ROSENBERG RECONOCIÓ QUE SU OBRA NO ERA IDEOLOGÍA OFICIAL DEL PARTIDO NACIONALSOCIALISTA. Se trata de un hecho que ya he demostrado en un hilo anterior. Ahora me limitaré a ampliar el comentario de la cita porque algunos neonazis de derechas y cretinos integrales ---neonazis evolianos, cómo no--- pretenden que la cita ampliada demostraría que Rosenberg, en realidad, está sosteniendo a la postre lo contrario de lo que afirma al principio. Así, Rosenberg actuaría de la siguiente manera: primero asevera que su obra El mito del siglo XX no es doctrina oficial del partido NS y, acto seguido, cuando despliega las razones por las cuales ha hecho dicha afirmación categórica ("absolutamente"), concluye que El mito del siglo XX sí es doctrina oficial del partido NS. De lo cual se desprendería que Rosenberg es un rematado imbécil ---o, más bien, que el neonazi de turno todavía no ha aprendido a leer.
LA CITA AMPLIADA DEL FRAGMENTO DE LA DENEGACIÓN
Transcribo a continuación el contexto de la cita, es decir, el parágrafo entero, cuya autenticidad ya demostré, traducido al castellano. Si apareciera alguna duda sobre la misma nos remitiríamos inmediatamente al original alemán:
Por numerosos que sean los que ya hoy aprueban en su interior estas palabras, no puede, pese a ello, ser comprometida ninguna comunidad en las ideas y las conclusiones expuestas en este escrito. Constituyen confesiones absolutamente personales, no puntos programáticos del movimiento político al cual pertenezco. Este tiene su gran tarea peculiar y debe, como organización, mantenerse alejado de las controversias de naturaleza religiosa y político-eclesiástica, al igual que del compromiso con una determinada filosofía del arte o con un especial estilo arquitectónico. No puede tampoco, por consiguiente, ser responsabilizado de lo aquí expuesto. Inversamente, las convicciones filosóficas, religiosas, artísticas, pueden ser fundamentadas con real seriedad solamente sobre la premisa de la libertad de conciencia personal. Tal es el caso presente. Sin embargo, la obra no se dirige a seres humanos que viven y actúan felices y bien afirmados dentro de sus comunidades religiosas, sino a todos aquellos que interiormente se han desligado de éstas pero aun no se han abierto paso, luchando, hacia una nueva concepción del mundo. El hecho de que éstos se cuentan hoy en día por millones, obliga a cada camarada de lucha, mediante reflexiones más profundas, a ayudarse a sí mismo y a otros buscadores.La famosa cita ampliada del "Dr." Petardo no acredita que la interpretación correcta del fragmento transcrito por mí ---en amarillo--- invierta su sentido unas líneas más abajo. Cualquier redactor racional, culto y en sus cabales desarrolla la afirmación hecha inicialmente explicando el porqué o fundamento de la misma. Y esto es lo que hace Rosenberg. En efecto, Rosenberg explica las razones por las cuales El mito del siglo XX no puede ni debe asimilarse a unos "puntos programáticos del movimiento al cual pertenezco". Por si quedara alguna duda, la cita ampliada contiene una postrera repetición de la cita reducida: "No puede tampoco, por consiguiente, ser responsabilizado de lo aquí expuesto". En el original alemán: "Sie kann also auch für das hier Vorgetragene nicht verantwortlich gemacht werden" (op. cit., p. 3, véase el pasaje reproducido en foto aquí infra). La famosa cita ampliada abunda y confirma pues, antes bien, la aseveración inicial con una expresa insistencia en la denegación de todo reconocimiento oficial de la obra filosófica de Rosenberg como doctrina nacionalsocialista.
Portada de la traducción castellana. |
LOS CARGOS DE ROSENBERG EN EL PARTIDO
Con lo dicho debería ser suficiente para convencer a cualquier lector medio y honesto. Pero un retrasado mental evoliano todavía podría esgrimir, en el colmo de la tozudez y de la mala fe, el hecho incontrovertible de que Rosenberg ostentaba un cargo cuya titularidad le convertía de facto en ideólogo del partido.
