El diario La Vanguardia, sumiso a los grupos detentadores del poder mande quien mande (hecho que incluyó, en su momento, al fascismo), ha tenido el atrevimiento de publicar un artículo falso, injurioso y liberticida (acreditaremos estas afirmaciones) contra Martin Heidegger, el mayor filósofo secular. Un verdadero panfleto que firma el Sr. Xavier Antich, profesor de Historia del Arte en la Universitat de Girona, en el que se acusa a Heidegger de totalitario, antisemita, racista y asesino. Tal cual. Para mayor información de los seguidores de este blog, el director del medio, Sr. José Antich, hermanísimo del anterior, es autor de la biografía autorizada de Pujol El virrey y, por tanto, hombre adherido de alguna manera al poder corrupto, criminal, manipulador, mendaz e incompetente que nos gobierna desde el final de la Segunda Guerra Mundial y del que la mencionada empresa periodística, "La Vanguardia", sería un notorio pilar institucional. Con esto no está dicho todo, pero casi.
Adjunto enlace a la vomitada pseudo literaria en cuestión:
En este escupitajo textual, lo primero que se hace es descalificar en bloque la metafísica, una actividad cultural que se remonta a los antiguos griegos y que, en este sentido, no se puede despachar con una frase irónica, pues semejante actitud bárbara equivale a la del que echa a la basura el arte abstracto o cualquier otra expresión de la creatividad humana simplemente porque su pedestre mente no es capaz de interpretar los signos. "-Metafísico estáis. -Es que no como", esputa Antich aprovechando una cita del Quijote. Por lo demás, ¿quién sería Antich para rebuznar una sola palabra de metafísica? Nadie; es sólo un escribiente y lacayo intelectual del poder oligárquico local. En cuanto tal, únicamente puede hablar con autoridad -pues conoce el tema- de cómo se encubre la corrupción y el crimen al servicio de unas nada metafísicas pandillas de mangantes cristianos de toda la vida, los ceporros de sacristía de Convergència i Unió (CiU), siendo así que ya sabemos que la única filosofía verdadera sería la de cruz y misa de los domingos. Es éste, casualmente, el lado correcto de la vida que les garantiza a ellos, !oh sí!, su salvación eterna, con lo que ya se habría "resuelto" el único problema metafísico que puede afectar a semejantes "ejemplares" autóctonos de la "élite" sociológica, a saber, el de la necesaria putrefacción de sus importantes y queridísimos culos. Y eso, por mucho que, en este caso, el Gólgota no sea una práctica a la que se muestren muy inclinados estos eternos bon vivants de la burguesía catalana.
Sin embargo, la cosa no termina aquí. Después de difamar a Heidegger, el pensador más importante del siglo XX, y de reclamar que se "limpie" la filosofía de su influencia, los "demócratas" (léase siempre: los fieles servidores de la repugnante casta parasitaria judeocristiana o progresista cristiano-secularizada que controla las instituciones públicas, en Cataluña y en todo el mundo occidental), abren una sección de comentarios para sugerirnos que, felizmente, nosotros, a diferencia de los ciudadanos sometidos a las autoridades nazis, formamos parte de una "sociedad abierta" (Popper dixit). Pero, !ay!, resulta que los comentarios son censurados. ¿No es esto normal? Claro, ya sabemos, existen comentarios "inapropiados", y hasta ilegales. Veamos, pues, qué comentarios censuran los robots a sueldo (o cerebros de alquiler) del señor Antich: "El marxismo ha sido la ideología oficial de regímenes que han exterminado, en conjunto, a 100 millones de personas. Algunos perduran, como el chino, al que hasta se le concede la organización de unas olimpiadas. Pero el mundo está repleto de marxistas y no veo que se vayan a prohibir las obras de Marx en las universidades e institutos. Con una diferencia en relación con el nazismo: por cada víctima del nazismo, hay 4 del marxismo, y lo más grave: el nazismo ha sido juzgado y condenado, mientras que el marxismo sigue IMPUNE. De ahí que progres como Faye, Farias o Quesada puedan emprender campañas difamatorias propias de una cheka intelectual y nadie les reclame aclaración alguna sobre sus propias credenciales ideológicas." Hagan ustedes mismos la comprobación: midan el nivel democrático del diario La Vanguardia intentando publicar como comentario la frase anterior. En concreto, se ha censurado la segunda parte (en negrilla), que es aquélla que los sionistas no están dispuestos a tolerar, pues si semejantes evidencias fueran interiorizadas por la opinión pública occidental, la extrema derecha judía (para la que trabaja Antich) no podría seguir haciendo lo que más le gusta hacer, a saber, exterminar en masa a la gente y luego gritar que ellos, la oligarquía más poderosa del mundo, son ante todo víctimas, suceda lo que