miércoles, septiembre 01, 2010

Anotaciones preliminares sobre las causas del holocausto (2)

Richard Wagner
Wagner versus Nietzsche

Aclaración previa. La diferencia entre los crímenes del fascismo y los crímenes de los biempensantes del amor o la fraternidad universal (cristianos burgueses y ateos comunistas) son las siguientes: a/ los crímenes de los vencedores son peores por lo que concierne a su volumen y a los métodos utilizados que los crímenes de los vencidos, los cuales han sido además exagerados por la propaganda; b/ los crímenes de los vencedores precedieron a los crímenes de los vencidos y, de alguna manera, los provocaron; c/ los crímenes de los vencidos fueron castigados, mientras que los crímenes de los vencedores permanecen impunes (me remito a los posteos anteriores, en los que he ilustrado este tema con cierto detalle). Por todo ello considero que los crímenes de los vencedores son más graves que los crímenes de los vencidos, a despecho de que la publicidad oficial u oficiosa se haya pasado medio siglo lavándonos el cerebro a fin de convencernos de lo contrario. Pero esta conclusión no implica que los vencidos no cometieran crímenes, en algunos casos atroces. Dicho esto, añado que el holocausto existió. Sobre las dimensiones hinchadas del mismo ya me he extendido en el post "La singularidad de Auschwitz", donde analizo las interpretaciones oficiales y las refuto. Ahora bien, mi tesis al respecto es la siguiente: el holocausto es, entre otras cuestiones, uno de los muchos crímenes de masas perpetrados a lo largo de su historia por el judeocristianismo y, de alguna manera, la cima de una carrera genocida emprendida en Jericó. El "plan Dalet" (1948), la expulsión/exterminio de los palestinos, representa sólo su monótona continuación posfascista. Dada la intrínseca vinculación de la religión cristiana con la sociedad occidental, singularmente con la burguesía, y ya no digamos con el propio judaísmo, se ha utilizado el fascismo como chivo expiatorio ("pagano") para ensordecer este hecho escandaloso y suprimirlo de la conciencia pública. Nuestra tarea consiste en restablecer la verdad.

El fascismo originario (Mussolini) no era antisemita, sino nietzscheano y en este sentido antijudaico (se trata de dos conceptos distintos, como argumentaremos en otro post); por ende, Nietzsche se mostraba claramente hostil a los antisemitas, quienes, hay que subrayarlo también, acostumbran a profesar el Sermón de la Montaña. La etnia judía, por este motivo, aparece sobrerrepresentada en el partido fascista; para ellos, el nietzscheísmo era una garantía, un antídoto contra el antisemitismo. Sólo con el nazismo y por influencia de sus ideólogos wagnerianos (recordemos el conflicto alemán entre Nietzsche, pagano, y Wagner, cristiano, dicotomía que no se reproduce en la Italia fascista porque Wagner es un nacionalista alemán, cosa que no se puede afirmar de Nietzsche) Auschwitz llega a ser posible. El propio partido fascista se ve forzado, tras sus pactos con la Alemania nacionalsocialista (1938), a mimetizar un cierto antisemitismo propagandístico, sin raíces en la cultura nacional o en la genuina ideología fascista. Pero incluso los dirigentes fascistas, y ya no digamos el pueblo llano, ayudan a los judíos cuando Italia (1943) es ocupada por la Wehrmacht y la Gestapo empieza a reclamar hebreos italianos para trasladarlos a Alemania.
Quedaba todavía un asilo inesperado. La Italia de Mussolini, que siempre se
había limitado a imitar con indiferencia los decretos de Nüremberg de 1938, asumió
la defensa activa de los refugiados judíos en la zona italiana de ocupación (…)
Cuando las deportaciones desde la zona del litoral aumentaron a principios de 1943,
las autoridades italianas de ocupación las impidieron al este del Ródano, y
advirtieron al gobierno francés que si bien él podía hacer lo que se le antojara con los
judíos franceses, los judíos extranjeros en la zona ocupada por Italia eran
incumbencia exclusiva de las autoridades italianas. En marzo, éstas intervinieron
para impedir que los prefectos franceses de Valence, Chambéry y Annecy detuviesen
a judíos extranjeros en esta región. En junio de 1943, el prefecto de la policía
italiana, Lospinosa, evitó la detención por parte de los franceses de 7000 judíos
extranjeros en Mégève. El hecho de que un  jefe fascista  de la policía italiana tuviese
que indicar a Antignac, el hombre de confianza de Darquier de Pellepoix en el
Comisariado General de Asuntos Judíos, que Italiarespetaba los principios
elementales de humanidad”, permite hacerse una idea del antisemitismo de Vichy.

