lunes, agosto 13, 2018

EL JUDAÍSMO, LA RELIGIÓN DEL HOLOCAUSTO (por Kamel Gómez El Cheij)



Editorial Canaán se trajo este año a Gilad Atzmon. Su visita a nuestro país, Argentina, tuvo como finalidad presentar una nueva edición del libro «La identidad Errante». Leyendo el mismo, me encuentro con interesantísimos aportes, que ahora paso a compartir en estas breves líneas. Por supuesto, no intento abordar todo el contenido, aunque sí me […]
Editorial Canaán se trajo este año a Gilad Atzmon. Su visita a nuestro país, Argentina, tuvo como finalidad presentar una nueva edición del libro «La identidad Errante». Leyendo el mismo, me encuentro con interesantísimos aportes, que ahora paso a compartir en estas breves líneas. Por supuesto, no intento abordar todo el contenido, aunque sí me parece que este artículo puede ser una invitación para todos aquellos que no han leído el pensamiento de Gilad, silenciado por los grandes medios de comunicación en su breve paso por nuestro país. Entre paréntesis dejo la página donde se encuentra la cita. Lo que está en negrita es mío.
El autor se reconoce como alguien que ha padecido el «adoctrinamiento judeocéntrico» (p. 12), y hoy se define a sí mismo como un «palestino que habla hebreo» (p. 92). Analiza con objetividad y polémica la identidad judía, al sionismo, al israelí, al judío de la diáspora, etc. Desde la Biblia hasta la psicología, pasando por Marx en La cuestión judía hasta por Shlomo Sand con La invención del pueblo judío, el autor analiza y critica severamente todo lo relacionado a Israel, al Sionismo y al judío.
Pero vayamos por partes.
Gilad cita a Chaim Weizmann:
«No hay judíos ingleses, franceses, alemanes o estadounidenses, sino solo judíos que viven en Inglaterra, Francia, Alemania o Estados Unidos». (p. 23)
El judío, siempre siguiendo al autor del libro, no podrá formar parte de ninguna nacionalidad, no podrá ser asimilado, será, donde se encuentre, supra-nacional, sólo responderá a los intereses de Israel, su única nación.
La diáspora judía trabajará constantemente, con todos sus recursos, para la Entidad Sionista. Desde los medios de comunicación, o haciendo lobby político, o utilizando sus recursos económicos, hasta colaborando activamente con el Mossad. «Además, considerando la racista y expansionista naturaleza judeocéntrica del Estado judío, la judía o el judío de la diáspora se encuentra a sí mismo asociado intrínsecamente a una ideología fanática y etnocéntrica, y a una interminable lista de crímenes contra la humanidad.» (p. 64)
Agrega Atzmon:
«No hay más que leer al prominente primer profeta sionista Theodor Herzl para saber que eso es de lo que se trata el sionismo político: conseguir que las superpotencias sirvan a la causa sionista«. (p. 41)
Si revisamos el rol de EE.UU. y Gran Bretaña, o hasta la reciente inclusión por parte de la Unión Europea a la rama militar del Hezbollah libanés como una «organización terrorista», podemos ver el éxito de la empresa sionista.
No obstante, queremos dejar en claro que si bien es conocido el lobby israelí y su influencia en la política exterior de varios países, principalmente de EE.UU., eso no implica que necesariamente la política de las superpotencias este totalmente anclada a las necesidades de Israel. Las potencias no ceden a todas las presiones sionistas, y la ansiada guerra contra Irán es un ejemplo concreto. Pero que el lobby judío condiciona, sí, sin duda. Y es penoso ver como muchos sectores políticos y analistas internacionales obvian ese dato.
Concretamente, en la Argentina, con la votación del memorándum de entendimiento con Irán, muchos argentinos vimos con tristeza como políticos, ya sean oficialistas u opositores, lanzaban críticas (sin ningún tipo de fundamentos) a la República Islámica, propias del libreto israelí. Nuestro congreso, en la sesión parlamentaria, parecía una embajada judía.
Volviendo a «La Identidad Errante», también Atzmon nos deja una nueva definición del «Antisemitismo»:
«Mientras que en el pasado un «antisemita» era alguien que odia a los judíos, hoy en día es justo decir lo contrario, un antisemita es alguien a quien los judíos odian». (p. 71)
Innegable persecución se da, en nombre del «antisemitismo», a los que acostumbramos a denunciar las masacres de la Entidad Sionista, quienes no tenemos ningún problema con los hombres que practican el judaísmo, o la religión que quieran. Y sí, desgraciadamente para los palestinos, ya se ha vuelto una costumbre denunciar y que la «comunidad internacional» (léase potencias) mire para otro lado.
El «antisemitismo» es tan sólo el nombre de la censura cuando queremos denunciar las atrocidades cometidas por Israel. Aquí no hay «libertad de prensa», sino al revés, es la prensa quien se toma la libertad de censurar, de ocultar, de silenciar, o en el «mejor» de los casos, igualar la barbarie sionista con la resistencia árabe y/o palestina.
También, el autor deja en claro las diferencias entre el Sionismo y la religión judía, incorporando el concepto de «Judeidad»:
«Mientras que el judaísmo es un núcleo religioso que no cambia, la judeidad es una categoría dinámica en un flujo continuo. Este es el caso del sionismo. El sionismo es una continuación dinámica de la judeidad: es racista, exclusivo, supremacista, y egocéntrico, pero no es judaico. Tiene muy poco que ver con el judaísmo. Puede ser mesiánico en un sentido territorial, pero carece de la divinidad judaica. De hecho, en este sentido el sionismo se opone al judaísmo«. (p. 94, nota 7).
Define al sionismo como «un movimiento global que está alimentado por una solidaridad tribal única» (p. 26), que nace como «una reacción a la emancipación de los judíos europeos» (p. 53) y agrega:
«Sugiero que tiene mucho más sentido considerar el sionismo un proyecto de preservación tribal judío. En otras palabras, se puede interpretar el sionismo como un movimiento global judío que tiene como objetivo impedir la asimilación… Por consiguiente, se debería considerar el sionismo una amalgama de diferentes filosofías especializadas en diferentes formas de separatismo, desvinculación y segregación tribales.» (pp. 88 y 89).
Para dejar en claro aún más las diferencias, señala que «El sionismo estaba ahí para transformar la Biblia de un texto espiritual en un «registro de tierras»». (p. 170)
Aclarando el concepto de «judeidad», insiste que para los sionistas es una «operación de una red internacional» (p. 29) que utiliza una interpretación mesiánica nacionalista judía. (p. 23)
Severas críticas a interpretaciones del judaísmo se encuentran en su libro. Gilad nos recuerda la definición de Karl Marx en La cuestión judía, que siempre viene bien mencionar para cierta izquierda con amnesia:
«¿Cuál es el fundamento laico del judaísmo? La necesidad práctica, el interés personal. ¿Cuál es la religión mundana del judío? La usura. ¿Cuál es su Dios mundano? El dinero.»(p. 144, nota 5)
Brinda una definición del Estado de Israel, luego de recorrer la psiquis y la historia judía, que merece ser tenida en cuenta:
«Israel es el Estado judío y, a pesar de la promesa sionista de construir una nación civilizada, funciona como un gueto judío» (p. 105); entonces «el sionismo se puede considerar una relectura de la narrativa del gueto en términos positivos y glamurosos.» (p. 98)
Basta mencionar la construcción del aberrante Muro de Apartheid dentro de Palestina, como un símbolo del gueto. El judío, que no se permite la asimilación allí donde se encuentre, y que es, de la mano del sionismo, envenado con una ideología racista, etnocéntrica, se encuentra «cercado» por elección propia.
Inspirado en conformar el pueblo elegido, según las enseñanzas de fundamentalistas religiosos judíos; o adoctrinado por los laicos en una supuesta supremacía racial; o todo junto a la vez, el judío practica la segregación naturalmente. Y mata sin culpa, asesina sin conciencia, todo vale, sea por la Biblia o por el «deber patriótico».
O también, la excusa del miedo que sirve para justificar cualquier acción criminal, ese miedo de los que «prefieren someterse a la fantasía del judeicidio nuclear» (p. 164), de sufrir un nuevo holocausto (o en la Argentina, un nuevo atentado)…lo que nos lleva al título de este artículo.
La Religión del Holocausto (pp. 184 a 194)
«Seguiremos matando en nombre del sufrimiento judío». (p. 217)
Cuando hablamos de Holocausto, siempre se piensa en el judío. Parece que es el único que existió. Sabemos que la explotación del sufrimiento judío tiene su industria, parafraseando el título del libro de Norman Finkelstein. También en la Argentina existe «la industria de la Amia».
Hay afirmaciones durísimas en el libro. Por ejemplo:
«El Holocausto fue una «victoria sionista»… Si no hubiera sinagogas quemadas, el Mossad llegaría incluso a quemar algunas él mismo«. (p. 58)
Incluso, para dejar en claro lo que puede hacer el sionismo, cita este dato:
«[En la década del ’50] En un intento de describir a los iraquíes como anti estadounidenses y de aterrorizar a los judíos, los sionistas colocaron bombas en la biblioteca del Servicio de Información estadounidense y en sinagogas. Enseguida empezaron a aparecer panfletos urgiendo a los judíos huir a Israel» «. (p. 58, nota 12)
Se sabe también, gracias al trabajo del historiador judío Brenne, entre otros, que existió colaboración reciproca entre los dirigentes sionistas y los nazis.
En fin, siguiendo a Leibowitz y a Adi Ophir, Gilad Atzmon considera que el Holocausto se ha convertido en la nueva religión judía.
Justifica esta nueva religión con la utilización del miedo:
«El miedo es lo que mantiene la identidad colectiva judía. Como en el caso de la religión del Holocausto, la judeidad establece el miedo al judeicidio en el centro de la psique judía, pero también ofrece medidas espirituales, ideológicas y pragmáticas con las que afrontar este miedo.» (p.194)
La nueva religión tiene estas características.
El Holocausto y sus elementos religiosos esenciales:
-Tiene sacerdotes (¿Quién no escuchó hablar de Simón Wiesenthal?)
-Tiene profetas que amenazan del futuro judeicidio iraní (Shimon Peres, Netanyahu, etc.).
-Tiene mandamientos y normas (por ejemplo, «nunca más», claro, para ellos, porque se puede repetir con los palestinos y los árabes)
-Tiene rituales (días de la memoria en todo el mundo, peregrinación a Auschwitz, lectura del diario de Ana Frank, etc.)
-Tiene un orden simbólico (kapos, cámaras de gas, chimeneas, polvo, zapatos, etc.)
-Tiene un templo central (Yad Vashem) y santuarios (los famosos museos) en todo el mundo (en Buenos Aires tenemos uno).
-Tiene inquisición, para aquellos que discutan el dogma, con Jomeini, Arafat, Nasrallah y Chavéz como alguno de sus «Anticristos».
Gilad advierte:
«…Considera al goy un potencial asesino irracional. Esta nueva religión judía predica la venganza. Muy bien podría ser la religión más siniestra que conozca el ser humano ya que en nombre del sufrimiento de los judíos concede licencias para matar, arrasar, arrojar bombas nucleares, aniquilar, saquear, hacer limpieza étnica. Ha convertido la venganza en un valor occidental aceptable» (p. 185)
La discusión sobre el Holocausto, entonces, debe empezar por la utilización política que hacen los sionistas del mismo. No puede ser utilizado para esconder las atrocidades que cometen a diario al pueblo palestino.
Aquí, la principal responsabilidad se encuentra con los judíos. Son ellos los que no pueden permitir que en nombre de su sufrimiento se mate al mejor estilo nazi.
Para terminar, reiteramos esta frase con la que empieza el libro de Gilad, escrita por Israel Shahak:
«Los nazis me hicieron tener miedo de ser judío, y los israelíes me hacen tener vergüenza de ser judío».