suceda. Víctimas masacrando mujeres, ancianos y niños en Gaza, es decir, al parecer, paradójicas víctimas con patente de corso para cometer toda clase de fechorías. ¿Holocausto? Pues a mí, señor Antich, la propaganda me produce arcadas, al menos hasta que usted y la gente como usted condenen todos los genocidios, crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad perpetrados por los demócratas, liberales y progresistas que les nombran a dedo para ocupar sus carguillos (aquí y en Pekín). Entonces, y sólo entonces, me tomaré en serio sus diatribas lacrimógenas sobre los derechos humanos y, con ellas, los crímenes nazis, que los hubo y lamentables. Porque no existen derechos humanos a la carta, señor Antich. En efecto, en su obra The Holocaust Industry (2000), el profesor y escritor judío norteamericano Norman G. Finkelstein distingue acertadamente entre el factum histórico del holocausto como persecución y exterminio de los judíos europeos, por un lado, y el Holocausto como ideología, por otro: "En las páginas que vienen a continuación, argumentaré que "el Holocausto" es una representación ideológica del holocausto nazi. Como la mayoría de las ideologías, posee cierta relación con la realidad, aunque sea tenue. El Holocausto no es un constructo arbitrario, está dotado de coherencia interna. Sus dogmas fundamentales respaldan importantes intereses políticos y de clase. De hecho, el Holocausto ha demostrado ser un arma ideológica indispensable. El despliegue del Holocausto ha permitido que una de las potencias militares más temibles del mundo, con un espantoso historial en el campo de los derechos humanos, se haya convertido a sí misma en Estado "víctima", y que el grupo étnico más poderoso de los Estados Unidos haya adquirido también el estatus de víctima." (op. cit., versión española, La industria del holocausto, Madrid, Ed. Siglo XXI, 2002, pág. 7). Ante la insensibilidad y la censura imperantes en los medios de comunicación "democráticos", recordar Gaza es quizá la última forma de protesta que a las personas decentes les puede quedar frente al nauseabundo uso y abuso del "discurso humanitario" por parte de los políticos más criminales de la historia, esto es, sin ir más lejos, de los canallas que nos gobiernan manipulando a la opinión pública con artículos como el del Sr. Antich. La institucionalización del Holocausto (con mayúsculas) y de la doctrina de la singularidad de Auschwitz, entraña de hecho la negación, banalización o, incluso, justificación, del resto de los genocidios, crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad cometidos a lo largo del siglo XX, entre los cuales se encuentran aquéllos cuyos autores son los llamados "antifascistas", con los fascistas o presuntos "fascistas" como víctimas. No puede haber, a mi entender, nada más ofensivo para las víctimas de un genocidio que saberse utilizadas para encubrir decenas de otros crímenes de masas de idénticas o incluso mayores proporciones que el exterminio de los judíos. Pero eso es precisamente lo que hacen los ideólogos y propagandistas de los "derechos humanos". Y de tales prácticas forman parte las farisaicas campañas de envenenamiento contra pensadores como Heidegger, emprendidas por "intelectuales marxistas" que nunca han pedido perdón ni han mostrado la más mínima muestra de piedad por las víctimas de los regímenes comunistas o por las atrocidades de los aliados antes, durante y después de la Segunda Guerra Mundial, a las que hay que sumar la política racista y genocida del Estado de Israel en Palestina.
En fin, hete aquí la buena nueva. Con sus rostros de hormigón armado ayunos de inteligencia, con los bolsillos repletos del dinero producto de la corrupción, con las manos manchadas de sangre por los genocidios impunes (y celebrados) que les encaramaron en el poder, los asesinos "antifascistas" van a prohibir ahora la filosofía. Pero no nos sorprenden. Lo llevábamos esperando desde hace mucho tiempo.
La filosofía va a salir de las cátedras. Los filósofos dejarán de ser funcionarios nombrados por el Estado, una dependencia que hace imposible y macilla, esta vez sí, el buen nombre de la disciplina. Ya era hora. Por fin quedará libre el pensamiento de las manipulaciones de estos inmundos e inmorales sinvergüenzas con corbata que, como una plaga, colonizan las instituciones democráticas privándolas de todo sentido y dignidad humanas.
Jaume Farrerons
La Marca Hispànica
11 de junio de 2009
AVISO LEGAL
http://nacional-revolucionario.blogspot.com.es/2013/11/aviso-legal-20-xi-2013.html
Dentro del rigor y alto nivel intelectual de este blog... me permito sugerir que quizás es inadecuada la aceptación de la interpretación "oficial" o "políticamente correcta" de la significación de la palabra/as:
ResponderEliminarracista y racismo...
