MUSSOLINI RESPONDE A EVOLA: "LA DOCTRINA DEL FASCISMO
NO HA ESCOGIDO A DE MAISTRE POR PROFETA". Joseph de Maistre es el ideólogo
contrarrevolucionario por excelencia y el maestro espiritual de Julius Evola. Así las
cosas, incluso en su etapa más derechista, a saber, cuando traiciona el
programa fundacional fascista de 13 de mayo de 1919 y ha pactado con la
aristocracia, la iglesia y la monarquía ---instituciones todas ellas que le
apuñalarán en 1943 porque eran intrínsecamente derechistas, es decir,
antifascistas---, Benito Mussolini deja muy claro que el fascismo no tiene nada
que ver con el tradicionalismo reivindicado por Julius Evola. Véase Apartado IX
de "La doctrina del fascismo", "El fascismo no
retrocede",1934:
El fascismo no retrocede. Las negaciones fascistas del socialismo, de la democracia, del liberalismo, no han de inducir a creer, empero, que el fascismo entienda hacer que el mundo vuelva a ser lo que era antes de 1789, año que se indica como comienzo del siglo democrático-liberal. La doctrina fascista no ha escogido a De Maistre por profeta. El absolutismo monárquico fue, y así toda eclesiolatría. Asimismo fueron los privilegios feudales y la división en castas impenetrables e incomunicantes entre sí [L'assolutismo monarchico fu, e così pure ogni ecclesiolatria. Cosi «furono» i privilegi feudali e la divisione in caste impenetrabili e non comunicabili fra di loro]. El concepto de autoridad fascista no tiene nada que ver con el Estado de la policía. Un partido que gobierna totalitariamente a una nación constituye un hecho nuevo en la historia [Un partito che governa totalitariamente una nazione, è un fatto nuovo nella storia]. No resultan posibles referencias o comparaciones. De los escombros de las doctrinas liberales, socialistas, democráticas, el fascismo extrae aquellos elementos que todavía tengan un valor de vida. Mantiene los que podrían definirse como hechos incorporados a la historia y rechaza todo lo demás (...).
Texto original en italiano:
[Le negazioni fasciste del socialismo, della democrazia, del liberalismo, non devono tuttavia far credere che il fascismo voglia respingere il mondo a quello che esso era prima di quel 1789, che viene indicato come l'anno di apertura del secolo demo-liberale. Non si torna indietro. La dottrina fascista non ha eletto a suo profeta De Maistre. L'assolutismo monarchico fu, e così pure ogni ecclesiolatria. Cosi «furono» i privilegi feudali e la divisione in caste impenetrabili e non comunicabili fra di loro. Il concetto di autorità fascista non ha niente a che vedere con lo stato di polizia. Un partito che governa totalitariamente una nazione, è un fatto nuovo nella storia. Non sono possibili riferimenti e confronti. Il fascismo dalle macerie delle dottrine liberali, socialistiche, democratiche, trae quegli elementi che hanno ancora un valore di vita. Mantiene quelli che si potrebbero dire i fatti acquisiti della storia, respinge tutto il resto].
Con lo dicho queda probado que las tesis de Evola y sus
seguidores tradicionalistas Marcos Ghio, Antonio Medrano, Ernesto Milá y demás,
es decir, quienes desde la derecha asimilan el fascismo a la contrarrevolución, el
legitimismo monárquico-eclesial y la restauración de las instituciones
pre-revolucionarias, son puras manipulaciones de escritorzuelos sin método
científico y, lo que es peor, sin el más mínimo sentido de la decencia
intelectual. Pero, ¿qué podía esperarse de espíritus frívolos e irracionalistas
que "creen" en la validez de la magia?
LAS EXÉGESIS ULTRADERECHISTA Y ULTRAIZQUIERDISTA DEL FASCISMO
Observemos, por si fuera poco, que aquí los ultraderechistas
están colaborando obscenamente con los antifascistas de extrema izquierda, para los cuales el
fascismo es mera reacción y contrarrevolución ayuna de todo
contenido social. Lo único que varía entre unos y otros es el signo valorativo de
la identificación, pero ambos grupos de intérpretes sirven al mismo amo, a saber, la oligarquía, que quiere oír hablar de
izquierda o de derecha, de revolución antinacional o de contrarrevolución también
antinacional (el nacionalismo es un fenómeno "moderno", Evola dixit), pero no,
nunca, de revolución nacional. Eso jamás.
Fascismo "de verdad", pro-hi-bi-do.
Ernesto Milá contribuye con su abyecta conducta de pseudo
teórico y autoeditor a las tareas ordinarias de las cloacas del Estado, el
Pentágono, el Mossad... Júzguese política y moralmente, no sólo
intelectualmente, su vergonzante quehacer.