domingo, mayo 13, 2018

CORBYN Y LA CUESTIÓN JUDÍA (por Gilad Atzmon)

No hace falta ser un genio para detectar el volátil estado actual de las instituciones judías británicas. Para el observador de afuera, algunas de las acciones de los llamados «líderes» judíos británicos pueden parecer una forma de locura colectiva. Sin embargo, los británicos no parecen estar impresionados en absoluto. Están perplejos por la histeria colectiva autoimpulsada. Naturalmente, muchos británicos no están de acuerdo con algunas cuestiones de Corbyn; algunos pueden no estar de acuerdo con su política pacifista, otros lo ven como un inocente izquierdista delirante, algunos están molestos por su asociación con personajes controvertidos, pero nadie, excepto algunos israelíes, ve a Corbyn como un enloquecido «antisemita», y mucho menos como un tipo de Hitler que pone la vida judía bajo una «amenaza existencial». Aunque no está claro si Corbyn puede unir a los británicos contra su horrible Gobierno, es cada vez más probable que el lobby sionista tenga la capacidad de unir a los británicos detrás de Corbyn. Un comentario en Twitter el otro día señaló que «no apoyar a Corbyn en este momento es un acto de traición».
Esta semana, el ex jefe de rabinos Jonathan Sacks se volvió completamente desquiciado comparando a Corbyn con el discurso de «ríos de sangre» de Enoch Powell. En una entrevista, Rabbi Sacks sostuvo que Corbyn «socava la existencia de un grupo entero de ciudadanos británicos al representarlos como esencialmente extraterrestres». ¿Qué dijo Corbyn que provocó una reacción tan extrema del famoso rabino? Aparentemente, en 2013, Corbyn criticó a los sionistas británicos al sugerir que tenían dos problemas, «uno es que no quieren estudiar historia y en segundo lugar, habiendo vivido en este país durante mucho tiempo, probablemente durante toda su vida, no entienden la ironía inglesa».
Esto plantea algunas preguntas obvias: 1. ¿Qué hay en la declaración de Corbyn que desencadenó el estallido del rabino Sacks? y 2. ¿Cómo es posible que cuando Corbyn habla de sionistas, el rabino Sacks oiga «judíos»?
Una posibilidad es que en la mente de Rabbi Sacks los judíos y los sionistas sean uno y lo mismo. Después de todo, el rabino Sacks cree que «el antisionismo es el nuevo antisemitismo». El rabino asocia libremente a «sionistas», «semitas» y «judíos». Alguien debería recordarle al rabino que la sugerencia de que «judíos» y sionistas son de alguna manera lo mismo, lo que podría caer en la definición del IHRA Working Definition of Antisemitsm. Según la definición, las manifestaciones de antisemitismo «podrían incluir el objetivo del Estado de Israel, concebido como una colectividad judía». En su interpretación de las palabras de Corbyn, el rabino Sacks parece expandir el término «sionistas» al significado de «colectividad judía». Me temo que nuestro ex jefe de rabinos puede haber caído en la trampa del IHRA, algo que podría esperarse de un erudito judío talmúdico pero no de un graduado de Oxford.
La verdad del asunto es que Corbyn ha logrado tocar el nervio colectivo judío más sensible. En la oferta igualitaria universalista de Corbyn no hay lugar para el excepcionalismo tribal. En el universo de Corbyn, los judíos son solo personas comunes y no el pueblo elegido de Dios. La frase de Corbyn «para muchos, no para pocos» no se ajusta al concepto de elegido, judío o identidad. Pero podemos ver que esta interpretación universalista de los «muchos» es interpretada por el liderazgo judío británico como un casus belli, un llamado a la guerra.
La referencia de Corbyn a la «falta de ironía británica» de los sionistas tocó el nervio judío más crudo. Se topó con el «complejo de asimilación» judío.
Desde la emancipación de los judíos europeos, una transición política del siglo XIX, los judíos han estado luchando por definir su identidad y su papel en la sociedad en general. La emancipación invitaba a la asimilación, ofrecía a los judíos la capacidad de convertirse en una parte indistinguible de los «muchos», pero este cambio transformador habría implicado una pérdida de la identidad judía. Este dilema se conoce como la «cuestión judía». El sionismo fue inicialmente un intento de resolver la cuestión judía y el dilema de la asimilación. Ofrecía a los judíos la capacidad de ser «personas como todas las demás» pero en un lugar diferente. El sionismo prometió llevarse a los judíos mientras les permitía que se asimilaran, aunque como una nación distinta entre las naciones. El sionismo dio a los judíos una manera de resolver la tensión entre la asimilación y la preservación. A los judíos se les salvó del peligro de integrarse en sus naciones anfitrionas y les permitió conservar muchos, si no la mayoría, de sus rasgos culturales, como lo demuestra Israel a diario.
El temor de los judíos a la asimilación no es un secreto. Golda Meir, que ejerció como Primera Ministra de Israel en la época de la Guerra de Octubre (1973), creía que los judíos que se asimilaban eran esencialmente socios de los nazis, ya que a través de la asimilación estaban exterminando la continuidad del pueblo judío. Para Meir, los matrimonios mixtos, y no los árabes, eran el mayor peligro para el pueblo judío. Con la visión antiasimilacionista de Meir en mente, está claro por qué la visión socialista tradicional de Corbyn de «los muchos» representa un peligro existencial para aquellos que insisten en ser «pocos». La bienintencionada invitación de Corbyn a los judíos y a todos los demás para integrarse plenamente en la sociedad británica es interpretada por los judíos sionistas como una amenaza de exterminio (para usar la cargada terminología de Golda Meir).
Sin embargo, la reacción del rabino Sacks, nos lleva a un nuevo nivel en nuestra comprensión de la mentalidad sionista. El rabino en realidad acusó a Corbyn de implicar que «los judíos no son completamente británicos». Pero eso no fue lo que dijo o insinuó Corbyn, sugirió que los «sionistas» no son exactamente británicos, una declaración que no plantea ningún problema para la mayoría de los sionistas ya que abierta y voluntariamente juran lealtad a otro Estado, uno que es nacionalista, racista y expansionista y comparte pocos valores, si es que tiene alguno, con Gran Bretaña u Occidente.
Para comprender el estallido reciente del Rabino Sacks, quizás tengamos que apelar una vez más a la astuta observación del famoso psicoanalista francés Jacques Lacan: «el inconsciente es el discurso del Otro». El inconsciente, según Lacan, es el temor de que el Otro, en este caso, el gentil, el humanista o podemos decir que Corbyn y los británicos te ven de verdad. Es el pensamiento atormentador que el goy puede ser capaz de detectar la mentira. Es la ansiedad insoportable de que los británicos sepan que los sionistas británicos no son exactamente británicos, que están profundamente consagrados a otro Estado y sus intereses extranjeros, que nunca se asimilaron y que no planean asimilarse en el futuro cercano. El inconsciente lacaniano es el temor de que un goy pueda levantarse un día y decidir llamar pala a la espada o, aún más inquietante, que un famoso exrabino jefe se refiera como un «extremista de extrema derecha» a un activista sindical, Eddie Dempsey, como se sugiere en el video a continuación.