Es cierto que Rosenberg fue el responsable de los asuntos ideológicos del NSDAP, pero eso no significa que las ideas oficiales del partido fueran creaciones suyas ---no lo fueron los célebres 25 puntos---, mucho menos que el partido asumiera sus doctrinas de El mito del siglo XX, sino que realizaba tareas administrativas en relación con las ideas oficiales del partido. Confundir una cosa con la otra sería tan ridículo como pretender que el tesorero de un partido administra las cuentas de la organización como cuentas privadas y el dinero en ellas depositado es de su propiedad. El tesorero administra el dinero del partido en cuentas del partido que no son sus cuentas privadas. Todos los partidos nombran secretarios de estudios y programas (o antaño de asuntos ideológicos), pero este hecho no implica necesariamente que tales funcionarios de la organización sean los creadores y autores privados del programa o de la ideología correspondiente. Quien afirma que Rosenberg era el ideólogo del partido porque desempeñaba una función burocrática relativa a los documentos ideológicos del NSDAP sólo pone de manifiesto su total desconocimiento del funcionamiento de un partido. Y, singularmente, del partido en cuestión, donde únicamente hubo un ideólogo tácitamente reconocido, a saber, el mismísimo Adolf Hitler.
Portada del original alemán. |
Conviene dejar claro que nuestra postura ---a saber: las doctrinas de Rosenberg, singularmente las de El mito del siglo XX, nunca fueron doctrina oficial del partido nazi--- no supone, en principio, ninguna valoración ---positiva o negativa--- sobre la obra literaria privada o personal de Alfred Rosenberg. Ni niega, aunque tampoco afirma, que esas doctrinas neopaganas ---vamos a designarlas así--- tuvieran alguna influencia en determinados sectores anti-cristianos, muy poderosos, del partido nazi. Nuestra postura es la que es y los rasgamientos de vestiduras y "defensas" de Rosenberg ante mi presunto "ataque" son invenciones del Petardo evoliano para encubrir su ineptitud y egocentrismo enfermizos mediante una suerte de causa moral sobrevenida y hasta una plataforma de afectados reivindicativa del "mancillado honor" de Rosenberg. Quien más daña, empero, el sentido de las doctrinas de Rosenberg es aquél que cuestiona las conversaciones de sobremesa de Hitler y sus declaraciones anticristianas, las cuales, en tanto que tales (pero no en lo que respecta al paganismo de El mito del siglo XX), están en la misma línea que la propugnada por Rosenberg y Bormann (principal avalador de las Tischgespräche) contra los sectores pro-cristianos del partido.
Alfred Rosenberg reitera la denegación. |
Ph. Dr. Jaume Farrerons
Figueres, la Marca Hispànica, 10 de enero de 2020
muy complicado tu escrito me ha costado entenderlo
ResponderEliminarno sos vos
soy yo
no estoy acstumbrada a tópicos como este
Rosenberg afirma que su obra "El Mito del siglo XX" no es doctrina oficial del partido nazi. Lo dice en la Introducción y se reafirma en ello unas líneas más abajo dentro del mismo párrafo. Este post está escrito para refutar a un imbécil con nombre de supositorio y apellido pirotécnico que pretende "demostrar", a partir de las afirmaciones de Rosenberg, justamente lo contrario de lo que dicen. Y ello simplemente porque a él le conviene que sea así y ha visto comprometido su ego de piojo hinchado ante un grupito de seguidores ignorantes que le lamen el culo. El texto no tiene más misterio. Rosenberg dice lo que dice y punto. Nada más.
ResponderEliminarMacho, el pobre sr. Petardo se ha llevado una tunda tal que ya no queda nada de él que pueda reaccionar o responder. Quizás si tras sus primeras puyitas ("¡Loco, eso no puede ser!""no entendiste vos...") le hubieras mostrado el texto de Nolte ("La influencia de Marx y Nietzsche en el socialismo del joven Mussolini") hubiera tenido algo que aprender o con que nutrirse y resarcirse de su error. Pero ahora el moribundo no creo que tenga muchas ganas de comer de tu mano con la de ostias que ya le has dado.
ResponderEliminarDesde el principio, el "Dr. Petardo" no hizo otra cosa que descalificar en bloque, insultarme, suprimir las respuestas que no le "gustaban" y, finalmente, cuando creyó encontrar en internet algo "adecuado" (a los efectos de intoxicar a sus "seguidores" y no perderlos por el descrédito ocasionado), bloquearme para yo que no pudiera replicarle. Tan frágil era su barricada; pero suficiente para los idiotas... siempre que yo permaneciera amordazado en su sitio de facebook e imposibilitado de derribarla de una patada. ¿Aprender, dices? Una persona así no merece que yo le dedique ni un minuto más del necesario. Sólo el tiempo justo para aplastarla como la inmundicia subhumana que es.
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