Subrayo que, cuando fue publicada La doctrina del
fascismo, transitaban los italianos por la etapa más alevosa y derechizada del fascismo mussoliniano. Pero, incluso entonces, el post-marxista Mussolini advirtió que el
fascismo no es tradicionalismo, sino algo completamente nuevo, moderno, una
doctrina que conserva los elementos todavía válidos del socialismo, el
liberalismo y la democracia (pretensión incompatible con la restauración del Ancien Régime). De manera que, si en el fascismo del Ventennio
(1922-1942) puede hablarse de una "derecha" fascista ---lo que no
sólo no resultaría descabellado, sino que es un error por el que los nacional-revolucionarios hemos pagado un alto precio de
descrédito---, será siempre una derecha moderna, liberal, no la
derecha reaccionaria, feudal, el régimen de castas que reclama indecentemente
ese cerdo con monóculo llamado Julius Evola.
Ahora bien, si en lugar de a dicho período nos remontásemos
---como haremos más adelante--- al fascismo revolucionario originario o al
fascismo de la República Social Italiana, la República de Salò, en la que, tras
la traición de los derechistas, Mussolini intenta reconstruir el fascismo como
izquierda nacional, las piezas de convicción a nuestro favor serían mucho más
contundentes. Hemos hecho referencia únicamente a ésta para que no nos
acusen de seleccionarlas de forma arbitraria y de acuerdo con criterios sin
fundamento. No hay ninguna afirmación de Mussolini que, antes o después, ponga
en solfa la autonomía histórica del fascismo, es decir, su carácter moderno y opuesto a toda forma de regresión
contrarrevolucionaria anti-moderna. El fascismo es revolucionario, no apto para
derechistas reaccionarios. A la revolución burguesa y a la revolución
proletaria añade, en efecto, Mussolini, una tercera, la nacional, conservando los
elementos válidos de las otras dos.
La revolución fascista presupone orgánicamente ---y no sólo
cronológicamente--- las revoluciones democrático-liberal y marxista. No es un
retroceso, sino una superación de 1798 y 1917 por la izquierda.
El fascismo no retrocede, señores evolianos Ghio, Milá,
Medrano y compañía.
¡¡¡Dejen ya de mentir y de engañar a los militantes
nacional-revolucionarios!!!
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NOTA. Con este texto inciamos un ciclo de réplicas a
escritos de los evolianos que nos afectan como nacional-revolucionarios y que
han sido redactados por Marcos Ghio, Ernesto Milá, Antonio Medrano y otros
escritorzuelos de la extrema derecha. De hecho, se trata de una continuación de
la crítica emprendida hace casi una década con los artículos sobre la usurpación,
amputación y manipulación de la doctrina nacional-revolucionaria. Una tarea
que, obtenido ya el doctorado con una fundamentación ideológica integral del
fascismo, conviene ahora concluir.
Antes que nada me gustaría saber quién escribe este articulo.. Obviamente Marcos Ghio no representa el pensamiento evoliano fielmente.. sino que más bien es un opinador multicultural..
ResponderEliminarFaurrerons (espero haber puesto bien tu apellido) te acabas de delatar solo. Desde tu punto de vista Mussolini ha sido un traidor pues se apartó del programa socialista de 1919 muy cercano al de Lenin según tu punto de vista pero a pesar de ello como tú dices le habrían quedado algunos tics que lo apartarían de lo reaccionario, palabra que a ti no te gusta. En todo caso en ese discruso que mencionas lo está criticando a De Maistre, no a Evola. De Maistre fue masón, Evola en cambio no. Y eventualmente lo que Mussolini quiere decirnos es que estar en contra de la Revolución Francesa (¿tú estás también en contra?) no quiere decir estar a favor del régimen absolutista monárquico que había antes, sino en todo caso de una monarquía tradicional, federativa que no concentraba de manera totalitaria el poder. Eso es lo que ha querido decir y no está para nada en contr del pensamiento de Julius Evola como tú dices. Muchos saludos, Marcos Ghio
ResponderEliminarEn respuesta a Marcos Guarro (espero haber puesto bien tu apellido, pedazo de zurullo). Mussolini no ha sido un traidor, ha evolucionado desde el marxismo ortodoxo al socialismo nacional, ya bien definido en el programa del 13 de mayo de 1919. Yo no he dicho que le queden tics, eso te lo inventas tú, impostor, he repetido lo que él mismo dice, a saber: que de las doctrinas post-revoluciarias asume aquello que considera positivo o válido. Y ello incluye aspectos del socialismo e incluso del liberalismo. Algo que Evola, por supuesto, no podría nunca aceptar. Siempre has sido un mentiroso y un manipulador. La crítica de Mussolini a De Maistre le afecta de lleno a Evola, porque el reaccionarismo de éste no se limita a un legitimismo monárquico, sino que va mucho más allá: Evola busca un retroceso, como poco, a la Edad Media, algo incompatible con el fascismo. Los fascistas pretenden una nueva revolución, la revolución nacional, futurista, modernista, no una regresión a épocas pre-nacionalistas y feudales como Evola. Te recuerdo, por si lo has olvidado, payaso, que Evola es anti-nacionalista. Pero ningún pretendido fascista puede ser antinacionalista sin incurrir en el ridículo. Éste es precisamente tu caso. Hasta nunca.
