Nos dirigimos a todos aquéllos que se tengan a sí mismos por "fascistas", especialmente los denominados skin-heads y sus correspondientes sitios de internet, a fin de transmitirles el siguiente
LLAMAMIENTO FASCISTA PARA EL INMEDIATO ABANDONO DE LA VIOLENCIA RACIAL.
Este es un llamamiento fascista a abandonar la violencia y toda variante de ideología racista entendida como superioridad de una raza o nación sobre otra o como derecho al exterminio físico u ofensa individual y colectiva del signo que fuere a cualesquiera personas, grupos, minorías, etnias o naciones supuestamente inferiores.
La violencia racial es aquéllo que el sistema oligárquico necesita y espera de nosotros para legitimar el imaginario antifascista. !No representemos el papel que la propaganda nos asigna! Quien persista en ello colabora con el enemigo y es objetivamente, lo sepa o no, un traidor a la causa nacional-revolucionaria.
El fascismo se construirá con la sola autoridad de la palabra que pronuncie la verdad.
La verdad, por definición, es de antemano para todos, sin exclusiones. El cobarde se aparta motu proprio de la verdad: la oculta incluso conscientemente por temor a la dolorosa experiencia de la finitud. De ahí que nosotros no tengamos que reservar esa "verdad de la existencia" (Heidegger), a saber, la muerte, a minorías o élites de escogidos. La propia verdad selecciona y establece las jerarquías. Será cada cual, bajo su propia responsabilidad inalienable, el que en el fondo se elija a sí mismo como héroe por su fidelidad al ser; o se convierta en villano por el envenenamiento y falsificación de la vida que la negación de la nada ha comportado siempre (desde Platón a Leo Strauss).
Sea lo que fuere que hagamos, incluido el recurso a la legítima defensa, los llamados "fascistas" seremos perseguidos, encarcelados y hasta asesinados a manos de la represión oligárquica. Pero algunos insisten, pese a la evidencia, en facilitarle las cosas al dispositivo de dominación mundial.
Los "fascistas", como "fascistas", sólo podemos emitir pacíficamente nuestro mensaje, sin escamotear el término "fascismo", antes bien arrostrándolo con valentía como signo constituyente de una comunidad espiritual trágico-heroica.
Contra el "neofascismo" político
Al mismo tiempo y con enérgica resolución, tenemos políticamente que rechazar la mera reconstrucción mimética "neofascista" de los regímenes reaccionarios del pasado nombrados por aquel vocablo maldito.
El fascismo no es un cartel electoral, sino una seña de identidad ética y un proceso de conversión espiritual que debe preceder a todo proyecto político nacional-revolucionario, oponiéndolo, en cualquier caso, a la extrema-derecha (católica o evoliana). El fascismo es "de izquierdas". La izquierda nacional representa su lugar natural en política.
- "Fascistas" son sólo, en primer lugar, los millones de víctimas, así acusadas y estigmatizadas, de los genocidios, crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad perpetrados por las potencias oligárquicas capitalistas y sus aliados comunistas a lo largo del siglo XX.
- "Fascistas" siguen siendo únicamente los valores de los dos grandes pensadores del siglo, a saber, los filósofos Friedrich Nietzsche y Martin Heidegger.
- "Fascistas" fueron, a lo sumo, en su tiempo, el programa político del partido fascista de 13 de mayo de 1919 y las ideologías del nacionalismo revolucionario anteriores a la derechización y cristianización del Ventennio. La República de Salò llega tarde y ayuna de credibilidad.
Sólo este "fascismo" aceptamos como propio. El resto debe ser asumido en forma de carga y materia de debate permanente a causa de las graves equivocaciones cometidas, las cuales persisten en la actualidad bajo el rótulo difuso de "extrema derecha".
Pero el "fascismo" sigue vivo porque, a pesar de la derrota, nunca fue objeto de una crítica seria, ni espiritualmente superado por los "antifascistas" -cerriles donde los haya-, quienes se negaron a otorgarle carta de naturaleza filosófica. Craso error.
La oligarquía y la multitud
El fascismo recibe sus estigmas diabólicos antes de que puedan atribuírsele los peores crímenes de la historia humana. Es el homo sapiens, el "último hombre" (Nietzsche) en cuanto tal, el que, cuando habla de "fascismo", olfatea el advenimiento de los mortales y el fin del "hombre" como mera especie animal o zoológica degenerada que insulta a la vida por haberla negado.