domingo, marzo 04, 2018

JAUME FARRERONS: “PUIGDEMONT PROMUEVE UNA SECTA JUDÍA RACISTA QUE CALIFICA A LOS NO-JUDÍOS DE SERES SATÁNICOS"


Jaume Farrerons



La doctrina mesiánica de Jabad Lubavitch sostiene que los no-judíos somos seres satánicos de una especie distinta a los judíos. El sentido de la existencia de los no-judíos consiste en servir al pueblo escogido.
El diario on line “El Confidencial” publicó varios artículos sobre las relaciones entre Carles Puigdemont, ex presidente de la Generalitat de Catalunya que pretende romper la unidad de España, y un polémico magnate judío. Dichas noticias se hicieron públicos también los contactos de Puigdemont con el rabino D. L., de Jabad Lubavitch, con quien el dirigente separatista se reunía secretamente en un reservado del restaurante kosher “Draps” de Girona. “El Confidencial” en ningún momento denuncia la ideología de la secta Jabad (o Chabad), sino que califica al rabino como un representante del “judaísmo liberal”. No obstante, las ideas racistas y supremacistas de Jabad son de dominio público. Además, la información ha sido perfectamente contrastada, por cuanto sus fuentes son autores del prestigio de Israel Shahak, un profesor universitario israelí. Por otro lado, B. V., un periodista del semanario “El Temps”, cuya pretensión era publicar un artículo sobre los oscuros vínculos entre Puigdemont y el judaísmo, afirma haber sido amenazado violentamente por la secta judía. De la historia se hace eco su colega de “El País” Oriol Güell i Puig en un interesante tweet. De Albert Rivera y SCC nunca más se supo, porque el propio Rivera, a pesar de su anti-nacionalismo, ha propuesto el ultranacionalista Estado de Israel como “modelo” de su futura España ¿o sería mejor decir Sefarad? neoliberal y hiper-capitalista:

http://www.palestinalibre.org/articulo.php?a=59199

Por supuesto, que Rivera se postule como el Macron español y que éste sea reconocido y admirado en Francia en calidad de candidato de los Rothschild no tiene nada que ver con el asunto.

Evidentemente, todo lo dicho constituye materia suficiente para un enorme escándalo, pero los medios de comunicación han silenciado el tema. El motivo de esta sordina quizá tenga que ver con un dato que en su día publicara el sociólogo noruego Johan Galtung, a saber, que la mayoría de los medios de comunicación occidentales están en manos de judíos:
https://actualidad.rt.com/sociedad/view/42488-Galtung-Los-jud%C3%ADos-controlan-medios-internacionales

Si alguien quiere informarse sobre quién es Galtung, aquí tienen su ficha en Wikipedia:
https://es.wikipedia.org/wiki/Johan_Galtung

No se trata, por tanto, de un peligroso “neonazi” o de un iluminado que publica en un blog sus teorías de la conspiración, sino un perfil científico y “de izquierda” democrática de fama mundial. El silencio de “El Confidencial” sobre el tema Jabad, así como la censura y amenazas de que ha sido objeto el periodista de “El Temps”, encajan bien, por otro lado, con la información de Galtung.
A continuación, resumiremos, en tres pasos, el material disponible que acredita el titular del presente artículo: 1/ vinculaciones de Puigdemont con Jabad; 2/ ideología racista y supremacista de Jabad; 3/ denuncia de las amenazas al periodista que intentó ventilar el tema.