(Robert Paxton, La Francia de Vichy, Barcelona, Noguer, 1974, pp. 161-162).

Friedrich Nietzsche
No se da, y nunca se ha probado que se diera, un proceso que conduzca del fascismo al holocausto de forma necesaria, como pretenden determinados historiadores. Esa necesidad ha sido fabulada, siendo así que el holocausto no se explica haciendo abstracción de las actuaciones criminales previas de los aliados angloamericanos y la tiranía comunista; pero, con todo y con ello, la condición necesaria, aunque no suficiente, de Auschwitz, es el predominio de la rama wagneriana (cristiana, abrahamánica) del fascismo frente a la rama nietzscheana (pagana, atea) del mismo. En este contexto, el holocausto constituye el desenlace consecuente, la culminación incluso, de la milenaria historia ontoteológica (Heidegger), plagada de actuaciones asesinas análogas. En el mismo sentido, el holocausto representa el fruto inevitable del monoteísmo, es decir, de una pauta de conducta excluyente que se manifiesta por primera vez en los hechos veterotestamentarios. A la postre, la esencia de lo judaico, objetivada en el cristiano antisemita, reverbera sobre el pueblo hebreo, arrastrándolo a los campos de concentración, donde sufrirá en sus propias carnes (y no era la primera vez) la experiencia de aquel anatema tantas veces celebrado por la Torah cuando las víctimas eran gentiles.

En este post y el anterior hemos hecho referencia a pasajes de libros sagrados judíos que celebran el exterminio de los gentiles, mujeres y niños incluidos; y a fragmentos del texto sagrado musulmán que ordenan la aniquilación de los "asociadores" (paganos) y la persecución de los infieles. Ahora nos toca recordar aquéllos otros escritos, cristianos éstos, en los que se promueve el antisemitismo, singularmente en lo tocante a Alemania. Obligada es aquí la referencia a Sobre los judíos y sus mentiras (1543), de Martin Lutero, donde encontramos fragmentos del reformador que anticipan el holocausto:
Primero, sus sinagogas o iglesias deben quemarse… En segundo, sus casas deben asimismo ser derribadas y destruidas… En tercer lugar, deben ser privados de sus libros de oraciones y Talmudes en los que enseñan tanta idolatría, mentiras, maldiciones y blasfemias. En cuarto lugar, sus rabinos deben tener prohibido, bajo pena de muerte, enseñar jamás… La furia de Dios contra ellos es tan grande que están cada vez peor… Para resumirlo, estimados príncipes y nobles que tenéis judíos entre vuestras posesiones, si mi consejo no os es suficiente, buscad otro mejor para que vosotros, y todos nosotros seamos libres de esta insoportable carga diabólica. (...) ¿Quién les impide a los judíos volver a Judea? Nadie… Les proveeremos todas las provisiones para el viaje, para vernos por fin libres de ese repulsivo gusano. Para nosotros, ellos son una grave carga, la calamidad de nuestra existencia. Son una peste enclavada en nuestras tierras. (...) Yo les arrancaría la lengua de la garganta. Los judíos, en una palabra, no deben ser tolerados. (...) Si no fueran tan ciegos, su despreciable vida externa los convencería de la verdadera naturaleza de su penitencia. Ya que abunda en brujería, signos de magia, figuras y el tetragrama del nombre, eso es, con idolatría, envidia y vanidad. Además, no son más que ladrones y asaltantes que diariamente no prueban bocado y visten ropa que nos han robado y hurtado por medio de su maldita usura. De este modo viven día a día, junto con esposa e hijo, de robo y hurto, como archiladrones y asaltantes, en total impenitente seguridad. Para un usurero es un archiladrón y asaltante que debería ser colgado en la horca siete veces más alto que otros ladrones. En efecto, Dios debería profesar desde el cielo sobre tal hermosa penitencia y mérito a través de su santo ángel y volverse flagrante, mentiroso blasfemo por el bien de la sangre noble y los santos circuncisos que se jactan de ser santificados por los mandamientos de Dios, a pesar de que los pisotean a todos y no conservan ni a uno de ellos. (...) Sus alientos apestan por el oro y la plata de los infieles; porque no hay gente sobre la tierra que sea, haya sido o Será, más avara que ellos, como pueden ser vistos en su maldita usura. Entonces sepan, mis queridos cristianos, que después del diablo, no hay nada más agrio, más ponzoñoso, mas vehemente y enemigo que un verdadero judío que realmente desea ser judío... ¿Acaso no su Talmud y sus rabinos escriben que no es pecado si un judío mata a un infiel, pero que si es pecado si mata a un hermano en Israel? No es pecado si no mantiene su juramento a un infiel. Entonces, el robar y asaltar -como lo hacen con sus prestamos - a un infiel, es un servicio divino... ¿Qué debemos de hacer con este rechazado y condenado, pueblo judío? (...) préndale fuego a sus sinagogas o escuelas y entierren y cubran con tierra todo aquello que no se pueda quemar...Yo aconsejo que sus casas sean arrasadas y destruidas... Yo aconsejo que todos sus libros de rezos ... en los cuales tales idolatrías, mentiras, maldiciones, y blasfemias se enseñan, quítenselos, ... y que a sus rabinos se les prohíba enseñar de allí en mas, bajo pena de perdida de vida o miembros...que los salvoconductos en los caminos sean abolidos completamente para los judíos... y que todo sus tesoros de plata y oro se les sean quitados (...) Pero si las autoridades se rehúsan a usar la fuerza para restringir al diabólico atropello de los judíos, entonces los judíos, como hemos dicho, deben de ser expulsados de sus países y ordenados a volver... a Jerusalén, a donde puedan mentir, maldecir, blasfemar, difamar, asesinar, robar, asaltar, practicar la usura, burlarse y regodearse en todas esas infames abominaciones que ellos practican entre nosotros y que se vayan....nuestro Señor el Mesías, nuestra fe y nuestra iglesia incorrompida y descontaminada de su diabólica tiranía y maldad.