Los
mortales son los hombres. Se llaman mortales porque pueden morir. Morir quiere
decir: ser capaz de la muerte en cuanto muerte. Sólo el hombre muere. El animal
termina. No tiene la muerte como muerte ni delante ni detrás de él. La muerte es el cofre de la nada, es decir,
de aquello que desde ningún punto de vista es algo que simplemente es, pero
que, a pesar de todo, esencia, incluso como el misterio del ser mismo. La
muerte, como cofre de la nada, alberga en sí lo esenciante del ser (das Wesende des Seins). La muerte, como
cofre de la nada, es el albergue del ser. A los mortales los llamamos ahora
mortales, no porque su vida terrena termine sino porque son capaces de la
muerte como muerte (Martin Heidegger, 1950).
La "muerte del hombre" (Foucault): trátase aquí no de su desaparición física, mucho menos del exterminio de una raza concreta o de la humanidad en su conjunto, nada tiene que ver esta "mutación" con el darwinismo o la genética (aunque determinará a la postre el destino de la ciencia toda), sino con la derrota espiritual, política e histórico-social, por este orden, de los humanes y del humanismo como tal. Nuestro enemigo es la encarnación máxima de aquella degeneración, a saber: las actuales élites socioeconómicas, culturales y políticas oligárquicas.
La masa apátrida, y el hombre-masa consumista configuran el correlato social subordinado del estamento oligárquico dentro de un "aparato global de poder" estructuralmente cerrado a la verdad.
Es el mundo-Matrix, la pantalla total (Baudrillard).
"Fascista" será la etiqueta que reciban todos quienes vayan a ser sometidos a brutal explotación o liquidación física en caso de resistencia u oposición nacional: los pueblos del mundo en general y de Europa en particular.
Los mortales, frente a la oligarquía sionista, surgirán de entre los pueblos como naciones y frente las masas como aquellos que proclaman la verdad del ser y existen en tanto que encarnación viviente e institucionalizada de dicha verdad originaria, el "ser para la muerte" (Sein zum Tode) de Heidegger o el Übermensch (ultrahombre) de Nietzsche. Tal verdad ordena la abolición pura y simple de la "sociedad de consumo" y, por ende, forja con su acero la espada espiritual que hará añicos, de un golpe, la envoltura cristalina de la burbuja informativo-financiera heredera de la metafísica.
Las naciones y el ente
El Dasein, el ente por antonomasia (el existente o "ser ahí" de la verdad) no es ningún individuo que se proclame "superior": únicamente la comunidad nacional segura de sí misma y expresamente empuñada por todos y cada uno de sus miembros en la lucha y el sacrificio contra la opresión oligárquica, puede erigirse en "entidad de la verdad" con iguales derechos que el resto de las naciones sujetas actualmente a esclavitud por el Nuevo Orden Mundial racista de EE.UU./Israel/Gran Bretaña.
La comunidad nacional es pueblo autoconsciente, antítesis de la multitud.
La entidad mienta la institucionalización histórica de la verdad.
Lejos de todo lo expuesto está la idolatría entorno a las etnias biológicas y cualquier tipo de violencia racial entre naciones, pueblos o grupos tribales. Las naciones como tales son hermanas. El fascismo en tanto que afirmación del nacionalismo genuino (socialismo nacional) para todas las patrias no puede rechazar de antemano ninguna nación. De manera que el verdadero nacionalista, es decir, aquél que proclame el nacionalismo en tales términos como principio antitético a la globalización liberal y capitalista cosmopolita, será acusado tarde o temprano de "fascista". El fascismo comporta la apostasía del dios y el "pueblo de dios" al que las naciones permanecen sometidas. El NR debe asumir la acusación de "fascista" en silencio, sin negarla, como piedra de toque de su autenticidad revolucionaria, si realmente pretende enfrentarse a la oligarquía mundial y ser apoyado, a la larga, por el resto de los nacionalistas de todas las naciones, sin excepción.
La lucha es palabra y comienza con un rechazo de las cadenas axiológicas invisceradas en la jerga oligárquica e incluso ya en el lenguaje común, como simples y al parecer insignificantes connotaciones peyorativas. "Fascismo=mal absoluto", así habla el monstruo sionista. Quien no asuma, de forma arrogante, la imputación de "fascista" en tanto que desafío radical a los asesinos que nos gobiernan, permanece en el interior del código simbólico, el lenguaje, los valores y de la ideología oligárquica, que es esencialmente "antifascista" a la par que genocida.