 VINCULACIONES DE JABAD CON PUIGDEMONT

Con fecha de 22 de febrero de 2018 publica “El Confidencial” una noticia donde leemos lo siguiente: “Un encuentro oculto confirma la relación de Puigdemont con el magnate ruso Aminov. El magnate se encontró con el entonces alcalde de Girona en un restaurante de la localidad. La Generalitat siempre negó que hubiera habido contactos” (sic). Véase artículo completo en el enlace:


En el texto se hacen afirmaciones que conducen al objeto colateral de nuestro interés: “El encuentro ha sido reconocido por el Ayuntamiento de Girona, al revisar la agenda del entonces alcalde. En el mismo también estuvo presente el rabino D. L., un representante de la rama liberal del judaísmo de gran prestigio en la comunidad. De hecho, el Ayuntamiento explica que el encuentro estaba planeado con inicialmente con L., pero que Aminov se sumó con posterioridad”. No sabemos qué entiende “El Confidencial” por “judaísmo liberal”, pero si el liberalismo es compatible con el esclavismo, el colonialismo, la bomba atómica de Hiroshima, la Nakba y el genocidio del pueblo alemán, entre otras lindezas, entonces acepto Chabad como liberalismo a pesar de que las resonancias semánticas del término parecen muy otras cuando se las separa artificialmente de su dark side, a saber, el capitalismo. Sólo en este caso, la chocante caracterización de Jabad Lubavitch no entraría en la categoría de las manipulaciones previsibles que se desprenden de la información publicada por el sociólogo Johan Galtung. A nosotros, en todo caso, no nos interesa de momento el magnate Aminov, de quien el artículo sostiene que ha estado relacionado con diversos escándalos, sino precisamente el rabino D. L. El artículo, en efecto, sigue así: “Tras encontrarse con Puigdemont el 11 de junio de 2016, Aminov seguía en Girona 10 días después y participó en un acto de inauguración del Centro de Estudios Judíos, que en buena parte ha financiado el propio Aminov pero cuyo impulso principal corrió a cuenta de la Jabad Lubavitch Fundación Privada, de la que forma parte el rabino L.” Aquí tenemos pues la evidencia de la relación entre Puigdemont i Jabad Lubavitch a través del rabino L. D. L. promueve el proyecto de construir una sinagoga en Girona, pero lo que ignoran los gerundenses es la ideología que se esconde detrás y que Puigdemont no puede ignorar a tenor de sus estrechas relaciones con el citado rabino. Además, Puigdemont asistió a la reunión de rabinos schluchim o schlujim, que son rabinos de la secta Jabad, no rabinos que representen las presuntas diferentes y heterogéneas tendencias ideológicas dentro del judaísmo con que se podría aminorar la chufla. Ambas afirmaciones pueden documentarse también con mucha facilidad. Véase el mencionado congreso rabulístico:
http://www.chabad.org/news/article_cdo/aid/3698868/jewish/Lone-Rabbis-From-23-Countries-Meet-in-Girona-Spain.htm

https://www.eltemps.cat/galeria/rabins-puigdemont-judaisme-jueus-catalunya-girona

http://www.shturem.org/index.php?section=news&id=95606

Sobre el significado del término “schluchim” o “schlujim”, véase en la Wikipedia la ficha harto engañosa, pero también muy clara al respecto, relativa a Jabad:
https://es.wikipedia.org/wiki/Jabad-Lubavitch

IDEOLOGÍA RACISTA Y SUPREMACISTA DE JABAD LUBAVITCH
El siguiente paso, y el más espinoso porque “El Confidencial” parece haber manipulado la información con su referencia al supuesto “liberalismo” de un rabino schluchim (¿puede ser calificado de liberal el rabino de una secta racista?), afirmación que implica el pleno conocimiento que el medio tiene sobre la ideología de Chabad y, por tanto, el hecho de que los periodistas eran completamente conscientes del fraude. Sin embargo, las fuentes son incontestables y de conocimiento público. Un simple artículo de “Rebelión” explica quién es el mesías oficial de la secta:


El texto de “Rebelión” cita como fuente el libro de los judíos israelíes Israel Shahak y Norton Mezvinsky. Shahak fue profesor universitario, muy conocido por su obra “Historia judía, religión judía”. Su seriedad intelectual y moral fue reconocido por Noam Chomsky, el filósofo, también judío, más importante de Estados Unidos. Israel Shahak es, pues, literalmente una eminencia. ¿Quién cuestionaría el rigor y la validez de lo que afirma en su obra “Jewish Fundamentalism in Israel” (1999)?. Así las cosas, tenemos la suerte de poder acceder a una traducción on line de su libro, así que vamos a hacer citación literal del fragmento donde habla de Jabad Lubavitch i, acto seguido, enlazaremos la obra entera. El fragmento es el siguiente:

La diferencia entre un judío y una persona no judía proviene de la expresión conocida: "Vamos a diferenciar "Por lo tanto, no tenemos un caso de un cambio profundo en el que una persona no está simplemente en un nivel superior. Más bien, tenemos un caso de "vamos a diferenciar" entre especies totalmente diferentes". "Esto es lo que hay que decir sobre el cuerpo: el cuerpo de una persona judía es de una calidad totalmente diferente del cuerpo de los [miembros] de todas las naciones del mundo... La diferencia en la calidad interna entre los judíos y no judíos es "tan grande que los cuerpos deben ser considerados como especies completamente diferentes". "Existe una diferencia aún mayor en lo que se refiere al alma. Existen dos tipos de alma opuestos, un alma no judía proviene de tres esferas satánicas, mientras que el alma judía proviene de la santidad”. "Como se ha explicado, el embrión es llamado un ser humano, ya que tiene el cuerpo y el alma. Por lo tanto, la diferencia entre un embrión judío y un embrión no judío puede ser entendida ". "... La diferencia general entre los judíos y los no judíos: Un judío no fue creado como un medio para algún [otro] fin; él mismo es el objetivo, ya que todas las emanaciones de la sustancia [divina] fue creada sólo para servir a los judíos". "Las cosas importantes son los judíos, ya que no existen para ningún [otro] propósito; ellos mismos son el objetivo [divino]". "Toda la creación entera [de los no-judíos] existe sólo para el bien de los judíos".

