
De nada. Un saludo.
Que la izquierda haya perseguido al cristianismo sí demuestra algo, mi razonamiento es en base a la expresión de que la "izquierda ha secularizado los valores
del cristianismo", por este motivo he expuesto mis razones sobre el tema, sobre esa contradicción en base a dicha expresión. Esto no tiene nada que ver con
las luchas entre confesiones religiosas que pertenecen a la misma religión, como católicos y protestantes o luchas entre distintas facciones que pertenecen al mismo
colectivo ideológico, como trotskistas y stalinistas(No meta a los anarquistas entre los izquierdistas). Sobre los neocons sionistas que usted nombra, yo nunca
insinuaría que son izquierdistas(Aunque depende de lo que se entienda por izquierdista), pero sí es cierto que esos neocons sionistas controlan a la toda izquierda
internacional, a lo que algunos llaman "la izquierda moderna", sobre todo el tal "Soros".
Usted sostiene que las persecuciones del cristianismo por parte de la izquierda no tienen nada que ver con las matanzas entre cristianos o las luchas a muerte entre trotskystas y estalinistas, por poner un par de ejemplos sonados. Que esas persecuciones sí demuestran algo respecto a la existencia de diferencias ideológicas absolutas entre cristianos e izquierdistas. Lo dice, sí, pero NO LO DEMUESTRA. Simplemenete afirma "esto no tiene nada que ver", pero estamos ante una simple pretensión suya, una OPINIÓN. Las pretensiones de validez hay que acreditarlas, porque yo puedo afirmar lo contrario y me quedo tan ancho. Las evidencias están a mi favor. Las luchas sectarias entre doctrinas hermanas (católicos y protestantes) son en muchas ocasiones más asesinas que las luchas entre ideologías opuestas y con los ejemplos expuestos bastaría para acreditarlo, aunque podría poner muchos más. Por otro lado, ha habido en la historia izquierdistas cristianos y cristianos socialistas, pero no se puede ser trotskysta estalinista, precisamente porque unos y otros están más próximos y la lucha es más violenta todavía. ¡Justo a la inversa de lo que asevera usted! ¿Cómo se puede ser cristiano socialista? Pues apelando al Sermón de la Montaña, por ejemplo, un discurso en favor de los pobres. El entroncamiento cristiano de la izquierda ha sido reconocido por la propia izquierda y está muy claro, por ejemplo, en el anarquismo. Las izquierdas son milenarismos cristianos SECULARIZADOS, pero a veces SEMISECULARIZADOS, como en el caso del socialismo cristiano. Un tema ampliamente estudiado por la antropología. Creo que ya le he respondido de sobra y, por favor, si tiene que replicar, le ruego que presente alguna prueba, evidencia o fundamento, la simple reiteración de su opinión, sin aportar ninguna pieza de convicción objetiva, no añade nada al debate.
Dice usted, ENSPO, que "La sociedad o, mejor dicho, la comunidad precede siempre al individuo"... pero esto choca de pleno con su concepto y valor del HÉROE (héroes de la antigüedad que, por cierto, todos ellos tenían ideales y metas TRASCENDENTES... trascedencia que usted también niega).