La fuerza de la verdad
!!!Rompamos la jaula de cristal!!! El poder no es más que una inmensa telaraña informativa podrida de mentiras y presta ya a hacerse trizas.
La libertad comienza en la palabra. Recordar los millones de víctimas asesinadas bajo la imputación de "fascistas", acusar a su vez a los antifascistas por sus atrocidades y cortar de un tajo la reproducción de la jerigonza sistémico-oligárquica que legitima la existencia del Estado de Israel (racista, supremacista, colonialista, imperialista) y su brazo armado, los Estados Unidos de América, constituye el primer paso insoslayable hacia un mundo realmente nuevo.
Por tanto, nosotros sólo pronunciaremos la palabra.
Y si con ella no basta para hacer estallar la "sociedad comercial" de los humanes, la mendaz society, en mil pedazos, para que resurjan las Volksgemeinschaften, las comunidades nacionales finitas allí donde todavía tengan el valor de existir, entonces será que la verdad permanece inarticulada; y la gente seguirá viviendo como robots programados por la televisión y los periódicos aun en medio de la más abyecta pobreza mental. Ahora bien, si, por el contrario, es menester ignorar todas estas "cuestiones últimas" en nombre del pragmatismo, la administración y el "buen gobierno" del hormiguero humano, el "sentido común" seguirá creyendo a pies juntillas en la mentira de la política liberal y en el bienestar consumista a pesar del patente colapso de la economía.
Ninguna violencia añadirá al fracaso de la palabra poética, en tales circunstancias, más que deshonor y vergüenza.
Esta auténtica conversión ética a la veracidad es el requisito previo, la conditio sine qua non, necesaria aunque no suficiente, para empezar siquiera a musitar un tímido discurso sobre cuestiones económicas, biológicas, étnicas, raciales, nacionales y genéticas -científicas en general- sin hundirnos en la barbarie tecnológica. La ciencia es una estructura (Gestell) del ente como lugar de la verdad. Cualquier mero "uso" de la ciencia al servicio de los humanes, más todavía de aquellos que se consideren a sí mismos integrantes de razas superiores o pueblos elegidos, no puede provocar otra cosa que el desastre. Ya lo ha hecho y no nos referimos sólo ni, singularmente, al tendencioso relato oficial de "Auschwitz". Nuestra realidad cotidiana es prueba suficiente del "crimen global" que se está perpetrando con los pueblos, las culturas, la naturaleza, la memoria histórica, el saber...
Este colosal proceso histórico de destrucción comienza en la Antigüedad con la negación del destino (Moira), la huida (platonismo) ante la experiencia trágico-heroica del ser, y la posterior institucionalización social masiva de la mentira (cristianismo). La impostura metafísica conviértese, durante la Modernidad, en amenaza de dimensiones planetarias a manos de aquellos que sirven al Yahvé secularizado:_ Das Kapital. El presunto ente omnipotente que debe salvarnos de la muerte y edificar el paraíso de la felicidad "humana" en la tierra no es más que un déspota asesino dispuesto a aniquilar a todos aquellos que no se le sometan. El Dios monoteísta, la resurrección de Cristo (la inmortalidad) y la narración de "el Holocausto" son hitos de un mismo proyecto milenario y coherente de subversión de la realidad. El fraude consciente es el arma de la oligarquía y movilizará a masas idiotizadas contra quienesquiera que rechacen el imaginario utópico-profético estigmatizándolos como "fascistas"; legitimando, incluso, el genocidio a tales efectos "humanitarios".
Ante todo, y repetiremos esto mil veces si necesario fuere, la verdad de la existencia tiene que imperar frente a la mera información. Pero la fundamentación racional de la verdad es requisito para la fundación de la entidad como lugar institucional de los valores. Un nacionalismo revolucionario incapaz de responder a la pregunta por excelencia, a saber, al sentido de la vida, no puede reclamar el sacrificio esencial a sus militantes ni, por lo tanto, combatir siquiera de forma mínimamente eficaz el inmenso poder de la oligarquía.
La victoria material tiene que ir precedida por una victoria espiritual: la muerte de Yahvé (el dios cristiano) en nuestras almas. La derrota de Europa empezó en el espíritu (Platón) y allí debe ser enmendada antes de transformarse en acción política.