Y hete aquí el documento on line:
http://www.rebelion.org/docs/210233.pdf

Encontrarán el citado fragmento del artículo de “Rebelión” en las páginas 145-147 de la versión on line enlazada. De hecho, la versión reproducida no es exacta, pero sólo porque la versión original es mucho peor y, por decirlo de forma suave, literalmente horrorosa. Tanto asco produce que no la vamos a reproducir aquí. Le sugerimos al lector que haga el intento de leerla sin sentir ganas de vomitar. Sin embargo, siempre podrían decirnos que la versión on line constituye un engaño antisemita y no se corresponde con el texto original de la obra. Una afirmación poco sostenible debido al prestigio de la página de “Rebelión”, conocida por sus posiciones de izquierda y donde publican artículos prestigiosos intelectuales progresistas de todo el mundo. En cualquier caso, y para difuminar las dudas, hemos confrontado el texto con el original de la versión castellana. El libro ha sido publicado, bajo el título de “El fundamentalismo judío en Israel”, en Editorial Canaán, Buenos Aires, el año 2015, ISBN 978-987-1643-23-3. El traductor es Luís César Bou. El mismo texto que en la versión on line se encuentra en las páginas 142-144 del volumen que hemos consultado nosotros. Todavía pueden argumentar los incrédulos que la traducción castellana es un fraude. Así que hemos adquirido el original en inglés, que fue publicado en Londres, Pluto Pless, 1999, ISBN 0 7453 1281 0 hbk. En las páginas 59-61 encontramos los mismos textos del “mesías” de Jabad citados antes, pero en la lengua original de su redacción. El autor cita, en efecto, la fuente de las citas de Scheerson, a saber, la obra Gatherings and Conversations, publicada en Holy Land en 1965.


DENUNCIA DE LAS AMENAZAS AL PERIODISTA QUE INTENTÓ VENTILAR EL TEMA
El periodista que “levantó la alfombra” de todo el asunto es B. V., un judío catalán independentista que ha sido director de la revista “El temps”. No se puede pretender, por tanto, que todo este asunto es una invención mía. Quien explica la historia es también periodista, de “El País”, Oriol Güell i Puig. El conflicto comienza ya, al parecer, durante la sucesión de Artur Mas por Puigdemont. La cuestión era, dentro de CDC/PDeCAT, si se pertenecía o no al Clan del Pinyol, el núcleo de la organización criminal pujolista que ha gobernado Cataluña los últimos treinta años. Enlazamos el relato de Güell:


Este periodista cita un fragmento del blog de B. V. que es para mojar pan:

Finalment, la galeria de fotos que ens va fer en Jordi Borràs era sobre el primer congrés rabínic que se celebrava a l’Estat espanyol -l’organitzaven els jueus hassídics Lubavitch a Girona. Això només havia de ser una petita part de l’avortat article que havia d’acompanyar la galeria de fotos, sobre els lligams jueus i la política jueva de Puigdemont. Aquella setmana, Puigdemont va tenir dos actes jueus de rellevància. L’article no es va poder publicar de la quantitat de merda que va sortir del tema i que em va valer un menacing chuckle de Puigdemont perquè involuntàriament li airejava un drap brut gironí. També em va valer una amenaça molt més directa i violenta per part del president de la Fundació Chabad Lubavitch. El problema el tenen ells per les companyies que freqüenten, no pas jo per fer bé la meva feina i descobrir-ho.

B. V. Denuncia amenazas violentas de Jabad. Afirma que el artículo a la sazón en proceso de elaboración a la postre no fue publicado por la “cantidad de mierda (sic) que salió sobre el tema. Era un artículo sobre “la política judía de Puigdemont”, una afirmación que no sabemos si califica la política de Puigdemont respecto a los judíos o la política de Puigdemont en su conjunto. Normalmente, que haya “mierda” debería ser un motivo adicional para publicar informaciones de interés sobre un dirigente político de la relevancia de Puigdemont, un personaje embarcado en la aventura de destruir el secular Estado español, pero en el caso del racismo judío con el president implicado parece ser que ha funcionado la sempiterna censura oligárquica acreditada por el sociólogo Johan Galtung. Tampoco ha ayudado aquí el compromiso no-nacionalista de Rivera y de SCC, que parece detenerse, aterrado o colaborador, ante el ultranacionalismo judío, sionista e israelí. Unos y otros, unionistas y secesionistas, parecen actuar, en todo caso, como fieles lacayos de un amo remoto, los Rothschild, cuyos tentáculos intúyense por doquier. Tanto los nacionalistas catalanes cuanto los nacionalistas españoles deberían tomar nota de lo sucedido y cuestionarse a qué líderes están rindiendo su confianza. 
Jaume Farrerons
Izquierda Nacional de los Trabajadores (INTRA)
Presidente
Figueres, 4 de marzo de 2018

Fuente:http://intra-e.com/lamarca/index.php/2018/03/04/jaume-farrerons-albert-rivera-oculto-los-vinculos-entre-puigdemont-y-la-secta-ultraderechista-judia-chabad/

martes, febrero 13, 2018

EL LABORISMO BRITÁNICO TIENE UN PROBLEMA JUDÍO. ESTÁ DOMINADO POR OLIGARCAS SIONISTAS (por Gilad Atzmon)




