sábado, septiembre 09, 2017

OPINIONES DE HITLER SOBRE EL FRANQUISMO Y LA EXTREMA DERECHA ESPAÑOLA (1). EXTERMINAR A LOS CURAS
















OPINIONES DE HITLER SOBRE EL FRANQUISMO Y LA EXTREMA DERECHA ESPAÑOLA (1): "ES IMPOSIBLE CONCEBIR CUÁNTA CRUELDAD, IGNOMINIA Y FALSEDAD HA SIGNIFICADO EL CRISTIANISMO PARA ESTE MUNDO NUESTRO" (sic). Laméntase el Führer y considera una lástima haber tenido que ayudar a Franco a causa de la lucha contra el comunismo, porque, en caso contrario, "los clérigos habrían sido exterminados". A continuación reproduzo la cita de Stanley G. Payne:
Aunque en su momento se había referido positivamente a los españoles, calificándolos de "los únicos latinos dispuestos a luchar", la irritación de Hitler con Franco y su régimen no hacía más que incrementarse con el paso del tiempo. Durante 1942, en conversaciones de sobremesa con sus subordinados, abordó ocasionalmente el tema de España, que para el Führer estaba repugnantemente relacionado con el catolicismo. En el izquierdismo revolucionario de España veía una respuesta justificada "a una interminable serie de atrocidades. Es imposible concebir cuánta crueldad, ignominia y falsedad ha significado el cristianismo para este mundo nuestro". Hitler lamentaba que la amenaza comunista le hubiera obligado a intervenir en España, porque, de no haber sido así y habría sido mejor para el país.
Hitler añade lo siguiente, muy en la línea del último Ramiro Ledesma de "La Patria Libre" y "Nuestra Revolución". El apoyo del Führer a Muñoz Grandes para sustituir al católico Franco depende de esta condición, por decirlo así, genuinamente fascista y nacional-revolucionaria:
Sólo el futuro puede demostrar si un general tiene la sagacidad política necesaria para triunfar. Pero, sea como fuere, debemos poner todo nuestro empeño en que aumente la popularidad del general Muñoz Grandes, que es un hombre enérgico y, por tanto, el que tiene más posibilidades de controlar la situación... Puede que la División Azul vuelva a tener un papel decisivo, cuando llegue la hora de derrocar este régimen poblado de curas.
Pero quizá las declaraciones más absolutamente escandalosas, para la extrema derecha, sean las que cita Payne cuando Hitler niega que el régimen de Franco constituya una versión española del fascismo o del nacionalsocialismo:
Hay que tener cuidado de no poner al régimen de Franco al mismo nivel que el nacionalsocialismo o el fascismo. Todt, que tiene a muchos españoles de los llamados "rojos" en sus talleres, me dice constantemente que esos rojos no lo son según nosotros entendemos. Se consideran revolucionarios por derecho propio y han destacado enormemente por su condición de obreros industriosos y diestros.
El Führer cuenta con ellos, exactamente igual que Ramiro Ledesma Ramos, para el derrocamiento "jonsista" del franquismo:
(...) tenerlos como reserva en el caso de que estalle una segunda guerra civil. Junto a los supervivientes de la antigua Falange, constituirán la fuerza más fiable a nuestra disposición.
La "antigua Falange" es la Falange originaria, es decir, las JONS. Porque Hitler no sólo explica que el franquismo no es un régimen nacional-revolucionario, sino los motivos de su postura: la extrema adhesión cristiana y clerical de los franquistas (y de la "nueva" Falange). Los deseos de Hitler van a una con las de aquéllos "rojos" que quemaban iglesias. ¡Exterminar a los clérigos! Pero Pedro Varela pretende que la ideología del nazismo es "la doctrina social de la Iglesia". ¿Se puede uno -para decirlo suave y educadamente- equivocar tanto respecto a Hitler? 

(Continuará). 