Lecturas recomendadas:
https://esfuerzoyservicio.blogspot.com.es/2016/04/individualidad-creadora.html
https://esfuerzoyservicio.blogspot.com.es/2015/10/la-nocion-de-sujeto-autoconstruido-en.html
https://esfuerzoyservicio.blogspot.com.es/2015/06/para-el-perfeccionamiento-moral-de-la.html
https://esfuerzoyservicio.blogspot.com.es/2017/02/reivindicacion-de-la-gente-comun.html
https://esfuerzoyservicio.blogspot.com.es/2012/12/esfuerzo.html
https://esfuerzoyservicio.blogspot.com.es/2014/11/movilizacion-autoorganizacion-popular-y.html
https://esfuerzoyservicio.blogspot.com.es/2016/12/el-sentido-del-sufrimiento-y-el-dolor.html
¿Que no lo demuestro?, se lo he demostrado anteriormente con claros ejemplos históricos, tanto en España como en otros países, como en la antigua URSS, yo no hablaría de diferencias ideológicas entre "cristianos e izquierdistas", entre una religión y una ideología política diferencias ideológicas puede haber pocas(Aunque algunos intenten politizar la religión), lo que sí hay es un rechazo frontal del izquierdismo contemporáneo contra la iglesia cristiana, simplemente porque es una religión, lo cual no tiene lógica ya que estos mismos que se hacen llamar ateos luego no les importa que otras confesiones religiosas como el islam se extiendan por España y por ende en toda Europa. Es que esta situación va más allá, es como si la izquierda contemporánea estuviera dirigida por una élite que le ordena comportarse de esta forma. Usted habla de que a lo largo de la historia han habido cristianos izquierdistas y cristianos socialistas, sí es cierto, de hecho más de uno ha afirmado que Jesucristo fue socialista por el hecho de que ayudaba a los pobres, como también han habido izquierdistas y socialistas patriotas, no internacionalistas, siempre se encuentran variantes en las religiones y en las ideologías políticas.Aquí en España por poner un ejemplo se daba el caso de los curas que durante el franquismo en mayor o menor medida se oponían al régimen, los llamados "curas rojos", así los llamaban, independientemente si simpatizaban con la izquierda en mayor o menor medida, pero esos clérigos curiosamente se olvidaban que 30-35 años antes muchos clérigos como ellos fueron asesinados vilmente en una persecución atroz por parte de las izquierdas y también por grupos anarquistas.
Como verá mediante este mensaje aporto alguna pieza de convicción objetiva al debate.
Un saludo.
Yo nunca he negado que haya un rechazo del cristianismo por parte del izquierdismo. ¿Dónde he negado yo eso? Por tanto no puede haberme refutado en algo que yo nunca he dicho. Al contrario, he intentado argumentarle que el enfrentamiento incluso sangriento entre distintas corrientes de la misma ideología no demuestra que estén en campos ideológicos opuestos. Pues claro que hay diferencias ideológicas entre cristianos e izquierdistas, aunque compartan los mismos valores. Y eso es lo que sostenemos aquí. Usted, por tanto, no ha demostrado nada porque saca conclusiones erróneas de supuestos hechos y afirmaciones que nosotros no hemos realizado. Esto es un diálogo de sordos.
Que la comunidad preceda al individuo no afecta en nada a los valores heroicos, antes al contrario, ese precepto es la condición de posibilidad del heroísmo. ¿Por qué y por quién cree que se sacrifica el héroe, sino por la comunidad a la que pertenece?
La superioridad de la cultura occidental respecto de otras ha residido, precisamente, en el valor que ha dado al individuo, por encima del colectivo, o mejor dicho, anterior al colectivo, aunque a la par qué éste en valor. En otras culturas no existe el individuo, sólo el colectivo, con alguien o una minoría al mando (el único o únicos individuos)... y el fascismo es eso mismo, de ahí que el fascismo sea antioccidental.
A continuación le sugiero otra lectura interesante del mismo autor, que por cierto es ateo, y no por ello se impide a sí mismo reconocer lo bueno, lo bello y lo positivo allá donde tales se encuentren, por ejemplo en el cristianismo primitivo, que formó colectivos (fraternidades) para luchar contra la tiranía; y no fue una lucha de los "pobres" que es lo que la Iglesia nos vende, sobre todo desde el Concilio Vaticano II y la "Teología de la liberación" (para regocijo de darwinistas y cientifistas que así ven reforzadas sus teorías jerárquicas); no, no fue una lucha de los pobres, sino una lucha de los HUMANOS que querían seguir siéndolo... para no ser sólo miembros de un "colectivo" (al cual además no habían decidido pertenecer, sino que les obligaban).
https://esfuerzoyservicio.blogspot.com.es/2016/09/la-fortaleza-es-una-virtud.html
Como verá usted, ENSPO, muchas de las afirmaciones contenidas en dicho texto (y en los anteriores que enlacé, a los cuales usted no ha hecho referencia en su respuesta) bien pudieran ser tomadas como propias por usted mismo, ya que hablan de fortaleza, sacrificio, heroísmo, etc.