Jeremy Corbyn, el hombre que hace solo unos meses era una «esperanza de cambio», es un pelele. Por meses el hombre se ha rendido incondicionalmente al lobby judío, ha traicionado sistemáticamente cada uno de sus principios básicos declarados. Como era de esperar el legendario «ícono izquierdista» incluso ha traicionado a sus amigos.
Los izquierdistas tienden a llamarse entre ellos camaradas. Apelan a la palabra camaradería en cada declaración política. Al parecer no son capaces de captar lo que tiene que ver con la camaradería. La «camaradería» de Corbyn quedó de manifiesto cuando no pudo sostener al heroico Ken Livingstone, quien dijo la verdad bien establecida e innegable sobre el apoyo de Hitler al sionismo y el Acuerdo HavaráCorbyn simplemente se escapó con el rabo entre las piernas.
Desde hace algún tiempo he pensado en la izquierda como un concepto masturbatorio disfuncional. Pero Corbyn era conmovedor, parecía apoyar a los oprimidos. Durante décadas fue el patrocinador de la disfuncional Campaña de Solidaridad con Palestina (PSC). Corbyn se comprometió a cuidar lo que queda de los trabajadores británicos. Dijo todas las cosas más emocionantes, pero ha evidenciado todo lo contrario.
Contra toda lógica he estado encantado con los últimos desarrollos del Partido Laborista.
Si alguien había fallado hasta ahora en tomar en cuenta el impacto corrosivo del poder judío y la presión política judía, ahora está todo a la intemperie.
Gracias al lobby judío y a los donantes judíos el Partido Laborista no es un espacio libre. Es intolerante, opresivo, un territorio ocupado. Cuida de un solo pueblo y esta gente no es la clase obrera. Ellos son, en la práctica, un puñado de oligarcas judíos, de lejos la gente más privilegiada de este planeta.
Próximamente vamos a ver que el laborismo de Corbyn eliminará a Karl Marx de la herencia laborista por escribir sobre la cuestión judía. En 1843 Marx dio cuenta de que la «emancipación de la carga del comercio y del dinero y en consecuencia de su práctica, fácticamente judía, sería la autoemancipación de nuestro tiempo». Marx pensaba que con el fin de emancipar al mundo del capitalismo el mundo tenía que emanciparse del «judaísmo». Y con el fin de emancipar el laborismo de los guardianes de Judea debía liberarse de los oligarcas sionistas judíos como lord Levy, lord Sugar, Michael Foster y algunos otros.  
Probablemente es solo una cuestión de tiempo que el Partido Laborista suspenda a la clase obrera en su conjunto por interferir con los patrocinadores de los oligarcas judíos del laborismo.
Ahora hay muchas pruebas de que la política del lobby judío es incompatible con el pensamiento y los valores de la libertad occidental. Hay que elegir si queremos vivir en un Estado-gueto dominado por las aficiones de lord Levy y lord Sugar o si preferimos vivir en un Reino Unido libre y preocupado por todos.

jueves, enero 11, 2018

EL EX-JUDÍO GILAD ATZMON: "HITLER PODRÍA HABER TENDIDO RAZÓN DESPUÉS DE TODO"







