martes, mayo 06, 2008

Heidegger: un filósofo "fascista" en la cumbre del pensamiento secular


Martin Heidegger, el demonio de la filosofía.

















¿Cómo? ¿Un filósofo fascista? ¿Pero no habíamos quedado en que el fascismo fue puro irracionalismo representado, en el mejor de los casos, por escritorzuelos de segunda fila como Julius Evola o René Guénon y, en el peor, por todo ese desecho intelectual de sectas iniciáticas que exhiben su sintomatología psiquiátrica bajo el rótulo de marca del pomposamente denominado "pensamiento tradicional"? Delirio manicomial que incluye, al parecer, cosas así -y sin pretender ser exhaustivo- como el esoterismo, la alquimia, la magia, la brujería, etcétera. Estado febril, el "fascismo", que culmina sus compromisos políticos con actuaciones tan responsables e inquietantes para el aparato de poder dominante como la búsqueda de una base de naves espaciales en la Antártida.
Ésta y no otra ha sido la interesada versión del trasfondo intelectual del "fascismo" que en su día fuera difundida por la obra El retorno de los brujos (1960) de Louis Pawels y Jacques Bergier, la cual, obvio es decirlo aunque tantos autodenominados "fascistas" no hayan caído en ello -y hayan, por el contrario, picado el anzuelo venenoso que se les tendía-, forma parte de la amplia campaña de intoxicación y manipulación histórica que caracteriza la imagen especular del "fascismo" en la conciencia occidental contemporánea.
¿Hace falta subrayar además que para el sistema demoliberal es mucho más cómodo identificar el "fascismo" -y con él todos los genocidios del siglo de las grandes utopías progresistas- con una recaída en la barbarie o un retroceso a la Edad Media, antes que mancillar el mito de la racionalidad moderna cristiano-secularizada, el agente histórico que efectivamente los perpetró? Entendemos que de esta gigantesca estrategia de autoexculpación ilustrada que es a la vez una miserable táctica de envenenamiento intelectual e incapacitación política de las jóvenes generaciones de críticos y jóvenes rebeldes nacional-revolucionarios, forma parte la identificación del "fascismo" con el detritus mental del irracionalismo.
Sin embargo, el filósofo más importante del siglo XX, Martin Heidegger, fue miembro del partido nacionalsocialista y se identificó con la corriente interna nacional-revolucionaria del NSDAP. Ahora bien, si la suya fue una genuina filosofía, como efectivamente las instituciones del sistema demoliberal tienen que reconocer, entonces guarda un núcleo de racionalidad irreductible. Y si, por otra parte, existe una relación filosófica interna, y no sólo personal, entre Heidegger y el "fascismo" -cualquiera que sea la cosa que entendamos por tal-, cabe concluir que el fenómeno fascista contempla en este filósofo, y sólo en él, el último castillo no expugnado por los vencedores de la Segunda Guerra Mundial.
¿Existiría, pues, una "razón fascista"?
Esta es la cuestión, la simple posibilidad de que un "fascista" piense -en el sentido fuerte del término- y de que un "pensar fascista" pueda ser siquiera concebido, pondría punto final de iure al mundo propagandístico de la posguerra, "estado de excepción" intelectual que llega hasta hoy.
Pero la paradoja no concluye aquí, sino que sólo comienza. Porque, en efecto, Heidegger no es únicamente un filósofo entre otros, sino una de las cimas, tal vez la más alta, del pensamiento secular. Es el último filósofo cuya filosofía sigue viva y alimenta, por ejemplo, a la entera izquierda francesa de principios del siglo XXI en la medida en que ésta pretende seguir ejerciendo la crítica. Y así como hemos visto que el imaginario simbólico dominante oculta los mayores crímenes contra la humanidad realizados en nombre de los valores progresistas tras la máscara de la ideología antifascista, también vemos que, en plena coherencia con este hecho, el último filósofo, la postrera fuente de la crítica racional, permanece inexorablemente vinculada al "fascismo".
El sistema demoliberal no tiene respuesta ante este auténtico escándalo y calla, aunque no deje de desarrollar estrategias que le permitan sortear el obstáculo de la misma manera que ha podido, mediante el ensordecimiento mediático y cultural, ocultar los mayores genocidios de la historia tras la narración cinematográfica del Holocausto. Hay gente que trabaja en este tema a jornada completa, unos pretendiendo recuperar a Heidegger, ya veremos cómo, otros intentando calumniarlo con maniobras que, sin embargo, la academia no se puede tormar en serio a tenor de su burdo carácter propagandístico; y todavía otros pocos más haciendo todo lo posible a sueldo de las cloacas del estado para que los posibles nacional-revolucionarios que puedan aparecer por azar, a contracorriente del lavado de cerebro mediático-mundial, sigan ignorando la existencia misma de Heidegger y se identifiquen con obscenidades como el "pensamiento tradicional", de manera que su cerebro quede arruinado de por vida. Son aspectos de una misma lucha a los que nos referiremos a medida que este blog vaya desplegando sus fuerzas.
Baste añadir por hoy que si la filosofía, en cuanto crítica y por ende en tanto que análisis del antifascismo como ideología del poder vigente, mantiene algún vínculo político, éste es el que se establece, a partir del Heidegger, con un campo que vamos a denominar nacional-revolucionario de izquierdas y que el filósofo más importante del siglo XX encarnó como poco hasta el año 1945. De este primer Heidegger, que es un pensador crítico de la razón en el sentido kantiano ilustrado de una crítica de la razón pura pero no un irracionalista al estilo bazofial ya referenciado, nos ocuparemos in extenso.
Y en fin, sirva este post para adelantar los motivos -que algunos nos han preguntado- por los cuales un blog de filosofía crítica ostenta en su dirección de búsqueda el término NR (i), nacional-revolucionario, por cuanto así empezó sus días el proyecto [aunque, como era de esperar, fuera saboteado inmediatamente por los franquiciados españoles de la descerebración subvencionada].
Jaume Farrerons
La Marca Hispànica
6 de mayo de 2008