Fuente: Franco y Hitler. España, Alemania, la Segunda Guerra Mundial y el Holocausto, Stanley G. Payne, La Esfera de los Libros, Madrid, 2008, pp. 266-268.

18 comentarios:

FDelga dijo...

Que Hitler rechazaba el crsitianismo, que lo repudiaba es cierto, esto no es nuevo aunque dentro del Mundo NS haya adeptos que lo niegan o no quieran verlo. Por otro lado las opiniones de Hitler sobre el cristianismo eran meramente personales, no significa que tuviera razón en todos lo que opinaba sobre el tema, obviamente este sería un tema diferente, pero lo que sí es cierto es que Hitler acusaba al judeocristianismo(Así lo llamaba) de muchos de los males de Europa.
Por lo que respecta a Franco, su apoyo fue meramente de interés político y estratégico, aunque los dos regímenes en aspectos importantes fueran muy distintos, hay quien afirma que Hitler decía que Franco estaba rodeado "de curas y "ricachones", si esto es cierto, en este sentido se puede decir que se contradecía puesto que él(Hitler) también se rodeó, por lo menos en un principio de "ricachones", hay que acordarse de la matanza del 30 de Junio de 1934,¿Traicionó la revolución NS?. Es un tema diferente y complejo pero Ahí lo dejo para el que quiera dar su opinión.

FDelga dijo...

Hay quien afirma que la posición de Hitler frente a la iglesia y el cristianismo a pesar de sus críticas fue ambigua, en cierto modo es verdad, pero muy probablemente fuera para ganarse a una gran parte de la población germana que era de confesión cristiana, ¿Se contradecía?, que cada cual obtenga sus conclusiones.
Adjunto el siguiente vídeo donde Hitler exalta el cristianismo:

https://www.youtube.com/watch?v=4nHLP6Ri210&feature=youtu.be

ENSPO dijo...

Parece que usted no entiende la cuestión. Hitler no era ambiguo, sino que tenía las ideas muy claras sobre el cristianismo. Sin embargo, públicamente no podía exponerlas sin arruinar su proyecto político. Las expuso en privado. No eran ambiguas. Cualquier video que usted aporte es precisamente propaganda para los millones de alemanes cristianos. No me parece tan difícil de comprender.

Celtix dijo...

Acerca de la incorporación de los "rojos" a un nacionalismo español de la que se habla en la entrada, resulta muy interesante reproducir lo que escribió un falangista veterano, un camisa vieja. Pero no un falangista "de izquierda", hedillista o algo por el estilo; sino un declarado admirador de Franco, con claras simpatías hacia el Carlismo y la tradición católica.

El periodista y novelista Rafael García Serrano escribió en "La gran esperanza", su libro de memorias, una decidida exaltación del bando nacional en la Guerra Civil, pero tiene unas líneas muy reveladoras de lo que ocurrió en los inicios del conflicto:

"Los carlistas se llenaron de separatistas. Nosotros, los falangistas, de rojos. La CEDA nos la repartimos según los gustos regionales. Pero a mí los rojos no me preocuparon tanto como la invasión cedista, cerúlea, derechista. Puede ser que los rojos nos hubieran causado algún disgusto, pero el contagio derechista desencadenó en la Falange una leucemia irremediable. Nos anegamos en glóbulos blancos." (García Serrano, Rafael, "La gran esperanza", Barcelona, Planeta, 1983, pág. 43)

La obra es marcadamente anticomunista, su autor era un católico devoto y partidario del Franquismo hasta su muerte. Es decir, estamos ante un texto poco sospechoso de "desviaciones izquierdistas", pero incluso García Serrano tuvo que reconocer lo que anuló y desactivó a la Falange.

Otra cosa es que fuese capaz —o quisiese— sacar conclusiones de tal situación. De hecho, la gran mayoría de quienes actualmente se dicen nacionalistas españoles es también incapaz de hacerlo.

Celtix dijo...