Por tanto debemos concluir que el HEROÍSMO también está por debajo de alguna otra cualidad-premisa que conduciría a aquél a un destino u otro diametralmente opuesto. El heroísmo de un fascista (o de un romano, o de un musulmán), por muy buena intención inicial que éste tenga, deviene siempre, SIEMPRE en tiranía, en poder sobre los demás... porque al final siempre, en el mejor de los casos, se confunde la jerarquía MORAL (lícita y legítima cuando no es buscada, sino otorgada por tus IGUALES), con el resto de jerarquías afirmadas a priori, todas ellas ilegítimas e infrahumanizantes, tanto para el colectivo, como para el propio jeararca.
Por lo demás, hay un dato claro e inequívoco, que pone de manifiesto que los valores que defiende el fascismo, son, en esencia, idénticos a los de la Iglesia, la socieldemocracia, el comunismo, EL ISLAM y, en suma, los de todos sus supuestos enemigos; y es que todos ellos tienen un dios común, EL ESTADO; y, so pretetxto de criticarla, todos tienen la misma herramienta para fortalecerlo: el CAPITALISMO.
Le invito a la lectura de este libro (y todos los demás del mismo autor) y a que haga alguna serie de artículos sobre él:
http://www.felixrodrigomora.net/DTE/
Si quiere le puedo facilitar un ejemplar de forma desinteresada.
La superioridad de la cultura occidental para un individualista es, claro está, el individuo. Pero esto sólo puede afirmarse desde la ceguera de quien juzga al resto de las culturas y civilizaciones desde la propia. Podría, además, afirmarse que la superioridad de la cultura occidental está en su desarrollo tecnológico y cientíco, que no tiene nada que ver con la herencia individualista del judeo-cristianismo, sino con la herencia holista de la cultura grecorromana. ¿Por qué la centralidad del individuo convierte en "superior" a una cultura? ¿Por qué no a la inversa? Sólo porque usted lo dice a pesar de las evidencias de lo contrario. Finalmente, se olvida usted de lo esencial: el individualismo no es más que una forma determinada de socialización, o sea, un fenómeno surge de la sociedad misma en cuanto entidad holista, comunitaria o "colectiva". La sociedad siempre precede al individuo incluso cuando se trata de una sociedad cuya característica fundamental es la producción de individuos que sólo piensan en sí mismos y terminan destruyendo el tipo de sociedad que los hizo posibles.Justamente aquéllo que está sucediendo en la actualidad. El individualismo es una enfermedad que, en la forma de capitalismo, destruye occidente. Éste sólo puede existir porque importa carne humana de otras sociedades no individualistas en las que todavía imperan valores comunitarios o colectivistas. Cuando todo el planeta sea ya tierra individualista y no queden comunidades que puedan reemplazar a los pueblos que el individualismo capitalista (=liberalismo) va liquidando (para empezar los propios pueblos blancos, donde la anomalía se ha gestó) entonces la humanidad desaparecerá. Sólo un pueblo, el judío, cuya extrema derecha nacionalista inocula el indiviualismo (=liberalismo) en los demás pero preserva sus valores comunitarios como el tesoro más preciado, ocupara la gran ausencia de los gentiles. Pues de eso se trataba y a eso vamos. Su individualismo, eso que tanto valora, es una lacra, una peste, la basura más letal que la historia registra. Esperemos que podamos atajarla tomando conciencia de lo que realmente significa. Desde luego, usted no nos va a ayudar en la tarea.
Usted, ENSPO, no ha respondido-replicado a una sola de las cuestiones que le he planteado (NI UNA) y, por contra, se ha limitado a replicar una supuesta afirmación mía que sólo existe en su mente, y es que yo apruebo y defiendo el individualismo...
Para todo lector reposado y con interés en debatir, y no en aplastar al rival ideológico, ha quedado muy claro que mi idea es que el individuo está al mismo nivel que el colectivo, pero que es anterior, por pura lógica: si no hay individuo libre (esto es, en el libre ejercicio de todas sus capacidades en tanto que humano), éste no puede aportar al colectivo de forma libre todo su potencial.
