lunes, septiembre 09, 2013

El régimen nacional y socialista de Bashar al-Assad

Bashar al-Assad.











“Nosotros, comunistas, adoptamos el programa fascista de 1919, programa de paz, de libertad y de defensa de los intereses obreros. Camisas Negras y Veteranos del África, llamamos a ustedes para unirnos en este programa. Proclamamos que estamos listos para combatir a su lado, Fascistas de la Vieja Guardia y Juventud Fascista, para realizar el programa fascista de 1919” (Palmiro Togliatti, secretario del Partido Comunista Italiano, Manifiesto por la salvación de Italia y la reconciliación del pueblo italiano, "Lo Stato Operario", nº 8, 1936).

Damasco nacional-socialista. Como lo oyen. Las palabras del marrano John Kerry acusando a Bashar al-Assad de ser "igual que Hitler" no se reducen sólo a la habitual demagogia antifascista. El filósofo y escritor Gabriel Albiac, comentarista televisivo y profesor universitario, conocido autor del clásico La sinagoga vacía (1987), caracterizaba así al régimen sirio a principios de 2011:

El Baaz es un partido laico. Tomó el poder en Siria el año 1963 y en Irak en 1968. Instauró, en ambos casos, regímenes de partido único. Nada extraño, si se considera la filiación hitleriana de sus fundadores y la ideología nacional-socialista de sus estatutos. Es el siguiente peón del Gran Juego que está teniendo lugar en torno a la península arábiga. Y el más decisivo.

Nos interesa ahora, sobre todo, esa "ideología nacional-socialista de sus estatutos" denostada por Albiac. ¿En qué consiste realmente la ofensa de Bashar el-Assad a los poderes oligárquicos? Adrián Salbuchi ha resumido la cuestión en ocho puntos al hilo de la exposición de una joven siria.

Siria, concluye Salbuchi, es hoy el frente de lucha contra el N.O.M. (Nuevo Orden Mundial); en esta batalla se decide la libertad de las naciones.

Hitler no mentía, por tanto, cuando caracterizó a las "democracias plutocráticas" como dictaduras del capital financiero. Los hechos han demostrado hasta la náusea, al menos en este punto, la veracidad de los pronósticos "nazis" (v.g.: Gottfried Feder) al respecto. 

El planeta entero va a ser sometido al dominio del Gran Parásito, una secta asesina, racista e irracional de extrema derecha que nada tiene que ver, en realidad, con los "derechos humanos" (aunque los utilice para sus fines) y sí mucho con el anatema, es decir, el exterminio étnico vindicativo ordenado por Yahvé.

Pero este proyecto de dominación preténdese articular, y hasta ahora lo ha conseguido con éxito asombroso, a través del monopolio capitalista de la emisión de moneda y sus consecuencias inevitables, a saber, el control de la economía productiva, la política, los Estados, los medios de comunicación, la ciencia y la cultura... El ejercicio del poder militar para allanar posibles obstáculos es sólo el último eslabón de un mecanismo que viene precedido por la colonización ideológica de las mentes y la succión vampírica de la soberanía nacional dondequiera que la oligarquía occidental introduzca sus sucios tentáculos. Sin embargo, y este dato es decisivo: el primer eslabón político del dispositivo de opresión hay que localizarlo en los bancos centrales.

Quien cuestione el dogma usurario pasa a convertirse automáticamente en "nazi" y víctima de sacrificio anatémico ritual.

El patético artículo de Gabriel Albiac es incapaz de explicar la alianza de Estados Unidos con Arabia Saudí y el papel de la yihad en la "justificación propagandística" de las intervenciones militares de Washington. El filósofo sólo podría comprender eso si su cerebro de filosionista "de buena fe" estallara en mil pedazos ante la evidencia de que los famosos terroristas no son más que la coartada técnico-jurídica de un supremacismo expansionista y colonialista enemigo de la humanidad. El mismo que, en su delirio bíblico-apocalíptico, provoca aquella catástrofe (¿Tercera Guerra Mundial?) que debería supuestamente preceder a la llegada del Mesías (imperio universal de Jerusalén). 