Por cierto, también cabe indicar que Rafael García Serrano sintió un claro disgusto por la connivencia del Carlismo con el PNV en tiempos de la IIª República (págs. 34-35).
Tal vez porque no acababa de entender que la Nación no puede fundamentarse en la religión (una realidad supranacional o internacional).

ENSPO dijo...

Valiosíma aportación de Celtix. Poco tengo que añadir, salvo quizá la declaración expresa de Sabino Arana Goiri en la que afirma que Dios ---el dios judío, además--- está por encima de la nación y que "sin Dios no queremos nada". Buscaré la cita exacta y su fuente para abundar en el interesante tema planteado.

Celtix dijo...

Cabe añadir al tema de la entrada que hubo un intento de llevar esas declaraciones a la práctica.

Para tratar de captar a "rojos" españoles que trabajaban en Alemania y amalgamarlos con falangistas radicales, se creó la publicación "Enlace", que dependía de Wilhelm Faupel. Se editó entre 1944 y 1945 y, por motivos evidentes, no llegó a cuajar en nada.

En sus páginas, junto a temas discutibles como el racismo y el antisemitismo, se preconizaba un nacionalismo español laico, con una clara separación entre Iglesia y Estado.

Acerca de "Enlace" se habla en "Camarada invierno. Experiencia y memoria de la División Azul (1941-1945)" de Xosé M. Núñez Seixas, de la editorial Crítica, (págs. 319-329). Ignoro si se ha tratado el tema con mayor profundidad en otras obras, pero este es el análisis más pormenorizado que he podido encontrar.

ENSPO dijo...

Extraordinaria aportación. Gracias, Celtix.

Celtix dijo...

Bueno, he de decir que he tenido un lapsus calami en mi comentario previo. La publicación "Enlace" se trata en las páginas 329-339 de la obra citada.

Celtix dijo...

También es oportuno indicar que la incorporación de las izquierdas a un fascismo español no era algo contemplado sólo desde la óptica hitleriana, Mussolini pensaba de forma parecida.

De nuevo es ilustrativo sacar a colación a un escritor poco sospechoso de antifranquismo, anticlericalismo o algo así. El vanguardista Ernesto Giménez Caballero tuvo un candidato a liderar el posible fascismo español, en palabras de Stanley G. Payne:

"Durante la efervescencia liberal-izquierdista de 1931, Giménez Caballero se fue quedando cada vez más aislado. Durante seis meses, comenzando en agosto, alternó la publicación bisemanal en La Gaceta de dieciséis paginas escritas enteramente por él, a las que titulaba Robinson Literario (comparando su abandono con el de Robinson Crusoe). Con esto se ganaría posteriormente la reputación de oportunista e irresponsable, dado que uno de sus principales objetivos era cortejar a las izquierdas que dominaban políticamente. Manuel Azaña, el hombre fuerte de la izquierda republicana, era saludado como lo más parecido a un líder fascista en España (un juicio en el que Mussolini estaba de acuerdo, por ridículo que esto pueda parecer visto retrospectivamente), y el ministro de Trabajo, el socialista Largo Caballero, era aclamado por su esfuerzo de "nacionalizar el socialismo", como Gecé gustaba de decir"

(Payne, Stanley G., "Franco y José Antonio. El extraño caso del fascismo español", Barcelona, Planeta, 1997, pág. 134)

Se puede objetar —como habitualmente se hace— que esa idea era una excentricidad producto del carácter provocador y excesivo de Giménez Caballero. Pero podemos ver que no era el único que pensaba de ese modo.

El literato madrileño llegó a escribir una obra sobre Azaña en 1932, "Manuel Azaña (Profecías españolas)". Sobre su contenido no puedo decir nada porque no la he leído. Es difícil encontrar en las librerías obras de autores falangistas, con la excepción de Agustín de Foxá, tal vez porque era el más conservador de todos (se le ha llegado a definir como "un reaccionario químicamente puro").

Celtix dijo...

