La gravedad de la crisis está forzando a romper los parámetros de normalidad del oasis catalán. Y esto tanto por parte de la mafia oligárquica que empuña las palancas del poder político cuanto de las instancias institucionales (juzgados, por ejemplo) que aquella pugna siempre por mantener bajo su control, con las inevitables "resistencias" españolas.
Así, de un lado, Oriol Pujol aparece directamente implicado, como el mafioso que es, en el caso ITV y el juez reclama, además, una fianza a CiU por el caso Palau; y, de otro lado, Artur Mas y el viejo Jordi Pujol se descuelgan con llamamientos ridículos a una lucha heroica, nombrando generales para la batalla, como si los cerdos fueran animales belicosos y no, simplemente, orondos y corruptos vividores poco dispuestos a verter su sangre por una causa patriótica. Recordémoselo a los catalanistas oligárquicos: se trata de una idea de la que quieren vivir, pero por la que no desearían, ni en sueños, morir. Nos queda la duda de si están dispuestos a matar por ella, pero matar y morir son dos caras de la misma moneda, deben de saberlo. Si matan, también mueren. Existen muchas formas de matar a la gente, en realidad ya están matando, pero, y deseo que aquí no se equivoquen: si cruzan cierta línea roja, tendrán respuesta.
El nacionalismo catalán es un negocio. Nada más. Tanto los escándalos como el teatrillo guerrero de los Pujol representan dos caras de la misma moneda. La mafia explota los sentimientos patrióticos de una masa manipulada de seguidores que realmente "creen" en la nación catalana. Cuando se ve perturbada o amenazada de perder la tranquila comodidad y suculencia de sus emplazamientos de chuponaje, la oligarquía recurre así al fomento de las proclamas e hincha las venas de la masa excitada para nublar su cerebro no fuera que, por un acaso, la patencia de la verdad hubiera arrojado un rayo de luz dentro de él. El aumento o la disminución de la radicalidad nacionalista es una función de las necesidades de legitimación simbólica oligárquica, y éstas aumentan con las crisis económicas, los procesos judiciales a sus dirigentes políticos, la eficiencia de la crítica racional en la prensa, la cultura o la red, etc., es decir, con las "verdades" que dañan y rompen la campana mental autista del militante catalanista, pilar sociológico de la oligarquía. En otros lugares hemos hablado de corrupción, incompetencia y criminalidad de la casta oligárquica local, hogaño todos estos aspectos que habitualmente se habían de acreditar por separado aparecen condensados en cuadros pictóricos únicos de impagable comicidad. Dicho brevemente: la sangría de legitimidad desencadena griteríos gallináceos de histeria patrioteril cuyo efecto puede en ocasiones resultar perfectamente contrario al buscado por los farsantes.
La cosa da para reír, cierto, pero quizá nuestra sonrisa quede algún día no muy lejano paralizada de terror. El problema de todo esto, como ya advertimos en 2009 y ahora también señala el periodista Alfons Quintà, es en efecto que la lógica del independentismo, utilizada como retórica histriónica compensatoria en un momento en que la evidencia hace dudar incluso a los cloroformizados votantes de CiU sobre la verdadera naturaleza moral y política de las élites nacionalistas, puede escapárseles de las manos a los actores y desencadenar cosas penosas como los hechos de octubre de 1934. Lo que tenemos ahora que añadir a lo ya dicho en 2009 es que la coyuntura bélica en Oriente Medio, desencadenante de una posible Tercera Guerra Mundial, combinada con la quiebra económica, al parecer inevitable, del Estado español, convierten estas previsiones en algo mucho más alarmante que los remotos vaticinios e hipotéticos peligros de antaño. La III GM en Oriente Medio puede traducirse, para nosotros los catalanes y los españoles, en una guerra civil inter-étnica de características parecidas a la de Yugoslavia, y todo por culpa de gentuza como Oriol Pujol Ferrusola. Con esto pasamos de la inepcia, la putrefacción y el matonismo propios y habituales de esta tropa de sinvergüenzas, a escenarios de genocidio que el juego de los mafiosos termina desencadenando incluso al margen de su voluntad.
Sería conveniente que esta caterva de gilipollas e hijos de puta dejaran de "jugarse" la sociedad catalana como si estuvieran en un casino. Que apelen, si quieren, a lo más rastrero y auténtico de sí mismos: su cobardía y ganas de succionar pacíficamente la sangre del ciudadano, como los parásitos repugnantes que son. Pero no transgredan el límite, por su propio bien y el de todos. Está claro que una vez franqueada esa divisoria invisible pero ardiente del dolor y de la muerte, ya no habrá vuelta atrás y todos nos vamos a arrepentir de la carnicería subsiguiente.
La mafia catalana se desangra a chorros y puede hacer tonterías: ahora, más que nunca, ha llegado el momento de autoafirmarse como espanyol. Pero ya sabemos que seremos acusados de "fascistas".
DOCUMENTACIÓN ANEXA
Oriol Pujol impulsó la trama corrupta
El secretario general de Convergència Democràtica de Catalunya (CDC), Oriol Pujol, no solo ayudó, presuntamente, a una red de corrupción: participó en ella con ánimo de lucro. Un reciente informe de la Agencia Tributaria señala que el hijo del expresidente catalán, Jordi Pujol, forma parte de una iniciativa empresarial que pretendía lograr, de forma fraudulenta, la adjudicación de estaciones de ITV y hacer negocios en el sector de la eficiencia energética gracias a sus contactos en la esfera política. Pujol “proporciona el impulso y el apoyo necesario” para que el proyecto “llegue a buen fin” y, presuntamente, “tendría indirectamente participación accionarial en Upprime Energy a través de Sergi Alsina”, señala el informe.