Esta "conspiración interminable" de la logia racial no se libra contra regímenes integristas islámicos, sino contra el nacionalismo revolucionario, contra el socialismo nacional, identitario, la única vía auténtica hacia la independencia, la libertad y soberanía de los pueblos. Porque el individuo solo, nada puede. Por ello "fascismo" significa, para el sionismo, el mal absoluto y, en este aspecto, tiene más sentido del que parece "estigmatizar" a Damasco -John Kerry dixit- como régimen "nacionalsocialista".

Jaume Farrerons
9 de septiembre de 2013



DOCUMENTOS ANEXOS

ADRIÁN SALBUCHI
Identificándose como "siria, antineoconservadora, anti nuevo orden mundial, y antisionista", a principios del año pasado abrió su propio canal en YouTube
(YouTube/User/SyrianGirlpartisan).

En un breve video en inglés de apenas nueve minutos, ella explica las "ocho razones por las que el nuevo orden mundial odia a Siria". Haremos bien en prestarle mucha atención…
 
Ese breve mensaje se desarrolla como una suerte de 'Manual del Sentido Común' que explica las razones por las que Estados Unidos de Norteamérica, el Reino Unido, la Unión Europea (especialmente Francia) e Israel se muestran tan decididos a destruir Siria, un país cuyos líderes rehúsan a arrodillarse antes los Dueños del Poder Global profundamente enquistados dentro de las estructuras de poder públicas (los Gobiernos) y privadas (el mundo corporativo y bancario) de los países occidentales.
 
Ella describe estas ocho razones de manera sucinta y convincente, dándonos a todos mucho para pensar y evaluar. Particularmente, a los pueblos estadounidense, británico, europeo y judío, que son las únicas poblaciones que pueden ejercer la necesaria presión directa sobre sus gobernantes elegidos en Washington, Londres, París, Tel Aviv y otras capitales occidentales. Ellos deben obligarlos a dejar de comportarse como criminales globales fuera de control, y empezar a escuchar la voz de sus respectivos pueblos de una manera responsable y democrática.

Ochos razones por las que el Nuevo Orden Mundial odia a Siria
 
1) El Banco Central de Siria sirve al pueblo y no a los banqueros. En otras palabras, Siria tiene un banco central que administra su propia moneda de manera que sirva al pueblo sirio y no a los megabanqueros globales controlados por el entorno Rothschild operando desde sus guaridas en Nueva York, Londres, Frankfurt, Tel Aviv, Basilea y París.
 
Esto significa que el volumen de moneda que emite está correctamente sincronizado con las verdaderas necesidades de la economía real del trabajo, la producción, los servicios y todo aquello que resulta útil para la vida de los sirios, en lugar de operar subordinado a los deseos de un conjunto de financistas extranjeros parasitarios, usureros y especuladores. Estos exigen controlar a los bancos centrales del mundo para poder así limitar artificialmente el volumen de moneda disponible para sus genuinas necesidades de la economía real, especialmente el crédito sin interés para financiar cosas útiles: plantas de energía, autopistas, redes de gas, viviendas, empresas privadas e innumerables otras iniciativas lícitas.
 
Los megabanqueros exigen así obligar a todo actor productivo –sea público o privado– a tener que recurrir forzosamente a sus préstamos con sus mortales componentes de interés compuesto usurario. Así inician la cadena mortal de deuda eterna que no puede hacer más que crecer, crecer y crecer, tal como lo atestiguan las 'crisis de deuda soberana' que golpean a país tras país a lo largo de las últimas décadas. En todos los casos, esas deudas criminales que aplastan a los pueblos fueron generadas en connivencia con los gobernantes de turno, que cumplen la función de desgobernar como 'pagadores seriales' siempre al servicio de los megabanqueros.
 
Al limitar artificialmente el volumen de 'dinero público' sin interés emitido por sus bancos centrales, se obliga a las naciones a tener que recurrir al 'dinero privado' (créditos bancarios) con sus intereses usurarios, manejado por los Rothschild, Rockefeller, Warburg, Goldman Sachs, HSBC, CitiCorp y JP Morgan Chase.
 
Claramente, una muy buena razón para que los banqueros parasitarios exijan la destrucción de Siria.