La concepción de Giménez Caballero era que los izquierdistas podían devenir en fascistas precisamente por ser una vanguardia revolucionaria y cultural, por más que el Franquismo y la Guerra Fría que se conformaron después nos hagan hoy esa idea muy extraña:

"Ello explica que Ernesto Giménez Caballero pudiese jactarse según indica Mainer en su obra citada de haber alumbrado, a través de su revista, La Gaceta Literaria, "las dos juventudes espirituales que cuajarían el porvenir de España: las comunistas y las fascistas". Ello explica también que cuando, en el texto que ya citamos, tratara Caballero de confeccionar la homóloga nómina española de hombres cumbres para un fascismo español en relación con la del contemporáneo fascismo italiano incluya en ella, como hemos visto, a hombres de la más variada significación izquierdista y hasta socialistas radicalizados como Araquistaín. Por otra parte, eran de una significación progresista la mayoría de los colaboradores de la revista que dirigía: El redactor jefe César M. Arconada, era de filiación comunista; la sección de cine la llevaba Luis Buñuel, de próxima significación y, asimismo, Antonio Espina y otros encargados de sección eran también izquierdistas".
(Cantarero del Castillo, Manuel, "Falange y Socialismo", Barcelona, Dopesa, 1973, págs. 116-117)

Hechos como los que se indican en este fragmento suelen mencionarse como meras curiosidades, pero adquieren un significado claro cuando se observan en su conjunto.

ENSPO dijo...

Respuesta a Celtix. Muchas gracias por las aclaraciones y aportaciones. En efecto, no se trata de anécdotas o curiosidades, sino del meollo ideológico del fascismo, allí donde se jugaba su destino como proyecto histórico diferenciado de la extrema derecha legitimista y ultramontana desde los tiempos de De Maistre, De Bonald, Burke y sus seguidores reaccionarios (en España, ultracatólicos). Y si, como propone Celtix, enfocamos en retrospectiva lo que puede considerarse el fracaso de dicho proyecto histórico (aquéllo que hoy nos produce tanta extrañeza consumado ya el fraude de la derechización del fascismo), éste comienza en 1922 con los pactos del Ventennio, prosigue en 1934 con las purgas de la izquierda nazi y en 1941 con el ataque de Hitler a Rusia vulnerando el pacto nazi-soviético. Un tratado (Hitler/Stalin) que garantizaba la perpetuación de la causa nacionalista y socialista euroasiática frente a los aliados liberal-capitalistas y oligárquicos judíos (verdaderos vencedores de la guerra). La derechización del fascismo ---favorecida por la admiración de Hitler hacia el imperio británico y el azar geoestratégico de una Alemania condenada a expandirse por Ucrania--- no sólo es el primer paso hacia su descrédito y absorción ideológica por parte de la extrema derecha reaccionaria de posguerra (Julius Evola), sino el primer paso hacia su EXTINCIÓN pura y simple. Por cuanto desde el momento en que "fascismo" es sinónimo de ultraderecha, el fascismo está muerto. Tanto es así que, devenido sinónimo del mal absoluto, ya ni los ultras ---que siguiendo el ejemplo de los EEUU se han vuelto sionistas--- lo quieren cerca (y acusan a la izquierda de "fascista"). ¿Cómo, en tales circunstancias, podría pues resurgir el fascismo (y me refiero a la idea, no al significante)? Únicamente volviendo sobre sus pasos en "dirección izquierda", es decir, retrocediendo desde el Ventennio al programa de 1919 y desde las purgas hitlerianas del 34 al fascismo originario fundado en 1914-1915 cuando un Mussolini socialista y marxista empieza a editar "Il Popolo d'Italia". En ello estamos.

Celtix dijo...