Quizá no se haya referido a mi, sino al texto enlazado de Félix Rodrigo Mora, en el cual dicho autor menciona un par de veces dicho concepto; pero a la vista está que él no apoya el individualismo burgués, ni nada que se le parezca (le invito a releer el texto).
Por si aún hubiera dudas, le ofrezco otro artículo del mismo autor; aquí entra más en detalle sobre el "individualismo"; y lo dicho, con una lectura bienintencionada no hay lugar para la malinterpretación:
https://esfuerzoyservicio.blogspot.com.es/2016/04/individualidad-creadora.html
Cita de dicho texto:
"Lo colectivo rectamente entendido, como una multiplicación de los atributos y poderes individuales, es magnífico, al permitir logros que superan en mucho lo que un ser humano aislado puede alcanzar. Pero si es un modo de nulificar y negar a la persona no puede ser admitido.
Por tanto, conviene promover un individualismo poderoso aunque sin arrogancia, sin búsqueda del interés particular, que incorpore los ideales de servicio, cortesía, modestia, autocrítica, afecto al otro en actos y renuncia a toda forma de poder, dinero, fama o goce, especialmente al poder para sí, el mayor mal y la más grande maldad. Hay que mirar hacia el interior de uno mismo para encontrar allí los elementos que nos hagan sujetos de valía, personas de calidad, factores de libertad. Sin creer en uno mismo, sin saberse y hacerse capaz, nuestro mundo, podrido hasta la medula, no podrá ser revolucionado positivamente, y las masas de los subhumanos contemporáneos no lograrán revertirse en seres simplemente humanos."
FIN DE LA CITA
Es entendible que a los fascistas les salten las alarmas cuando oyen algo sobre el INDIVIDUO, ya que en su ideario los únicos individuos reales son los que ostentan el poder del ESTADO (voluntad de poder Nietzscheana), el resto son, en el mejor de los casos, valientes combatientes al servicio del "colectivo" (del ESTADO), con voluntad, no de poder, sino de obedecer (ambas voluntades infrahumanizantes).
La única forma que los fascistas tienen de criticar al individuo es tachándolo de individualista, pero el individualista piltrafa (NO HÉROE) que efectivamente es el más extendido en las sociedades modernas. Pero eso es hacerse trampas en el "solitario" (nunca mejor dicho).
Efectivamente vivimos en una sociedad atomizada, en la que ya no hay relaciones horizontales entre iguales, pero esto ha sucedido, precisamente, porque ha sido el ESTADO el que ha reemplazado todas ellas por relaciones verticales jerárquicas... Ya nadie necesita a nadie porque el ESTADO es el que provee de todo y a todos.
Un ESTADO fascista es, en esencia, idéntico a un ESTADO neoliberal, o socialdenócrata, o comunista, o teocrático; todos ellos anulan al individuo, y, por ende, anulan las relaciones horizontales que son, precisamente, las que crean COLECTIVO.
Saludos
El individuo no puede preceder a la sociedad porque para que haya individuos en un sentido no irrelevante de la palabra debe darse primero, en la sociedad, un determinado tipo de educación, sistema de valores, cultura, instituciones... ¿O es que el individuo nace ya armado como Atenea del vientre de su madre? Me parece que confunde usted el individuo como hecho moral y psicológico (o incluso trascendental) con el individuo como hecho físico. Los gatos, por ponerle un ejemplo, son, en cuanto entes físicos, individuales. Y los árboles. Y hasta las colillas. Pero no existe una individualidad moral gatuna (ya no digamos de los entes vegetales o inertes). Si confunde usted esto con el individuo en el sentido liberal, político-sociológico, axiológico, psicológico, ontológico, entonces debe usted volver a la universidad. Habla usted de que el individuo debe ser antes libre para aportar al colectivo. Teoría liberal del contrato social, federalismo, anarquismo... Retórica INDIVIDUALISTA. El individuo (físico), para ser libre en el sentido liberal (moral, jurídico), tiene que ser modelado antes por una serie de instancias sociales, que operan desde fuera del interesado. Todas las sociedades históricas, excepto la occidental, han sido sociedades holistas, o sea, comunidades anti-individualistas. No había allí individuos. El individuo surge en occidente en un determinado marco histórico-social que lo hace posible y le precede estructuralmente.