2) Siria no mantiene deudas con el FMI (Fondo Monetario Internacional). Ello significa que los líderes sirios entienden perfectamente que el FMI –un ente multilateral público constituido por sus Estados miembro– es controlado por los banqueros globales operando como sus auditores y policía recaudadora cada vez que alguno de sus miembros más débiles cae en el pozo de no poder pagar sus 'deudas soberanas'; o sea, cuando países endeudados llegan al punto en el que no pueden extraer más dinero de sus economías reales del trabajo, producción y esfuerzo de sus pueblos, siempre para entregárselo a los megabanqueros globales.
 
En cierta forma, la verdadera función del FMI consiste en operar como 'agencia recaudadora de impuestos' de los Dueños del Poder Global –su 'AFIP' o 'IRS', por así decirlo– solo que, en lugar de cobrarle impuestos directamente a las personas, lo hace a través de Gobiernos títeres que succionan el producto del pueblo trabajador para entregárselo a los banqueros.
 
¿Se empieza a comprender cuáles son las verdaderas raíces de las 'crisis de deuda' que sistemática y recurrentemente golpean a Grecia, Chipre, Irlanda, Argentina, España, Brasil, Indonesia, Italia, Portugal, México, EE.UU., Reino Unido, Francia…?
 
Cuesta imaginar un modelo de esclavitud planetaria más diabólico.
 
El Islam rechaza el interés sobre el dinero y el mecanismo de préstamo fraccional bancario, por considerarlos inmorales y antisociales. Este concepto rigió en la Libia de Muammar Gadafi; y hoy en Siria e Irán.
 
Claramente, una muy buena razón para que los megabanqueros parasitarios exijan la destrucción de Siria, tal como exigieron la destrucción de Libia y ahora apuntan contra Irán.

3) Siria ha prohibido las semillas y alimentos genéticamente modificados (GM). El presidente sirio, Bashar al Assad, los prohibió "para preservar la salud humana", comprendiendo que empresas como Monsanto se proponen controlar la provisión de alimentos en todo el mundo, sabiendo que las venideras crisis globales no serán tan solo del petróleo sino también de la capacidad de los Gobiernos para alimentar a sus poblaciones.
 
Por eso, luego de invadir a Irak, EE.UU. dio la orden que sus granjeros solo utilizaran semillas patentadas de Monsanto. Claramente, una muy buena razón para que Monsanto exija la destrucción de Siria.

4) La población siria está muy bien informada acerca del nuevo orden mundial. Sus multimedios locales y círculos académicos debaten en forma abierta la influencia excesiva que los Dueños del Poder Global detentan sobre los Gobiernos del mundo. Entienden cabalmente que en Occidente el verdadero poder no está ni en la Casa Blanca, ni en 10 de Downing Street, ni en el Congreso o Parlamento, sino en una compleja y ponderosa red de bancos de cerebros ('think-tanks') conducidos por el neoyorquino Consejo de Relaciones Exteriores, la Conferencia Bilderberg, la Comisión Trilateral, la Americas Society, el Foro Económico Mundial y el londinense Instituto Real para las Relaciones Internacionales. Estos a su vez interactúan estrechamente con los megabancos, los multimedios globales, las principales universidades, las fuerzas armadas, las grandes multinacionales y todo el mundo corporativo supranacional.
 
Como lo explica esta muchacha siria, los ciudadanos sirios también osan hablar abiertamente acerca de la influencia ilegítima de sociedades secretas como la francmasonería y la logia Skull & Bones de la Universidad Yale, que cuenta entre sus miembros a poderosos personajes como el presidente George W. Bush y el actual secretario de Estado, John Kerry.
 
Claramente, una muy buena razón para que estos mismos poderosos le exijan a su empleado Obama que destruya a Siria.

5) Siria dispone de importantes reservas de petróleo y gas. ¡Otra vez el petróleo! Cada vez que las potencias occidentales van a la guerra para "proteger la libertad, los derechos humanos y la democracia", siempre nos topamos con el olor nauseabundo del petróleo, sea en Irak, Libia, Kuwait, islas Malvinas, Afganistán…
 
Siria dispone de importantes reservas de petróleo y gas en su territorio y costas afuera en el mar Mediterráneo, y colabora con Irán en la construcción de un enorme oleoducto sin la participación de las grandes petroleras occidentales.

Claramente, la militarización de toda la producción del petróleo, sus zonas de reservas y sus vías de acceso para 'llevárselo a casa' –esté donde esté– conforma una geoestrategia prioritaria conjunta anglonorteamericana.
 