La verdad es el evento (Ereignis). Atenas versus Jerusalén.
!!!STOP VIOLENCIA!!!
Todo lo demás se dará por añadidura.
Quien quiera oír, oiga.
ENSPO
La Marca Hispánica
6 de agosto de 2013
http://nacional-revolucionario.blogspot.com.es/2010/01/la-doble-muerte-de-martin-heidegger.html
http://elpais.com/diario/1976/05/30/cultura/202255202_850215.html
!!!difunde el LLAMAMIENTO y apoya el proyecto ENSPO!!!
27 comentarios:
Yo creí que los facistas no pensaban. Desagradable sorpresa. Tienen cultura, estos al menos, pero claman por la muerte.
Al Anónimo: no sé si tu comentario ha sido en tono irónico.
En cualquier caso, este es el problema: que cuando se habla de "fascistas" o "nazis", siempre ponen a los skin-heads, que no son ni fascista ni nazis, sino una tribu urbana que sigue DE MANERA CONSCIENTE unas pautas previamente marcadas por la oligarquía: son Hollywood-nazis o Hollywood-fascistas.
Y como la gente tiene la mente embotada, no piensa ni razona, y por eso cuando oye hablar de fascismo, enseguida lo relaciona con los skin-heads.
Más de una vez, hablando con la gente de fascismo, y cuando me oyen hablar de que defiendo el fascismo genuino (no el histórico ni la extrema derecha, ni el made in Hollywood), me preguntan: ¿y cómo es que no tienes la cabeza rapada? La estulticia se ha apoderado de la gente, es triste decirlo pero es la verdad.
La conclusión es: los fascistas auténticos piensan, la que no piensa es la gente que se deja engañar por la propaganda antifascista de la oligarquía: "¿Para qué pensar? Yo pago impuestos para que la tele y los media piensen por mí?".
Los skin-heads hacen el trabajo sucio de la oligarquía. La prueba de ello es que, cuando se les pasa la edad del pavo, se vuelven los más dóciles seguidores de la oligarquía. Sí que hay algunos, pocos, que son auténticos fascistas en su fuero interno, pero que, por falta de referencias, se ven arrastrados por la inercia del sistema, y por eso, tarde o temprano, se dan cuenta del engaño, pero son poquísimos, ya que la mayoría, como digo, acaban integrados de una forma o de otra en el sistema.
Y sí, los fascistas auténticos claman por la muerte como la verdad de la existencia, frente a la "vida eterna" y "paraísos celestiales" que como moneda de cambio ofrece la bestia monoteísta-oligárquica.
Quien sepa entender la profundidad de este mensaje, que lo entienda. Si no, que siga sometiéndose al sistema oligárquico, que es más cómodo y no da problemas...
La verdad de la muerte tiene como correlato necesario una existencia trágico-heroica incompatible con la sociedad de consumo y, por tanto, con la acumulación de capital. No es sólo que el "fascista" se oponga políticamente a la oligarquía, es que con el genuino fascismo se terminó el negocio judeocristiano-capitalista. La venta de paraísos ya no funciona. EL FASCISTA ES INACCESIBLE A LOS VALORES-FRAUDE DEL DISPOSITIVO OLIGÁRQUICO DE DOMINACIÓN Y ADOCENAMIENTO.
Cualquier otra doctrina (y más si promete la felicidad, la vida en el más allá, etc.), aunque se presente como fascista (estoy pensando en los católicos, en Laureano Luna, en Evola, en Buela...) es perfectamente recuperable por el poder e inocua para los mitos oligárquicos.
Por ejemplo el esoterismo de Evola es un plato del restaurante de las paraciencias.
Tenemos que pensar qué es lo realmente revolucionario hasta la raíz misma de aquello que denominamos el "sistema" o mejor no perder el tiempo con falsas revoluciones y alternativas.
El dios-déspota vende elixires milagrosos a cambio de sometimiento.
La vida eterna es uno de ellos.
Pero si se rechazan los elixires, los milagros, las profecías y las utopías, la lógica del asunto es la verdad desnuda, descarnada.
Si la mentira nos esclaviza, la verdad nos libera.
LA LIBERTAD ES EL FASCISMO.
Espero que la gente no afín a nosotros y que haya leído el post haya tomado buena nota de los comentarios de ENSPO. Porque la gente, en general, es tan poco profunda y tan influenciable por la propaganda oligárquica, que a saber qué habrá entendido por eso de la "verdad de la muerte".