Un tiempo depués de la publicación de su libro de memorias, Rafael García Serrano fue aun más explícito que en la cita que hemos señalado. En una entrevista que dio un año antes de su fallecimiento, dijo lo siguiente:

"No cabe duda de las similitudes entre Falange y otros movimientos surgidos en Europa a partir de los años 20. Hay una coincidencia en el tiempo, y una coincidencia en una idea que se produce simultáneamente en varios países: es la idea de nacionalizar la izquierda. Mussolini es un socialista que se afirma en lo nacional. Hitler es un nacionalista que se "socializa". La Falange surge en este periodo y toma de ellos algunos símbolos".

https://laotraeuropa.blogia.com/2012/070502-revista-vanguardia-rafael-garcia-serrano-1987-.php

Como ya he dicho, estas declaraciones son francamente reveladoras al venir de alguien como él. También cabe añadir que proyectaba escribir un libro titulado "Nosotros, los falangistas", pero le llegó la muerte antes. Hubiera sido muy interesante leer esas páginas que nunca se escribieron, a tenor de las ideas que expuso en esta entrevista.

Celtix dijo...

Medio siglo antes de esa entrevista a García Serrano, se publicó un libro titulado "Memorias de un azul" de R. Gutiérrez (Salamanca, 1937). En plena Guerra Civil, mientras la propaganda franquista demonizaba al Marxismo como expresión del Mal absoluto, el tal Gutiérrez se atrevió a decir: "el fascismo no es más que la nacionalización de las doctrinas de Marx" (citado en Payne, Stanley G., "Franco y José Antonio. El extraño caso del fascismo español", Barcelona, Planeta, 1997, pág. 485).

Se puede observar que la opinión de García Serrano no era una idea exclusivamente suya o una mera anécdota. Y, a partir de esa idea, se ha de llegar por fuerza a conclusiones inaceptables para la mayoría de aquellos que se consideran herederos de los fascismos históricos.

ENSPO dijo...

Como siempre, magnífica aportación, Celtix. Obviamente, las ideas que defiende este blog no son meras ocurrencias, su base histórica irrumpe una y otra vez como un hecho incontestable (y una iluminación frente al adocenamiento ultraderechista). Por lo que respecta al autor referido, al parecer la censura eclesiástica retiró de la circulación la novela de García Serrano "La fiel infantería" (1943), que quizá desempeñe en este autor una función equiparable a "Los proscritos" en la obra de Ernst von Salomon: es sólo una sugerencia porque no he leído la de García Serrano. Por lo que sé, el lenguaje literario del novelista tiene alguna relación con el del también fascista Louis-Ferdinand Céline ("Muerte a crédito", "Viaje al final de la noche"...). Es lamentable que García Serrano no pudiera concluir "Nosotros, los falangistas", porque quizá representaría hoy un referente ideológico para las nuevas generaciones de españoles patriotas que en el futuro pretendan rescatar nuestro país del vasallaje oligárquico. Aunque sus autores puedan ser hostiles al fascismo y, en todo caso, por su valor documental, sobre la literatura fascista española recomiendo dos obras: 1/ Julio Rodríguez Puértolas: "Historia de la literatura fascista española" (I y II).; 2/ José-Carlos Mainer: "Falange y literatura". Muchas gracias, Celtix, por las joyas que nos regala con sus comentarios.

ENSPO dijo...

La novela "La fiel infantería" (1943), del falangista Rafael García Serrano, censurada por la Iglesia católica:

https://vdocuments.mx/la-fiel-infanteria-rafael-garcia-serrano.html?page=1

Celtix dijo...

Pues, por algún capricho del destino, acaba de aparecer un ensayo en el que se habla de García Serrano y von Salomon, entre otras figuras: "Fervor del acero. Cuatro testimonios de la guerra de Europa" de Fernando Castillo. Y por lo que se puede leer en la sinopsis, establece una ligazón entre el novelista prusiano y el navarro, como usted hace en su comentario.

https://www.editorialrenacimiento.com/biblioteca-historica/2926-fervor-del-acero-cuatro-testimonios-de-la-guerra-de-europa.html

No he leído el libro, así que no puedo dar detalles. Pero lo indico para los interesados en estos temas.

ENSPO dijo...

Asombrosa coincidencia y más asombrosa todavía su acertada aportación al hilo del comentario.