ResponderEliminarJoseph de Maistre propugnaba el carácter sagrado de la monarquía y que se encontraba por encima de la voluntad de la población gobernada; la sociedad estamental, de la misma manera, sería de procedencia divina. De Maistre rechazaba que las naciones fueran entidades con sentido propio, más allá de ser territorios regidos por un soberano. En lo filosófico, se oponía al racionalismo de la Ilustración con argumentos de tipo religioso.
ResponderEliminarEn suma, los pilares básicos de su elaboración ideológica están en consonancia con las tesis de Julius Evola.
"Las veladas de San Petersburgo", su obra principal, es un canto al mundo premoderno e influyó de forma decisiva en pensadores que Evola admiraba, como Donoso Cortés
https://www.casadellibro.com/libro-las-veladas-de-san-petersburgo/9788494506222/4769676
La principal diferencia entre Evola y De Maistre no es respecto a la Masonería, sino en sus referentes religiosos. El conde saboyano tiene al Cristianismo en su vertiente católica como la esencia de sus ideas. Por el contrario, Evola recurre a todo tipo de creencias para fundamentar su doctrina: Islam, Hinduismo, el ocultismo de los siglos XIX y XX, Budismo... lo que le lleva a chocar en diversos aspectos con el Cristianismo.
Por ejemplo, el Cristianismo —como el resto de religiones abrahámicas— tiene una visión lineal de la Historia, que empezaría con la Creación y terminaría en el Apocalipsis con la instauración de la Jerusalén Celestial, según lo establecido en el plan divino. Evola, sin embargo, muestra una concepción cíclica del devenir histórico más propia del Hinduismo, en la que las etapas de auge y decadencia se suceden continuamente, en una repetición que no cesa.
Para el tradicionalista católico, la verdad está en la Iglesia de Roma. Pero no para Evola, pues este bebe de muchas otras fuentes (aunque en ocasiones pueda recurrir a pensadores católicos como el antes mencionado Donoso Cortés). Esa es, en mi opinión, la principal diferencia entre De Maistre y Evola, no que el saboyano perteneciese a la Masonería.
Por otra parte, me gustaría preguntar a Agencia Kali Yuga en que obra o discurso Mussolini se declara a favor de "una monarquía tradicional, federativa", porque es la primera noticia que tengo de tal cosa.
ResponderEliminarHasta donde conozco, lo más similar a eso se encontraba en una facción del ala derecha del Fascismo que representaba los intereses de Víctor Manuel III dentro del Partido, como explica Stanley G. Payne.
Hola Celtix, he estado en la Universidad de Salamanca en un congreso de filosofía y muy ocupado con CARRER LA MARCA, la publicación política de la izquierda nacional. Me comprometo a responderle en breve. Saludos cordiales.
ResponderEliminarHola Celtix, tu comentario sobre las difencias entre Evola y De Maistre me parece completamente acertado. Nada que objetar. Respecto a la opinión de Kali Yuga o Marcos Ghio sobre el supuesto monarquismo de Mussolini, deberán ser los mencionados, obviamente, quienes respondan. Yo, por mi parte, desconozco si Mussolini, en alguna etapa de su trayectoria y más concretamente en el Ventennio, realizó declaraciones de principio en favor de la monarquía. Pero no debería extrañarnos que ello hubiera sucedido teniendo en cuenta que pactó con esa institución por motivos tácticos. La verdadera ideología del fascismo hay que buscarla empero, a mi entender, en el periodo anterior al Ventennio y, más en concreto, a la etapa que va de 1914 a 1919. Y también en la República de Salò.
ResponderEliminarENSPO, gracias por su respuesta. Para completar mi comentario sobre De Maistre y el fascismo, me gustaría traer a colación unas palabras de José Antonio Primo de Rivera sobre el saboyano y la Falange, pronunciadas en una conversación con Miguel de Unamuno, y que creo arrojan algo de luz sobre este asunto.