Saludos.
Si el espantajo de "la Muerte" (guadaña incluida), desde tiempo inmemorial se ha presentado como un "mal". ¿qué necesidad hay de invocarla como final liberador de la vida?
Si la VIDA humana se caracteriza porque somos MORTALES, es lógico asumirlo pero no veo necesario dar culto a la muerte como parece ser el caso de los legionarios que cantan "Soy el Novio de la Muerte".
Supongo que es heróico y noble dar la vida y morir por la Patria (Raza, Ideal, La Verdad, la Fé, etc)pero creo que para el común de los mortales es algo no deseable...
En resumen, si la muerte es inherente y consubstancial a la vida, entonces huelga hablar de la muerte. Es redundante: bastaría cantar a la vida y a las excelencias y alegrías y dolores que comporta la vida. Sabemos que tras el dia llega la noche, pero si durante el dia pensamos demasiado en la noche y en el final del dia entonces quizás no gozaríamos plenamente del dia. He leído en algún sitio que los animales no son conscientes de que son mortales, pero también leí una cita de no recuerdo quién en el sentido de que hay que vivir como si nunca hubieramos de morir pero también apurando el presente como si fueramos a morir al dia siguiente.
Para concluir:
No soy conocedor de Heydegger y por eso considero diríamos que "masoquista" definir al hombre como un "ser para la muerte" (si es correcta esta definición).
También considero que dado que cada uno de nosotros nunca vamos a ser capaces de tener la experiencia de "ESTAR MUERTOS"... y por consiguiente--supongo--que lo más aproximado que podemos vivir o experimentar es la proximidad de la muerte (por enfermedad, fusilamiento, etc)pero no podríamos saber lo que es estar muerto... a no ser que admitamos "la vida de ultratumba", que también podría ser...
En una palabra: Durante miles de años a los hombres nos han dado el mensaje de que podriamos llegar a ser "inmortales"... ¿Cómo arrebatarnos ese sueño sin caer en el pesimismo?
Saludos
Pues el Sr. Llopart, secretario general del MSR, alguien que se dedicó a plagiar la conferencia "Nacional-revolucionarios, ¿una opción de izquierdas?" y aceptó, en todo caso sin entender de qué se trataba, la prioridad de los valores en la definición de lo NR, ha convertido el "ser para la muerte" de Heidegger en motivo de bromas, mofa y escarnio, por supuesto sin refutar nada, sin argumentar, mucho menos proponer en qué consistirían esos tan reivindicados (y desconocidos) valores éticos y qué los diferenciaría del bienestarismo de sentido común del hombre-masa hedonista.
Necesitaremos mucho tiempo para explicar y hacer entender el carácter totalmente vitalista del concepto de "muerte" en Heidegger y su radical oposición a todo lo funerario, típico del cristianismo PEREAT MUNDUS. Este punto no ha sido desarrollado todavía por el blog porque antes hay que entender muchas otras cuestiones relacionadas con el concepto de Dasein en Heidegger. Sólo anticipar que estamos ante un VITALISMO de la vida FINITA, no de un pesimismo morboso sobre aquello que Heidegger denomina Ableben (cesar, fallecimiento, envejecimiento, dejar de vivir). Cuando el hombre nace, y siendo un bebé, un niño, un joven, un adulto completamente sano, ya es bastante "viejo" para morir.
LA MUERTE EN HEIDEGGER NO TIENE NADA QUE VER CON EL CEMENTERIO.
Sorprendentemente hallo esta respuesta (3:50 a.m.)tan rápida que intuyo que ha sido producida a la vez que mi pregunta (3:49).
En todo caso, me doy por satisfecho.....
pero la razón de este nuevo comentario es.... de paso señalar que lo correcto es escribir Heidegger y no Heydegger (como he hecho yo por error aunque sabía la ortografia correcta)... y la verdadera razón es que también me planteo la duda de si se ha valorado profundamente los riesgos y las ventajas de recuperar un término tan criminalmente denostada por quienes gobiernan desde 1945. Me refiero a la palabra "Fascismo", el cual pese a su escasa vivencia temporal, supongo que contiene valores y una cosmovisión imposible de datar en la Historia de Europa. Es decir, si el calificativo "fascismo" fue aleatorio y elegido debido --supongo-- a que el Fascismo de Mussolini se consideraba heredero de Roma... eso significa que podría haber sido denominado con otra palabra. Y si esto es así: ¿No sería más rentable políticamente usar otra palabra que no estuviera tan "maldita" por el Sistema?