A la derecha, portada de Sobre los judíosy sus mentiras (1543), de Martin Lutero.
Los germanos fueron convertidos al cristianismo, en algunos casos, como el de los sajones, con brutal violencia, pero en cualquier caso siempre bajo la amenaza, más o menos explícita, de la fuerza. Luego, el cristianismo de Lutero, al que se convirtieron el 70% de los alemanes, les enseñó a odiar a los judíos y, finalmente, Alemania perpetró el holocausto. ¿Debemos extrañarnos? Pero, ¿es "Alemania" u otra cosa la que está ejerciendo aquí sus efectos criminógenos? Comparemos los textos de Lutero con los textos judaicos del Antiguo Testamento, la Torah, o con los textos del Corán. Un extraño parecido los une a todos, a saber, ese "derecho" a convertir en poco menos que demonios, es decir, en seres inhumanos susceptibles de ser exterminados, a los descreídos de Dios, el único supuesto dios verdadero. El holocausto no forma parte de la cultura alemana, sino de la cultura judeocristiana y, en última instancia, de esa religión abrahamánica universal que antecede a las tres ramificaciones, hebrea, cristiana y musulmana, de la sumisión al ente omnipotente;  déspota del desierto que no era, se ha dicho (véase Pepe Rodríguez) sino la imagen proyectada a los cielos e invertida, por la humillación de la derrota, de la impotencia política de la nación judía. En realidad, a mi entender, síndrome de Estocolmo, para el judío esclavizado, del faraón egipcio elevado a la categoría de dios en la realeza nilótica.

No se trata, por tanto, de "negar" el holocausto, sino de fijar sus verdaderas dimensiones y causas. Quien asesina a los judíos no es el "fascista" pagano, como pretende interesadamente la Iglesia Católica, sino el cristiano que todavía queda en el nazi. Jesús, descolgándose de la cruz para vengarse de los sacerdotes del templo que supuestamente, según Roma hasta hace bien poco, instigaron su condena a muerte.
Jaume Farrerons
1º de septiembre de 2010

8 comentarios:

  1. Solo me queda aplaudirle por su valentia en desenmascarar eficientemente la gran farsa que se a señido sobre la Alemania del III Reich, que es el mentado Holocausto.

    Es usted una luz en el revisionismo historico, necesario en las tinieblas de las fabulas judeo-yankis de Hollywood que se han encargado de viciar la conciencia de las nuevas generaciones.

    Como siempre un fraternal saludo.

    ResponderEliminar
  2. Gracias por tu apoyo y el de todos los usuarios de este blog. Sin ellos mi trabajo no tendría sentido. Espero que con el tiempo se vaya ampliando la red y podamos disponer, al fin, de la visión objetiva de nuestro pasado.