7 comentarios:

  1. Anónimo8:08 a. m.

    Se ha abierto un foro NR alternativo, asambleario y con el baneo por motivos de opinión totalmente prohibido. Antes de banear a nadie hay que demostrar que ha vulnerado alguna norma aprobada por la asamblea de usuarios y luego votar. Todo foro NR que no funcione así es para mí un fraude.

    http://server4.foros.net/index2.php?mforum=Wahrheit

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  2. Anónimo11:59 a. m.

    Perdón, no se si el autor de este blog es administrador del Foro de Izquierda NR, en ese caso debo pedirle que mire si hay algún problema para que se registren nuevos usuarios, ya que yo lo he intentado repetidas veces y no me he podido registrar.

    Gracias de antemano en caso de que el autor sea administrador del foro.

    (No hace falta que publiquéis el mensaje).

    FALCATA HISPÁNICA

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  3. Anónimo1:24 a. m.

    Se ha colgado en el foro un mensaje en respuesta a tu pregunta. No hay ningún problema en dar de alta a nuevos usuarios, pero cuando reproduzcas el código antispam recuerda que también has de responder "yes" a la pregunta del cuestionario de inscripción.

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  4. Anónimo11:12 a. m.

    Gracias, ya estoy registrado, sólo falta el mensaje por e-mail.

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  5. No discutiré esto a profundidad así como lo panteas pues no está en mi alcance, pero sin desechar ni desentender el fondo de la postura aquí expresada, los hechos "fantásticos" e "irracionales" que surgen en la Alemania hitleriana no son simples cuentos, si bien se han usado muchas veces como propaganda burlona.

    Uniendo puntos (cosa que he realizado por algun tiempo) sincronicidades y reportes e incluso citas creo que esa parte incomprensible de una Alemania a la vez que técnica bastante mágica desde un H. Horbiger, Guido Von Liszt, F. V. Liebenfels, Eckart, castillo Wewelsburg, Blavatsky y todo ese impetu que desde el siglo XIX se traía, se puede tener un presentimiento si no acaso una certeza amplia que de facto había muhco más que lo visible en el 3er Reich.

    Mismos altos mandos del partido evocaban un ataque a la razón por ser una manía judía y se dijo que quien pretendiera entender al NS como un simple movimiento político no entendería nada.

    Organizaciones como la Ahnenerbe, por citar solo una dan fe de esto.

    La "exploración" a la Antartida de Byrd en el '47 da más de qué pensar, los avistamientos de OVNI casulamente contemporaneos a la posguerra y casualmente en USA potencia vencedora asi como reportes oficiales de la USAF dnn pie a mas suposiciones, en mi caso casi certezas. Y desde mi persepctiva no demerita nada simplemente lo hace más complejo de entender para muchos.

    Creo, y es mi pareecer que el cumulo de razón y "sin razón" ambas coexistiendo en un solo espacio al mismo tiempo es lo que hace y acrecenta ese enigma y fascinación or ese periodo.

    A la inversa cerraré diciendo que En Alemania en ese periodo bajo un orden habia un pensamiento y muy alto, en todas las áreas, que el siglo XX caminó en hombros de lo que ahí se creé en tan solo unos años, solo que era otro tipo de pensar.

    Si surgieran dudas o se desea ahondar en esto pueden encontrarme en temaldigo.blogspot.com

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  6. Anónimo11:59 a. m.

    Admito que en la historia del nazismo existe una cierta presencia de sectas y creencias irracionales, pero la intentona de El retorno de los brujos de reducir las ideas nacionalsocialistas a puro esoterismo me parece abusivo. Por lo demás, Hitler era un cientificista y el régimen mostró su talante modernizador y racionalizador en multitus de aspectos. Si tras esa máscara se escondía alguna intencíón de recuperar la magia, yo no la detecto, en cualquier caso las prácticas mágicas son derrotadas por la tecnología y la superioridad alemana en la campo militar tenía un origen claramente racional.

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  7. Anónimo12:00 p. m.

    Le animo a debatir estos temas en nuestro foro:

    http://adecafcom.puntoforo.com/

    Saludos.

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