lunes, mayo 15, 2017

O LIBERALISMO O DEMOCRACIA

Jaume Farrerons, candidato de INTRA en Figueres











Si el sentido de la existencia humana consiste en acumular oro, propiedades, billetes de banco o "valores" de bolsa y títulos varios, ¿cómo pueden funcionar las instituciones democráticas? Mucho criticar a los políticos, pero el problema consiste en que no hay políticos. Los que nos "representan" son otro tipo de seres. ¿Políticos o inversores? Sólo les importa el dinero, su máxima aspiración en la vida, pero no se trata de nada personal, ni siquiera de una lacra exclusiva de uno o varios partidos o del Estado... Antes bien, en esto consiste el sacrosanto "mercado", es decir, la oligarquía neoliberal. De ahí que, respecto de la corrupción, la mayoría de los ciudadanos confiesen: "si yo pudiera haría lo mismo". Son los valores de la sociedad. ¿Pueden hacer otra cosa, pues, estos "políticos", que enriquecerse como sea y sin límite? Para esta gente la política democrática es sólo un medio, una plataforma de negocios y saqueo del erario público. Estamos ante un problema fundamental de valores éticos que afecta a la esencia misma del liberalismo, a saber: que es incompatible con la democracia. Estos falsos políticos no van a respetar ningún código deontológico, no tienen arreglo, no pueden cambiar: sólo utilizan la palabrería regeneradora para poder seguir robando un poco más. 

INDIGNADOS SEGUNDA ASAMBLEA: PARA ACABAR CON LA CORRUPCIÓN

Pasó el 15M de 2017 sin pena ni gloria. Fracasó por el mismo motivo que fracasa siempre la izquierda: sus valores son los mismos que los de la burguesía. La izquierda no tiene alternativa de valores al capitalismo y termina reproduciendo una versión "cutre" de las sociedades de mercado. Podemos, el partido de los indignados, se parece cada vez más a aquéllo que en teoría tenía que combatir. Pero ellos ya lo dijeron: no somos antisistema, el sistema es anti-nosotros. Una vez bien situados, se acabó la "revolución democrática". El "demócrata" progre deja de serlo cuando su cuenta corriente empieza a rebosar y le hace sentirse una persona respetable. Entonces pasa a caracterizarse a sí mismo como un buen liberal, no sea que los pobres le reclamen su tesoro. Observen si no la evolución de Felipe González. Y en Podemos, más de lo mismo. Espinar es el ejemplo podemita por excelencia de que no existe una diferencia fundamental entre esta izquierda burguesa y la derecha corrupta de siempre: hijo de las tarjetas black, Espinar especuló con su vivienda gracias al dinero de papá PP. Y no pasa nada: ahí le tienen.

En general, todos los movimientos de izquierdas han terminado igual. Así que conviene no repetir los mismos errores. O liberalismo o democracia. Nosotros, que nos situamos a la izquierda de Podemos, hemos optado por la democracia. Y tenemos claro que para construirla será menester erradicar el sistema de valores liberal en el seno del propio partido, es decir, tendremos que forjar la herramienta con que pretendemos transformar la SOCIEDAD BURGUESA (society) en una verdadera COMUNIDAD NACIONAL (Volksgemeischaft).

Jaume Farrerons
Izquierda Nacional de los Trabajadores - INTRA - Figueres
Figueres,17 de mayo de 2017


2 comentarios:

Anónimo dijo...

No se puede esperar otra cosa de políticos y partidos creados por las propias élites para canalizar el descontento de las masas y de paso enriquecerse con la política, el último intento ha sido con Podemos, Por lo tanto la ciudadanía ya es mayorcita para no volver a caer otra vez en la trama y dejar de tragarse toda la manipulación mediática, mejor que apaguen la televi$ión.

ENSPO dijo...

No es sólo un problema de las élites. Es que la sociedad toda comparte los valores de esas élites. Las masas quisieran ser como las élites. No hay fractura de valores y, por tanto, esas mismas masas se someten a la espera de que, para cada uno de sus miembros individualmente, pueda cambiar su suerte y convertirse en "triunfadores". Así que tienen lo que se merecen.