    ResponderEliminar
  3. también puede resultar tendencioso
    culpabilizar al cristianismo, aunque sea en su versión más judaica (el luteranismo)del mal llamado "holoc*****"...
    Digo más llamado por que holo.. etc.. es palabra griega que se refiere a un sacrificio hecho a la divinidad... Los católicos tradicionales(como Williamson) afirman que el único holocausto que es reconocible por un cristiano es el de JesuCristo, sacrificio que se conmemora en la Misa...
    En cuanto a la "gravedad" de los "crímenes"... opino que para un buen judio nunca han existido crímenes judios... aunque en el Antiguo testamento leemos cómo el rey DAVID masacraba a pueblos enteros... quemándolos en hornos o troceandolos con sierras... Curiosamente esto se lee en la versión de Torres Amat y no en otras traducciones posteriores
    (creo recordar Libro II Samuel, cap 12, versculos 39 y otros).
    Insisto en que lo que es crímen para el enemigo, para nosotros puede no serlo... y viceversa...
    Én todo caso, aun admitiendo que hay una Justicia objetiva que define lo que es crimen... lo cierto es que si europeos, seamos cristianos o paganos, aceptamos y cargamos con los crímenes del NS... entonces nos estamos cavando la tumba... y opino que esa es la razón de que hoy sea un crimen y no sólo delito... tratar de defender a los pueblos europeos de las invasiones extrañas... y hostiles. Hemos asumido que si Hitler fue criminal por defender a la raza blanca ó aria.. entgonces es delito defendernos... y lo políticamente correcto es defender el mestizaje y las invasiones de culturas y razas no europeas.

    ResponderEliminar
  4. ¿Tendencioso?

    Fíjese que aquí hemos matizado bastante: que el antisemitismo cristiano es condición necesaria, pero no suficiente, del holocausto.

    Esto significa que sin antisemitismo cristiano no habría habido nunca holocausto, pero que además hicieron falta otros factores para desembocar en el exterminio, a saber, el plan aliado de genocidio contra el pueblo alemán y el carácter ya de por sí genocida del bolcheviquismo.

    Lo que pasa es que estos factores podrían ser, a su vez, concebidos como el resultado de la secularización del judeo-cristianismo.

    No veo nada tendencioso en lo dicho.

    Tendencioso sería afirmar que el cristianismo fue causa necesaria y SUFICIENTE del holocausto, pero eso no lo hemos afirmado, a menos que por cristianismo no sólo se entienda la religión propiamente dicha, sino las versiones secularizadas de esta cultura.

    En ese caso, sí, toda la responsabilidad recaería sobre el judeocristianismo entendido en un sentido amplio de fenómeno cultural y no sólo religioso.

    ResponderEliminar
  5. El crimen es siempre crimen, julio, si me permite. Matar niños e inocentes es una atrocidad, la cometa quien la cometa.

    Por lo demás, si todo es relativo desde el punto de vista moral, ¿en qué se basa la defensa de la raza aria, según usted?

    ResponderEliminar
  6. fernando marqués7:05 p. m.

    creo que julio da una respuesta autosuficiente cuando habla de la defensa de la raza como defensa de lo propio. lo propio es un llamado biológico, y la naturaleza no entiende de morales.

    por otro lado creo ver que la inocencia sí es relativa.
    el niño crece y se comporta como nosotros los mayores. ¿para qué escatimar gastos en discriminar muertos cuando la importancia está en preservarse?
    para los que entre los judíos cuentan, un goim-bebé lo es tanto como su hermano mayor que copulando con su pareja da nacimiento a otras seis o siete crías (que luego portan piedras y armas en el caso palestino).
    creo que los mas extremistas suelen ser tambien los mas realistas y no los mas ciegos como se dice comunmente pues sólo tienen ojos para unas pocas ideas fundamentales, y la ortodoxia talmúdica es un ejemplo digno.

    es evidente también que la sinagoga triunfará porque es la única institución con valor. el valor es sinónimo de frialdad, de un pensamiento calculado. un cálculo es también una respuesta a un estímulo, y ese estímulo es la supervivencia. ¿qué importa realmente si las razas existen o no o si la ética aporta algo mas que mero refinamiento? en todo caso la idea de una raza aria, como la de un pueblo elegido, es combustible suficiente para las generaciones. cristo por otra parte es humo, un humo hediondo que parte de heces de esenio.

    los cristianos y los neonazis sólo tienen esperanzas. ¿donde está su decisión? ¿es por exceso de pensamiento su cobardía?

    ANARQUÍA ES ORDEN.

    ResponderEliminar
  7. fernando marqués7:22 p. m.

    ah, me faltó felicitar los artículos.
    excelentes.

    ResponderEliminar
  8. Gracias, Fernando, por tus elogios. Hacemos lo que podemos mientras atendemos a varios frentes (trabajo, familia, estudios, acción política y sindical, foros, blogs, colaboraciones con revistas). Ya me gustaría dedicar más tiempo a este blog, pero la vida te arrastra. De todas formas, mi promesa de un curso on line de filosofía sigue en pie.

    ResponderEliminar