Para informarse sobre este asunto, le recomiendo al antropólogo Luis Dumont: "Homo Aequalis. Génesis y apogeo de la ideología económica", una obra imprescindible.
El Estado fascista intenta (otra cosa es que le haya dado tiempo a realizarlo) una ruptura con la society (sociedad) burguesa liberal para reconstruir la Volksgemeinschaft (comunidad nacional) sin por ello renunciar a la modernidad. O sea, intenta restaurar el holismo que ya existió como realidad histórica. No es ninguna utopía. Cómo hace eso sería demasiado largo eplicarlo aquí. En todo caso, cuando pretende que el Estado fascista es lo mismo que el Estado liberal, desbarra hasta el ridículo. No aclara si ésra es una constatación de hecho, debido a factores circunstanciales, por mala fe o por una cuestión de principio inviscerada en la ideología misma.
El Estado liberal anula tan poco al individuo, que se convierte en el juguete de una oligarquía de banqueros. Usted me dirá que el Estado fascista es el juguete de una élite de políticos, pero, claro, visto que no distingue entre individuo físico e individuo moral-psicológico-trascendental, siempre verá individuos por todas partes y eso "demostrará" su tesis. Sin embargo, un dictador fascista no tiene por qué actuar como un individuo (moral-psicológico), aunque ante los ojos de cualquiera siempre aparezca como un individuo (físico), pues todos los objetos, hasta las tazas de café, son "individuales". En esa sopa semántica se mueve usted con seguridad porque no ha realizado los análisis ontológicos oportunos, tanto del término "individuo" cuanto del fenómeno social de la individualidad en tanto que forma de vida típicamente occidental (que el fascismo quiere erradicar).
Para distinguir, antes de seguir hablando sobre el fascismo, los conceptos sociológicos básicos que lo diferencian radicalmente del liberalismo, debe leerse "Comunidad y asociación" de Ferdinand Tönnies. Luego vuelva por aquí. Gracias.
Para Doctor Gauss. No aceptamos aquí ataques personales, descalificaciones o argumentaciones ad hominem. Usted no ha entendido absolutamente nada de mi argumentación anterior, me acusa de comparar al individuo con una "taza", cuando justamente estoy diciendo lo contrario. A partir de aquí ya no he continuado leyendo los exaprubtos, que sólo ponen de manifiesto la debilidad de sus pretensiones. Ni un minuto más que perder con usted. Saludos cordiales.
No tengo la obligación de comentar insultos, ataques personales o disquisiciones completamente delirantes y sin ningún fundamento. Aquí se viene leído y argumentado. Las deposiciones ultraderechistas, en casa. Gracias.
No se aceptan emoticonos o expresiones como "ja, ja, ja" y similares en lugar de comentarios argumentados y fundamentados. Las deposiciones ultraderechistas serán consideradas spam y suprimidas.
No se puede derrotar al capitalismo si no se erradica antes el judeo-cristianismo, raíz metafísica de la ideología liberal.
Siempre lo mejor que podemos hacer fomentar las oraciones porque así estamos agradeciendo a Dios por las cosas buenas y malas que vivimos.
¿Agradecerle a dios? Hay que agradecerles a los hombres el esfuerzo de la civilización, porque dios es una pura fantasía y si esperamos que nos resuelva los problemas ocurre que tenemos un problema más. Maldigo el nombre de "dios". Escupo en el rostro de Yahvé y de su presunto hijo el judío racista Yeshúa de Nazaret. Hete aquí mi oración.
Aunque mi comentario llega tarde a este debate acerca del individualismo y lo colectivo, me gustaría recomendar la lectura de un libro sobre el tema "La era del vacío: Ensayos sobre el individualismo contemporáneo" de Gilles Lipovetsky (ed. Anagrama)
https://www.casadellibro.com/libro-la-era-del-vacio-ensayos-sobre-el-individualismo-contemporaneo/9788433967558/919051
Gracias por su aportación, como siempre tan oportuna.
A analove. ¿Oraciones? No le digo lo que opino de las oraciones por una cuestión de buena educación.
Publicar un comentario