Claramente, una muy buena razón para que BP, Exxon, Royal Dutch Shell, Texaco, Total, Repsol y Chevron exijan la destrucción de Siria.

6) Siria se opone al sionismo y a Israel de una manera clara e inequívoca. Como potencia ocupadora militar en Palestina, Israel practica el 'apartheid' racista sobre los palestinos. Los líderes sirios no tienen pelos en la lengua, llamando a las cosas por su nombre: Israel es un Estado racista, imperialista y genocida, señalando entre tantos ejemplos el muro del oprobio que levantaron los israelíes encerrando a toda Palestina en lo que solo puede describirse como un gigantesco campo de concentración donde se maltrata, asesina y humilla a los palestinos. ¡Israel administra un auténtico Auschwitz en Oriente Medio!
 
Esta misma visión preclara era compartida por el libio Gaddafi y el iraquí Saddam, y hoy también lo es por los líderes de Irán, China, Rusia y la India.
 
Claramente, una muy buena razón para que grupos de choque político como AIPAC (Comité Estadounidense-Israelí de Asuntos Públicos), el Congreso Mundial Judío, la ADL (Liga Antidifamación), el Likud, Kadima y el dúo Netanyahu-Lieberman exijan al unísono la destrucción de Siria.

7) Siria es uno de los últimos estados seculares en Oriente Medio, mientras que los supremacistas judeosionistas –al igual que sus cristianos renacidos 'bushianos' y sus fanáticos proponentes de "Israel primero" en EE.UU. y Occidente– necesitan que todos los pueblos obedezcan la supuesta "voluntad de Yahweh", un oscuro demiurgo que tiene su 'pueblo elegido'.
 
La orden implícita de los Dueños del Poder Global es clara: todos deben aceptar una supuesta superioridad israelí, mientras que nuestra muchacha siria señala que jamás pudieron imponerle a Siria semejante barbaridad, como jamás pudieron convencer al Irak de Saddam, a la Libia de Gaddafi, y por supuesto tampoco al Irán de los ayatolás.
 
Ella explica que en Siria "preguntarle a alguien sobre su religión es de mala educación", ya que Siria ha sido tierra fértil en la que crecieron las principales religiones del mundo a lo largo de milenios, lo que ha enseñado a los sirios a ser discretos, tolerantes y respetuosos con todos los credos.
 
Esto no lo respetan los reinos de ricos jeques árabes prooccidentales, ni la paranoia antiislámica que reina en EE.UU., Gran Bretaña y la Unión Europea, donde se ha llegado a sancionar legislación que impone las más desfachatadas mentiras culturales, políticas e históricas según lo exigen sus propios fanáticos religiosos que insisten en que su dios solo acepta una única clase de holocausto.
 
Claramente, una muy buena razón para que los fanáticos neoconservadores y su policía del pensamiento salida del '1984' de Orwell exijan la destrucción de Siria.

8) Siria conserva y protege con orgullo su identidad nacional política y cultural. La muchacha siria enfatiza la voluntad de su pueblo de "proteger su individualidad" al tiempo que respeta la de los demás. Los artífices del venidero Gobierno Mundial simplemente odian a quienes se opongan a la estandarización que imponen en el pensamiento, el comportamiento y los 'valores'. Un mundo donde la dictadura de las grandes marcas occidentales, sus 'shoppings', modas y estilos "hacen que todos los lugares del mundo se parezcan, lo que nos lleva a un mundo muy aburrido".
 
Hoy en día, el pensamiento 'revolucionario' occidental ha quedado limitado a elegir entre Coca y Pepsi.
 
Claramente, una muy buena razón para que Coca, Pepsi, McDonald’s, Levis, Lauder, Planet Hollywood y Burger King exijan la destrucción de Siria.

El mensaje de esta muchacha siria concluye recordando al mundo que "si Siria cae, bien podría ser la batalla decisiva que conduzca a la victoria del Nuevo Orden Mundial", agregando que hoy "Siria es el frente de batalla contra el Nuevo Orden Mundial".
 
Sabias palabras de una joven que comprende el fracaso estrepitoso de la clase política de las potencias occidentales que solo parece haber logrado poner a todo el mundo patas para arriba, envenenando a Gobiernos y estructuras de poder privadas, sea en Washington, Nueva York, Londres y París, o en Berlín, Roma, Bogotá, Madrid, Tokio, Seúl, Ámsterdam o Riad.
 