A este respecto sugiero leer el siguiente comentario que copio de un blog titulado www.layijadeneurabia.com y que puede leerse en esta dirección (si no ha sido censurado):http://layijadeneurabia.com/2009/06/12/premio-principe-de-asturias-a-la-unam-%c2%bfpremio-al-racismo/. No obstante lo copio:
Es descorazonador ver que incluso muchos intelectuales que se cree filólogos no denuncian la manipulación y prostitución del lenguaje: Si admitimos que todo “ismo” hace referencia a la defensa o exaltación de algo… habrá que admitir que “nacionalISMO” es defensa de la nación; marxISMO es defensa de las ideas de C. Marx…. carlismo es la defensa de las ideas de los “carlistas”, etc.. Por consiguiente… “racismo” es la defensa de una raza determinada… Sin embargo, los “mass media” insisten desde 1945 en que “racismo” es odiar y menospreciar a otras razas… Esto es una malévola interpretación… pues
en cualquier ideología es básico la afirmación y defenda de unos valores… La mera posición negativa o “anti” está condenada al fracaso pues necesita de su adversario para existir.
Esa manipulación es tal que una palabra (”raza”, que como “sexo”, etc) era desde siempre una mera descripción biológica se ha convertido en tabu… pero sólo cuando se refiere a la raza blanca. Asi, pues, está aceptada si uno se refiere a la “raza calé”, a los pieles rojas, etc… Tanto es así la demonización de esta palabra que Allain de Benoist (idelogo de la Núeva Derecha) ha recurrido a la artimaña de calificar de “racistas” a quienes promueven el mestizaje, la multiculturización, el aborto masivo, etc… Es decir, según él, serían “antirracistas” quienes defienden la supervivencia de la raza blanca… En resumen: Ciertamente… en USA hay grupos meCHICANOS que hablan tranquilamnente de LA RAZA… Incluiso hay una web o un diario que se titula así… Parece que es políticamente correcto y legítimo que los judios, los árabes, etc. defiendan su derecho a existir… Por ello, sobre todo los musulmanes se multiplican asiduamente y no comerten el error de
practicar el control de nacimientos, el aborto…. etc… Demuestrean ser más inteligentes… pues finalmente, como se dice en la Biblia… crecen, se multiplican y finalmente señorearán la Tierra…
---
http://layijadeneurabia.com/2009/06/12/premio-principe-de-asturias-a-la-unam-%c2%bfpremio-al-racismo/
El sufijo -ismo no siempre significa lo que usted sostiene, piense por ejemplo en la palabra histerismo, antagonismo, alcoholismo, etcétera.
ResponderEliminarNo dudo de que la reducción del racismo a sus aspectos, por así decir, negativos, tiene mucho de maniobra política, pues no se aplica al nacionalismo, comunismo u otras corrientes ideológicas con las manos "manchadas de sangre". Pensemos en el caso vasco, con muestras de xenofobia y antisemtismo clarísimas por parte de Sabino Arana, su fundador, considerado un nacionalista presentanble y válido para el sistema.
El nacionalismo es bueno o malo según de qué nacionalismo y nacionalistas estemos hablando. Y eso lo decide el poder y de los medios de comunicación encargados de manipularnos a instancias de aquél.
El nacionalismo vasco (racista, xenófobo y antisemita) es bueno, subrayémoslo, pese a la evidencia radional más elemental (no sólo ideas "chauvinistas", sino prácticas de limpieza étnica con más de 1000 víctimas por asesinato terrorista); en cambio, el nacionalismo alemán (y así lo sostuvo un filósofo catalán llamado Terricabras) representaría en la actualuidad algo "inquietante", y ello pese a tratarse de un país, la República Federal Alemana, donde la persecución de ciertas opiniones (por ejemplo, no se puede comparar el holocausto con ningún otro genocidio ---y digo COMPARAR, no negar--- pues con ello te arriesgas a pasar una temporadita en la cárcel) adquiere tintes claramente antidemocráticos.
Por lo demás, el sentido negativo de la palabra racismo no se hace extensivo a países como Israel o a prácticas como la obsesión de mezclar las razas y buscar el "mestizaje" (¿por qué?), algo tan "racista" como la obsesión de mantenerlas separadas interfiriendo de manera compulsiva en la libre decisión de las personas de relacionarse con quien quieran.
No sé si he respondido a su pregunta, pero reconozco que en este artículo he empleado la palabra racismo reduciéndola a sus connotaciones negativas al uso, aunque estoy dispuesto a admitir que la defensa y autoafirmación de la raza por parte de ciertas etnias como los indios o los gitanos no es valorada por los operadores propagandísticos del sistema en los mismos términos que idéntica actitud cuando ésta proviene de personas o grupos de raza germánica, nórdica o simplemente "leucoderma".
Y en este punto tiene usted toda la razón.