Upprime Energy es la empresa creada por dos de los empresarios imputados en la investigación judicial —Alsina, amigo íntimo de Pujol, y Sergi Pastor— y por responsables de Ficosa —multinacional de componentes para el automóvil— para obtener adjudicaciones de ITV y promover cambios legislativos que hagan obligatorias las inspecciones sobre ahorro de energía en los hogares. Uno de los implicados llega a proponer, en una conversación que figura en el sumario, que el consumidor pague 50 euros por inspección. Hacienda remarca que la participación de Pujol es “indirecta”, ya que su nombre no figura ni en Upprime ni en ninguna de las empresas interpuestas en torno a esta.
Los investigadores estiman que fijó los “porcentajes” de cada uno en la operación
El proyecto empresarial viene de lejos, pero se concretó en 2011. Hace exactamente un año, Alsina envió un revelador SMS a su amigo político: “Oriol, ya hemos firmado. Esto empieza. Será un buen proyecto”. Esa misma noche, todos los implicados cenan en casa de Alsina, en Barcelona. La felicidad embarga al empresario aún al día siguiente, cuando vuelve a comunicarse por mensaje de texto con Xavier Pujol, de Ficosa: “Oriol y yo muy ilusionados con el proyecto juntos. Un abrazo”. Ese verano constan al menos tres encuentros entre Pujol y los imputados. Estos son conscientes de que las empresas deben crearse “con la máxima opacidad”, dice Alsina, al que llegan a sugerirle incluso que no figure su nombre “para que no le vinculen con Oriol”.
Las sospechas de la Agencia Tributaria sobre Pujol son compartidas, en parte, por la titular del juzgado de instrucción número 9 de Barcelona, Silvia López Mejía. En un auto dictado el mes pasado, la juez pide al organismo público que elabore “un informe recopilatorio de la intervención en los hechos de Oriol Pujol Ferrusola”. La magistrada explicita que “se hagan constar todas las referencias y conversaciones relativas al mismo con las correspondientes transcripciones, así como cualquier documental relacionado”. La decisión es significativa, ya que Pujol es diputado en el Parlamento catalán y, por su condición de aforado, si hay indicios de delito es el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña el que debe decidir sobre su imputación. Y para ello necesita que la juez instructora le envíe ese informe.
No es la primera vez que la juez alude al papel de Pujol en la trama. Lo hace también en un auto del pasado marzo, cuando ordenó la entrada y registro en los pisos de los detenidos: Isidre Masalles, subdirector general de Seguridad Industrial de la Generalitat, del que depende el sector de las ITV; Josep Tous, el hombre de las ITV de Convergència que fue fichado como mediador con los operadores; y Ricard Puignou, empresario de las ITV, además de Alsina y Pastor. La trama es una derivada del caso Campeón, de presunta corrupción. En el auto, López señala que Alsina “es el encargado de utilizar los contactos políticos necesarios, que básicamente se concretan en la figura de Pujol”. El empresario “no duda en utilizar su amistad” con el secretario de CDC ante las “dificultades” para conseguir los objetivos que persigue la trama: anular un concurso de ITV para crear otro a su medida e impulsar un proyecto de certificaciones energéticas bajo la protección del partido que comanda la Generalitat.
“Oriol y yo muy ilusionados con el proyecto”, dice uno de los empresarios
En uno de los pinchazos, Pujol informa a Alsina de que el abogado, Llopis, está “ayudando a Tous” para mantener como obligatorias unas revisiones que el Gobierno catalán quiere suprimir. Pujol pregunta cuál sería la “remuneración legal” para ello, y Alsina le responde que 2.500 euros al mes.
3 comentarios:
la "mafia catalana" no es muy diferente a otra mafia, mucho peor y más cutre, cual es la hipócrita y estólida casta sociata y mariconsona (como dijera el "Comandante" Fidel Castro Ruz): Un ejemplo de devoción y adulación hasta la nausea es cómo ha tratado la prensa la vida y milagros del "padre de la Constitución" a quien se ha relacionado con La Viuda, el Recto Magnífico de la Universidad de Getafe, como le ha llamado un comentarista...para evitar ser inculpado del "delito" de "homofobia"...(Es decir, ha simulado una errata...pero no hay tal)
Lo que convierte a la mafia catalana en algo especialmente repugnante es su utilización del patriotismo y del nacionalismo como excusa para obtener la impunidad de su corrupción, sistemática e institucionalizada. Esto no se ve en Valencia ni en Madrid. Es un fet diferencial català. Lamento que le moleste, pero es la verdad.
La manifestación del 11 de septiembre de 2012 en Cataluña ha sido el instrumento que la mafia catalana, en plena crisis de legitimidad, ha utilizado para tapar sus vergüenzas.
!!!Gracias catalanistas idiotas!!!
Ya se encargarán vuestros "dirigentes CATALANES" de daros "por el culo" y OS LO MERECERÉIS, POR CRETINOS.
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