Aunque considero válido el argumento de que precisamente porque la Historia ha producido el fenómeno Fascismo y precisamente porque fue combatido a muerte por la oligarquia internacional ya tanto tiempo dominante, esa es la razón de reivindicarlo.... Y en tal caso... ¿Por qué no usar TAMBIÉN otros calificativos alternativos? Es decir, diversificar la oferta ideológica... para así hacerla accesible a los distintos niveles de calidad de los presuntos adeptos, discípulos, seguidores, militantes, etc.
Saludos
La necesidad de hablar de la muerte me parece obvia cuando el enemigo NIEGA la muerte y promete una vida eterna.
O un paraíso en la tierra donde la muerte haya sido "abolida".
Un mundo sin dolor en el que impera el hedonismo y un mundo expresamente definido como antiheroico.
La muerte es la condición de posibilidad del heroísmo.
Pero en cualquier caso, y al margen de la confrontación con la religión, la cuestión es que la muerte es la VERDAD de la existencia.
Precisamente en tanto que VERDAD que muestra la esencia de la vida, la muerte es el fundamento de todas las otras verdades, de rango menor, con que podemos toparnos en la existencia.
La existencia sólo puede tener un significado heroico en este contexto.
El acto fundacional del heroísmo es una decisión radicalmente espiritual de sometimiento a la verdad, y la verdad del heroísmo es aquélla que lo constituye en su esencia, a saber, la muerte, en virtud de la cual puede darse algo así como un sacrificio y por ende la posibilidad misma del proceder heroico.
Jaume Farrerons , 6 de julio de 2010
Si dios existe, ha de ser "más ético" que el hombre (en el mismo sentido en que decimos que un voluntario de la Cruz Roja como tal ostenta una superioridad moral respecto de un usurero, un pornógrafo, el director de un gulag o un pederasta). Para realizar un acto ético es menester sacrificar algo, lo que implica que hay que ser finito, pues sólo un ser finito sería capaz de sacrificio, pérdida o dación voluntaria. Dios es presenta como infinito, por lo tanto no puede sacrificar nada. Si Dios no puede sacrificar nada, no puede realizar acto ético alguno. Si Dios no puede realizar acto ético alguno, tampoco puede ser "más ético" que el hombre (en tanto que mortal o "ser para la muerte").
Jaume Farrerons, 15 de marzo de 2009
El fascismo(Socialismo nacional) no es de izquierdas ni de derechas, es una llamada tercera vía, supera ambos conceptos tan nefastos, en todo caso la izquierda nacional que usted propone es en lo axiológico del término, esto ha de explicarlo(al igual que en otras entradas) para que más de uno pueda entenderlo y superar así la perjudicial propaganda que la oligarquía ejerce sobre el término en cuestión.
"La muerte como la verdad de la existencia", en sí la muerte demuestra la autenticidad de la existencia y la extinción de la misma, como bien afirmaba Schopenhauer, es la compensación a la vida.
Un saludo al blog.
El fascismo genuino es de izquierdas. Cuando deja de serlo se convierte en un pacto interclasista con la aristocracia y el Vaticano arriba y una masa de manipulados abajo.
Ciertamente, el fascismo que históricamente ha fracasado dejó de ser de izquierdas, y de ahí su fracaso.
Pero nosotros ya hemos argumentado qué entendemos por "izquierda" en "Nacional-revolucionarios, ¿una opción de izquierdas?". Allí explicamos nuestras razones. Usted se limita siempre a afirmar, sin fundamento, e ignorando esas razones ya expuestas, que el fascismo no es de derechas ni de izquierdas.
Por favor, si esto es un debate, y no una profesión de fe, rebata los argumentos del citado artículo. De esta manera avanzaríamos algo.
Saludos.
En más de una ocasión en otras entradas he dado mis explicaciones sobre el tema, es usted el que no argumenta y demuestra que el fascismo es de izquierdas(es socialista, no de izquierdas), lo afirma con rotundidad pero sin demostrarlo, porque visto de esta manera y partiendo de la base de que tanto la derecha como la izquierda son un producto de la plutocracia oligárquica, hay que imaginarse entonces lo que es el fascismo si se parte de la base que es de izquierdas.