GILAD ATZMON: "HITLER PODRÍA HABER TENIDO RAZÓN DESPUÉS DE TODO". Asombroso. Difícil de creer. Intolerable. Un filósofo judío israelí declara que ya no se siente judío y, en su libro La identidad errante, manifiesta temer que la criminal política sionista, cuyas ideas racistas son muy anteriores al nazismo, termine por desatar la Tercera Guerra Mundial y darle la razón a Adolf Hitler. Añade: "Neofascistas y fascistas – los sionistas y los progresistas tienden a colgar la etiqueta de “fascista” a quienes rechazan rendirse ante la tiranía de la 'corrección política', esas pocas personas que insisten en decir lo que piensan a pesar de todo. Por tanto, esos que los sionistas llaman 'fascistas', en la práctica, son un grupo de personas auténticas. (...) Al sugerir eso, que Dieudonné está gestando una causa común para 'negadores del Holocausto, neofascistas, la izquierda pro Palestina y los revolucionarios islámicos de Irán', Rich admite en realidad que Dieudonné ha logrado reunir a historiadores verdaderos, personas auténticas, la izquierda genuina y la verdadera resistencia" (sic). Merece la pena leer a Gilad Atzmon porque no es "más de lo mismo", sino un fenómeno que augura algo nuevo, es decir, un cambio de paradigma cultural que pondrá fin a medio siglo de tópicos.
Pág. 238 de su obra "La identidad errante",
Madrid, Disenso, 2012.
¿QUIÉN ES? (Fuente: Pride).
El autor es de origen judío, nacido en Israel, no solo abandonó el sionismo, sino también su religión, siendo actualmente un ciudadano británico, filósofo y músico de jazz, además de escritor y activista político, su historia de vida es interesante, por lo que compartimos a continuación (y antes del artículo) una breve biografía:
Gilad Atzmon, de 50 años, es un saxofonista de jazz, activista político, escritor y novelista nacido en Israel, de nacionalidad británica.
En 1994 emigró al Reino Unido a estudiar en la Universidad de Essex, para estudiar una maestría en Filosofía, adquirió la nacionalidad británica en 2002.
Es un gran crítico del gobierno de Israel, lo cual manifiesta en sus escritos contra el sionismo, el judaísmo y la ocupación del territorio palestino.
Se marchó a Londres mediada la década de los 90, cansado de la radicalidad sionista y después de haber cumplido el servicio militar en la guerra que Israel declaró al Líbano a comienzos de los 80. Su participación en aquel conflicto acabó por despejar todas sus dudas sobre la ‘identidad judía’. «Veía a palestinos por todas partes, hasta que me dije, ‘diablos, si es que estoy viviendo en territorio palestino!’. Fue entonces cuando decidí marcharme, eso sí, con cierto sentimiento de culpa».
Hoy, Gilad Atzmon ya no se siente judío: «He dejado atrás la idea de pueblo elegido» y plantea preguntas a sus paisanos: «¿Cómo es que un pueblo que ha sufrido tanto y durante tanto tiempo puede infligirle tanto dolor al otro? ¿Cómo pueden los sionistas, que están motivados por un genuino deseo de regreso, estar tan ciegos cuando se enfrentan a un deseo similar por parte del pueblo palestino? Empecé a comprender que en Israel nunca ha dejado de haber limpieza étnica, sino que, simplemente, ésta ha adoptado otras formas, y empecé a admitir el hecho de que el sistema legal israelí no era imparcial, sino racista».
ALGUNOS ARTÍCULOS
Heidegger y la prensa sionista, en este caso The Guardian. Por Gilad Atzmon.
El alguna vez respetado Guardian ha sido reducido en años recientes a un aburrido vocero sionista ―una Crónica Judía light para consumo de los gentiles. La semana pasada, el periódico lanzó un ataque sobre Martin Heidegger, el más influyente filósofo del siglo 20. “Los ‘cuadernos negros’ de Heidegger revelan antisemitismo en el corazón de su filosofía” se lee en el titular del periódico.
Pero ¿eso qué significa? ¿Heidegger fue realmente un odia-judíos? ¿Se opuso a la gente por ser étnica o racialmente judía o fue, en cambio, crítico de la política, la cultura, la ideología y el espíritu judíos? De acuerdo al ‘progresista’ y británico Guardian, los recién publicados Cuadernos Negros revelan que Heidegger veía el ‘judaísmo mundial’ como el conductor de la “modernidad deshumanizante”.
No es menester añadir que no necesitábamos una ‘nueva publicación’ para afirmar que esto era el punto de vista de Heidegger sobre la cultura y la política judías. El pensador alemán, como muchos de sus contemporáneos, veía a “Jerusalén” como una influencia intelectual, cultural y espiritual, asfixiante y corrompida, como opuesta a “Atenas”, que a sus ojos reflejaba el nacimiento del humanismo, el universalismo, la estética, la ética y el pluralismo.
Otro buen artículo:
Los medios sionistas distorsionan la realidad. Por Gilad Atzmon.
Si usted desea entender en realidad el mundo en que vivimos, lo mejor que puede hacer es seguir los medios de comunicación sionistas.
El Jerusalem Post le proveerá los nombres de los judíos que son dueños del planeta. El British Jewish Chronicle le mostrará los lazos entre el archipedófilo Jimmy Saville y el régimen de Israel. Haaretz, incluso, me dejará hablar de esos temas. The Guardian (de Sion) está ahí para sorprender descaradamente.
La semana pasada, me encontré con un texto de Dave Rich, un portavoz Hasbará que opera dentro de la ultra-sionista Comunidad Security Trust del Reino Unido. Rich sugería que hacer causa común “entre quienes niegan el Holocausto, los neofascistas, la izquierda pro Palestina y los revolucionarios islamistas de Irán es precisamente lo que Dieudonné ha estado tratando de lograr durante la última década.”
Tenemos que admitirlo: Nadie hubiera podido ser más conciso y preciso en un análisis del amplio impacto de Dieudonné. Sin embargo, en aras de entender a plenitud las declaraciones de Rich, tendremos que decodificar el audio kosher y reescribir la frase anterior empleando una terminología que pueda parecerse a un lenguaje familiar.
Negadores del Holocausto – en el mundo real, no hay “negadores del Holocausto,” lo que tenemos en cambio son revisionistas de la historia – personas que comprenden que hacer la historia es un intento permanente por conocer y comprender el pasado mientras avanzamos. Los llamados revisionistas repasan y revisan el pasado. Aquellos a quienes los sionistas y los progresistas tildan a menudo de “negadores del Holocausto” son frecuentemente historiadores de verdad.
Neofascistas y fascistas – los sionistas y los progresistas tienden a colgar la etiqueta de “fascista” a quienes rechazan rendirse ante la tiranía de la “corrección política”, esas pocas personas que insisten en decir lo que piensan a pesar de todo. Por tanto, esos que los sionistas llaman “fascistas”, en la práctica, son un grupo de personas auténticas.
La izquierda pro Palestina apunta hacia los últimos bolsillos de resistencia al adoctrinamiento kosher dentro de la izquierda, principalmente, aquellos pocos sujetos y organizaciones resistentes que dicen NO al patrocinio de George Soros. Rich, básicamente, se está refiriendo aquí a la izquierda genuina, personas y organizaciones comprometidas con los trabajadores, las ideas políticas de la clase obrera y la solidaridad.
Los revolucionarios islámicos de Irán – es la etiqueta que, a menudo, cuelgan los sionistas y progresistas a la Resistencia en sí – aquellos musulmanes que no quieren trabajar para el régimen de Israel.
Ahora que ya nos hemos familiarizado con el glosario básico sionista, estamos preparados para traducir las declaraciones de Rich en un inglés apropiado.
Al sugerir eso, que Dieudonné está gestando una causa común para “Negadores del Holocausto, neofascistas, la izquierda pro Palestina y los revolucionarios islámicos de Irán”, Rich admite en realidad que Dieudonné ha logrado reunir a historiadores verdaderos, personas auténticas, la izquierda genuina y la verdadera resistencia.
En caso de que alguien no se percate de ello, lo que Rich está describiendo es la disidencia real, una liga de personas sin compromiso alguno que componen una oposición no controlada: aquellas personas e instituciones que no sucumben ante la hegemonía sionista, patrocinada por Soros y los de su ralea.
Para nadie es un secreto que los sionistas y la izquierda se encuentran en un estado de pánico, y por una buena razón. La campaña “anti-quenelle” que, supuestamente, arruinaría la carrera de Dieudonné, no produjo para nada el efecto deseado. Aun más, mientras parecía que los franceses habían sido “sionizados” por el “correctorado” y despojados de sus inclinaciones revolucionarias, un tsunami de animadversión hacia el socialismo kosher y el poder político judío arrasó. Ellos entraron en pánico y devolvieron el golpe con fuerza. Pero no se puede combatir un tsunami con un bumerán.
La “quenelle” de Dieudonné es ya un avance monumental en la historia de los judíos y sus marionetas dentro de la izquierda y los medios.
Publicado por Jaume Farrerons en Facebook el 11 de enero de 2017.