Si a veces la industria del 'entretenimiento' de Hollywood ha de servirnos de guía que refleje los rincones más oscuros de la psiquis enferma de los Dueños del Poder Global, podríamos decir que los gobernantes occidentales están actuando el drama hollywoodense de aquella famosa película, 'El planeta de los simios'.
 
En la misma Hollywood imagina un mundo en el que una horrorosa e infernal inversión genética encumbra a ignorantes y destructivos animales –los simios– en el poder mundial, al tiempo que nobles y derrotados seres humanos son esclavizados y arrojados dentro de jaulas.
 
¿Será esta la metáfora que mejor describe la agresión irracional de Estados Unidos contra Siria?
 
Las ocho razones descriptas conforman una buena guía que nos permitirá recuperar a nuestras naciones, para volver a colocarlas en el camino recto y correcto, arrancándolas de las garras de los dueños de este mundo, que claramente hoy están totalmente fuera de control.
 
Más allá de que seamos americanos, europeos, árabes, musulmanes, cristianos, judíos, budistas, hindúes o sintoístas, ha llegado la hora de los pueblos.
 
Ha llegado la hora en que los pueblos hagan tronar sus voces en las calles y plazas de nuestras ciudades, demandando que los Gobiernos 'democráticamente' elegidos en todo Occidente dejen de hacer las locuras que hacen y empiecen a hacer lo que los pueblos demandan de ellos.
 
Nuestra joven amiga siria innegablemente nos ha dado un ejemplo a seguir.     

Adrian Salbuchi para RT
Adrian Salbuchi es analista político, autor, conferencista y comentador de radio y televisión en Argentina.  www.proyectosegundarepublica.comwww.asabuchi.com.ar 
Adrian Salbuchi para RT
Adrian Salbuchi es analista político, autor, conductor del programa de televisión “Segunda República” por el Canal TLV1 de Argentina. Fundador del Proyecto Segunda República (PSR). 
www.proyectosegundarepublica.com

 

6 comentarios:

Alan Argento dijo...

Hoy en día los sionistas están muy alterados. Saben que no van a salir airosos de este trance. Lo peor que les puede pasar es que no haya guerra ni venta de armas ni que padezcan ninguna destrucción que justifique la aparición de algún mesías falsos. Israel y USA necesitan del conflicto armada para subsistir pero todo parece indicar que la paz los terminará matando...

jvan dijo...

La mirada del lider sirio es muy significativa. Asimismo los colores de la bandera de Siria.

ENSPO dijo...

La paz les mata, una buena apreciación, demoledora. Necesitan la destrucción para subsistir. El mundo no tardará en darse cuenta de que son la gran amenaza que pesa sobre la humanidad, y entonces estarán acabados.

ENSPO dijo...

Es cierto que la bandera de Siria tiene los mismos colores que la imperial alemana. Un dato en el que no había caído. Gracias Bergman.

Anónimo dijo...

Y tanto que la paz los mata, así no pueden atacar a las naciones soberanas y arrebatarles sus riquezas y por otro lado hacer funcionar el negocio de la industria armamentística, dar salida al armamento acumulado para seguir fabricando más.
La guerra y la usura son su "modus vivendi".

Frel dijo...

El apartado de las Ocho razones por las que el Nuevo Orden odia a Siria resume a grandes rasgos las características del regimen sirio en sus políticas monetarias, financieras, energéticas y culturales. Como es obvio la soberanía monetaria y financiera de Siria(eliminando además el interés del dinero) choca frontalmente con los inetereses de la oligarquía financiera internacional es uno de los motivos principales por los cuales quieren atacarle, la cuestión energética también influye notoriamneente tal como está expuesto en uno de los puntos, otros de los objetivos por el cual quieren eliminar el régimen Sirio es para sustraerles los importantes yacimientos de petróleo y de gas, al igual que quieren hacer con Irán, algo que es de lógica, sobre este tema ya se han expuesto comentarios en entradas anteriores.
El simple hecho de que entre Siria e Irán estén construyendo un oleoducto sin la participación de empresas occidentales vinculadas a la oligarquía financiera-petrolera es algo que ya les fastidia.

Un saludo.