ResponderEliminarNo quiero entrar ahora en el debate respecto a si José Antonio fue un fascista propiamente dicho o tan solo un fascistizado, como le definió Ramiro Ledesma —aunque, de considerarlo un mero derechista fascistizado, su declaración resultaría incluso más significativa—; pero estas palabras son muy claras y pueden relacionarse con el texto de Mussolini:
"—Nosotros no queremos nada con De Maistre, don Miguel —le replicó José Antonio— no somos reaccionarios." (Cantarero del Castillo, Manuel, Falange y Socialismo, Barcelona, Dopesa, 1973, pág. 186)
Aquí es evidente que la clave no está en que De Maistre fuese masón, sino que se le rechaza por reaccionario. Por lo que ese rechazo se puede aplicar también a Julius Evola, René Guénon y teóricos por el estilo.
A la espera de que alguien me dé una respuesta a mi pregunta sobre la monarquía y Mussolini, añado que, por lo que he podido investigar, el Fascismo no parecía abogar por una "monarquía federativa", sino más bien por todo lo contario: su política se enfocaba en robustecer el poder central del estado italiano, tal como se puede leer en documentos como éste (en la página 2)
ResponderEliminarhttps://www.upf.edu/documents/3737713/3741738/doc_sostres_it_es.pdf/53dae085-c5a1-4289-830c-5da93150696d
Por cierto, pido perdón por los errores ortográficos en mis comentarios. Es lo que tiene escribir deprisa y corriendo.
Hola Celtix, le agradezco su aportación sobre José Antonio. Sólo recordar que en "Falange y socialismo" no sólo se opone el falangismo al ultramontanismo reaccionario de De Maistre (y, por ende, de Julius Evola y todos sus discípulos), sino al propio fascismo o socialismo nacional. Cito: "Ya veremos que hubo otras motivaciones de acceso o de afiliación a la Falange y que la asociación de los vocablos nacionalismo y socialismo, y la idea de 'socialismo nacional' que ello sugiere, no tiene relación alguna con el nacional-socialismo alemán o nacismo"[sic](Manuel Cantarero del Castillo: "Falange y socialismo", Barcelona, Dopesa, 1973, p. 18). No obstante, ya sabemos que Stanley Panyne, politólogo que distingue cuidadosamente entre fascismo y extrema derecha, coloca a la Falange en el campo fascista. A mi entender esta clasificación puede ser correcta siempre que se matice que lo fascista de la Falange procede de Ramiro Ledesma, es decir, del jonsismo todavía presente en las siglas ("Falange Española de las JONS"), pero no de José Antonio, un nacional-católico integral donde los haya. Por tanto, hay una Falange fascista en la medida en que el falangismo sea jonsismo, más o menos adulterado, atenuado o filosóficamente neutralizado por el compromiso religioso de José Antonio, pero la expresión "José Antonio, fascista" (Jerez Riesco) es insostenible porque el fascismo (y ahora hablo de filosofía e ideología, no de política) es la negación, punto por punto, del judeo-cristianismo. Los únicos elementos del cristianismo que el fascismo no negaría por principio son los paganos presentes de forma residual en el catolicismo.
ResponderEliminarHola Céltix, gracias por su aportación sobre Mussolini y la monarquía. Quizá la prueba más contundente de que Mussolini no fue monárquico es la República de Salò, restauración de todo lo afirmado por el Duce en su etapa ideológica y fundacional (1914-1919). No me cabe duda de que el Ventennio fue un pacto con la derecha que afectó a la política fascista, que derechizó a Mussolini, pero todo aquello que es derecha en Mussolini no es fascismo, el fascismo deja de ser fascismo en la medida en que se derechiza. Esta afirmación puede y debe hacerse desde la plena auto-conciencia histórica de la ideología fascista, la cual, como idea, no queda afectada por los avatares políticos del lider, sus errores e incluso sus traiciones. La ideología es una entidad formada por ideas que tiene su propia forma de evolución o transformación y no puede ser modificada sino por otras ideas, no por hechos circunstanciales o acciones de individuos. En todo caso, cuando Mussolini fundó la República de Salò, convalidó la entera ideología fascista pre-Ventennio en su integridad y pureza nacional-revolucionarias. De ahí la alarma de personajes como Evola o de la propia OTAN, temerosos de que la herencia fascista contribuyera a inclinar Italia del otro lado del Telón de Acero, lo que forzó a apretar el acelerador de la derechización y a canonizar el derechismo del Ventennio como esencia del fascismo. Mas no otra es la gran impostura a cuya sombra ignominiosa todavía vivimos en la actualidad.
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