Tal como he argumentado en otras ocasiones usted aplica el término izquierda con un sentido diferente al concepto común de izquierdas, lo hace en su sentido axiológico, esto ha de remarcarlo.
Por último ¿En algún momento Mussolini declaró que el fascismo era de izquierdas?.
Un saludo.
Parece que no ha entendido absolutamente nada de mi planteamiento sobre la izquierda. No es "axiológico" en absoluto. La palabra izquierda NO TIENE CONTENIDO IDEOLÓGICO, mucho menos axiológico. Y esto lo he DEMOSTRADO. Tantas izquierdas ha habido, que la simple documentación de este HECHO refuta su idea de que la izquierda es una ideología.
Contestaré a este tema para resolverlo de una vez en un próximo post.
Sólo añadir que mi uso de la palabra izquierda es precisamente el uso común entre los obreros y los trabajadores. La idea de que "izquierda" equivale a oligarquía es una concepción doctrinal (el ninismo ultra) que nadie entiende, mucho menos un ciudadano normal.
Hay que mantener una divisoria entre política y pensamiento o al final se confunde filosofía y programa electoral en un totum revolutum.
FA rrero NS. Es usted un nazifascista hasta en su apellido. Que alguien escriba la frase "colabora con el fascismo" sólo puede querer decir que está loco.
Le aseguro que para un burgués que cree en un judío presunto hijo de dios y resucitado, que cree en la vida eterna, el paraíso, etc., yo TENGO que estar loco. No me ofende.
En general:
Ante los humanes, los mortales están rematadamente locos: Nietzsche, Pound, Hitler...
¿Quién no ha sido acusado de loco por la plaga cristiano-burguesa del sentido común? Por no hablar del uso de los establecimientos psiquiátricos en la Rusia bolchevique post-estalinista.
Pero Erasmo ya hizo el elogio de la locura para definir el cristianismo. En realidad, el loco es que el vive en delirios como el paraíso, la inmortalidad...
No hay diálogo posible, unos y otros han de verse recíprocamente como locos. Y quienes son hoy mayoría, la masa, fijan las etiquetas, tienen el poder para ello. Pero en una isla-manicomio gobernada por los propios internos, sería declarado loco el único cuerdo.
Me declaro fascista.
Sobre el primer comentario.
El lenguaje convencional es bastante retorcido, tanto así que "tener cultura" significa exactamente lo contrario: No tenerla.
El "Culto" es aquél pobre bastardo que sintiéndose necesitado de un acervo y de una identidad (no teniendo cultura propia, porque se la ha negado) está obligado a importa sus costumbres, creencias, valores, modos, etc... (Viajando se quita el fascismo, dicen) Eso es lo que tanto veneran los antifascistas, a un bastardo -burgués o aburguesado- que viaja para apropiarse (saquear) de lo que no entiende incluso (el mérito es la ostentación de lo adquirido = la "cultura"), con el fin de poder realizarse como "persona antifascista", pues incluso éstas necesitan de lo que no tiene, de lo que han aborrecido y de lo que son incapaces de perpetuar: cultura.
Debido a esta patente manipulación de la semántica, tenemos a muchos antifascistas gritando sin ruborizar "arriba la cultura! abajo el fascismo!" mientras ejecutan el papel -asignado- que sacaron de alguna cinta de Hollywood, mientras escuchan rock, etc..(mientras imitan el american way of life como sucedaneo de identidad). Así luchan teledirigidamente contra lo que ellos mismos deberían representar (en aras de la supuesta diversidad que promueven) como si ellos mismos no tuvieran una -copia barata y corriente de identidad- que consideran la superior e intentan imponerla en todo el mundo cual nazi-de-Hollywood.
Si en un futuro todo el mundo se convirtiera al universalismo (NWO) propuesto por el antifascismo entonces ¿de dónde se tomaría la cultura para convertirla en "cultura"(=la que sirve para ostentar)? Les quedaría pues rebuscarla en los vertederos y en las ruinas. Como lo hacen ya los obesos Yankees, para seguir jactando cierto grado de "cultura" mientras evaden al mismo tiempo la anomia, y es de destacar que en el caso particular de ellos la adquisición de "cultura" se ha reducido a una transacción monetaria, es decir, una acción conforme al burguesismo que siempre fue.
Por eso cuando alguien les llame cultos, cuestiónense.
Señor Farrerons, espero que sepa disculpar que mi comentario no esté directamente relacionado con el asunto tratado en esta entrada; pero me gustaría conocer su opinión sobre Francis Parker Yockey, especialmente sobre su libro "Imperium" (considerada por muchos como una obra fundamental dentro del pensamiento NR).
También quisiera saber que opinión le merece la figura de otro estadounidense, David Duke.
Un saludo.
No responde Farrerons, sino ENSPO.
Cuando responda Farrerons, firmará con su nombre.
Para Josef María: creo que cuando hablaba de cultura, el anónimo se refería a que no éramos unos simples analfabetos.
No usaba la palabra cultura en un sentido antropológico, sino sociológico, los cuales, como se sabe, son muy diferentes.
Para Miguel: le daremos una respuesta sobre Yockey y Duke en un comentario más extenso y razonado.
Saludos cordiales.
Adolf Hitler dixit:
"Del sacrificio de nuestros soldados y por mi comunión con ellos en la muerte, nunca desaparecerá de la historia de Alemania la semilla de un radiante renacimiento del movimiento nacionalsocialista y, por tanto, de una verdadera comunidad de naciones.
"Muchos hombres y mujeres valientes han decidido unir sus vidas con la mía.
"Hasta el último momento les he suplicado, y finalmente ordenado, no hacerlo y tomar parte en la postrera batalla de la nación.
"He rogado a los dirigentes del Ejército, la Marina y la Fuerza Aérea reforzar por todos los medios el espíritu de resistencia de nuestros soldados en el sentido nacionalsocialista, con especial referencia al hecho de que también yo mismo, como creador y fundador de ese movimiento, he preferido la muerte a la cobarde abdicación o, peor, la capitulación.
Adolf Hitler, Mi testamento político, Berlín, 29 de abril de 1945".
Tiene usted razón, Farrerons o quien sea ENSPO. La muerte es la medida de todo aquello que decide sobre el valor de un hombre.
Para ENSPO:
Sé a lo que se refería el anónimo, por eso dije que es -lo que considero yo- un convencionalismo(ilustrativo) en contraposición a su acepción auténtica(pues viene de cultivo) que es aquella que se refiere al hombre. Lo que forma al hombre como producto vs lo que se desprende del hombre como un patrimonio identitario.
Para mí: Una cultura, es lo que se desprende de la actividad de un conjunto de comunes arraigados a un suelo y a un estilo de vida propio donde realizan la sapiencia colectiva de la comunidad.
Vamos, puedo estar completamente equivocado pues un sólo axioma erroneo puede transtornar por completo la construcción de un concepto.
Aprovecho: Soy un lector nuevo en este blog, y lo considero ya el más grato hallazgo hasta la fecha hecho en internet por mi persona, hay tanto que leer de lo que entender y de lo que disertar. Un gozo para mí. Felicidad al autor de lo que se publica.
ENSPO, Un saludo.
Para Josef Maria:
Le agradezco de todo corazón su apoyo moral.
Esta página vive del amistoso respaldo de sus lectores, sin el cual es muy posible que el esfuerzo de realizarla ya habría agotado al autor.
Sin embargo, el hecho de que miles de personas entren aquí y encuentren, al parecer, algo significativo para sus vidas, ha convertido en un deber ético continuar adelante con el sitio.
Gracias Josef Maria.
Sí que he entendido lo que usted concibe como izquierda(en más de una entrada lo hemos debatido) y la izquierda como opción política(nunca he afirmado que es una ideología, sería absurdo), que es lo que mayoritariamente entiende la población en general. Cuando afirmo que usted aplica la axiología al término izquierda para diferenciarlo de lo que se conoce comúnmente como izquierda, es una realidad porque está bien recogido en alguna que otra entrada donde usted lo define claramente, además es algo obvio, porque a fin de cuentas lo que realmente demuestra lo que se define va ligado directamente a la naturalexza de los hechos.
Un saludo.
Buenas tardes,
Llevo mucho años siguiendo este blog tan interesante, aunque nunce he comentado, pero siempre estoy a la espera del siguiente artículo.
En mi opinión es realmente uno de los poco sitios en Internet donde se describe en su totalidad, y no de manera parcial o interesada, el mundo en el que vivimos en Occidente, desde las raices mismas.
Le agradezco sus palabras. Un saludo.
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